Los barrios ricos de San Francisco se oponen a un centro de personas sin hogar “porque es malo para el medio ambiente”
Los ciudadanos ricos de San Francisco que lanzaron una campaña de crowdfunding para bloquear la construcción de un nuevo refugio para personas sin hogar en un barrio costero han decidido utilizar una nueva táctica: dicen que las personas sin techo dañan el medioambiente.
En una demanda contra la ciudad de San Francisco y la comisión de tierras del estado de California, los vecinos han pedido que expertos medioambientales hagan una revisión del proyecto antes de iniciar la construcción.
“Este proyecto tendrá un considerable impacto en el medioambiente por sus inusuales características, ya que al atraer a personas sin hogar aumentará el consumo de alcohol y drogas, el delito, las llamadas a servicios de emergencias, habrá orines y heces en espacios públicos y otras molestias”, sostiene la denuncia.
Es común que las personas que se oponen a obras de infraestructura y a proyectos de viviendas accesibles apelen a la Ley de Calidad Medioambiental de California como una estrategia para retrasar la construcción. La ley obliga a los constructores a hacer un informe del impacto medioambiental que puede tener el proyecto y a tomar medidas al respecto.
Los abogados de los vecinos, cuyos honorarios de más de 90.000 euros se recolectaron a través de un campaña de crowdfunding en el portal GoFundMe, argumentan en la demanda que el impacto medioambiental del proyecto no ha sido revisado. La ciudad ha respondido que el proyecto –un refugio temporal de 200 camas para personas sin techo- está exento de este tipo de revisiones.
“Me pregunto si ésta es una preocupación legítima o un intento de último momento para retrasar la construcción del refugio por cualquier motivo”, afirma Kelley Cutler, miembro de la organización Coalición para los Sin Techo. “Las emisiones de metano son malas para el medio ambiente, y esto me huele mal”, añade.
La lucha de los vecinos contra la construcción del refugio para las personas sin hogar coincide con el aumento imparable de la indigencia en San Francisco. Las últimas cifras publicadas por funcionarios públicos hablan de más de 8.000 personas sin techo en la ciudad. Más de 1.400 esperan cada noche a que se abran los refugios y la ciudad ha prometido sumar 1.000 camas más. La cantidad de personas sin techo en San Francisco ya se considera una crisis humanitaria, alimentada en parte por el aumento del precio de las viviendas como consecuencia del auge de las empresas tecnológicas en el área.
Los vecinos que se oponen al refugio sostienen que su preocupación es la seguridad pública, un argumento que los defensores de los derechos de las personas sin hogar consideran degradante y prejuicioso. Además de las preocupaciones medioambientales, la demanda afirma que el proyecto “probablemente hará disminuir el precio de mercado” de cualquier proyecto inmobiliario en ese barrio.
John Coté, portavoz del procurador de la ciudad Dennis Herrera, asegura que el ayuntamiento está analizando la demanda, pero aclara que el proyecto ha pasado por todas las revisiones medioambientales pertinentes y que la Junta de Supervisores ha rechazado varias apelaciones que invocaban la Ley de Calidad Medioambiental de California.
“San Francisco tiene una crisis de indigencia”, afirma Coté. “La ciudad está intentando ofrecer un techo, mientras que algunas personas inician demandas sin fundamentos con el propósito de que estas personas duerman a la intemperie. En lugar de intentar que deshacerse del problema, todos deberían colaborar”.
Traducido por Lucía Balducci