Un tribunal británico utiliza la tecnología de Stephen Hawking en un caso de abuso sexual a un menor
Un antiguo corista de iglesia que permanece inmóvil por culpa de la enfermedad de la neurona motora ha conseguido cumplir su último deseo. Testificar ante los tribunales contra su abusador utilizando tecnología de rastreo ocular. Se cree que esta es la primera vez que se utiliza el equipo Eyegaze en un contrainterrogatorio en un tribunal británico. En este caso, un párroco anglicano jubilado ha sido condenado por tres casos de agresión sexual durante los años 70.
La víctima, que era un chico joven cuando se produjeron los delitos, grabó su testimonio y después fue interrogado por abogados del Tribunal de Bournemouth a través de una viodeoconferencia desde la cama de un hospicio en Streatham, al sur de Londres. Para ello, le ayudó un intermediario proporcionado por el Ministerio de Justicia.
La tecnología de rastreo ocular es similar al monitor utilizado por el físico de Cambridge Stephen Hawking.
El antiguo corista de 47 años, que no ha sido identificado, utilizó la tecnología para evocar los ataques sufridos durante su infancia.
Aunque finalmente consiguió obtener justicia, el hombre no vivió tanto como para oír el veredicto del caso. Enviaron a un agente de la Policía Metropolitana a Stratham para darle la noticia (el acusado había sido declarado culpable). El viaje se canceló cuando las autoridades le informaron de que la víctima acababa de morir.
Cyril Rowe, que ahora tiene 78 años, fue un párroco de la iglesia anglicana de San Matías en Stoke Newington (Londres), lugar en el que este niño participaba en el coro. Rowe, que ahora vive en Bournemouth, fue declarado culpable el miércoles pasado y será condenado el próximo 10 de marzo.
Los delitos se comunicaron a la policía en agosto del año 2015 y Rowe fue acusado en septiembre de 2016. Los abusos sexuales se cometieron contra la víctima entre los años 1979 y 1981. Cuando comenzaron los abusos, el corista tenía nueve años.
La Policía confirmó en un comunicado que el juicio había terminado. “La víctima prestó testimonio vía videoconferencia desde un hospicio de Stratham”, dijo un portavoz. “Sufría la enfermedad de la neurona motora y, mediante el parpadeo de sus ojos, fue capaz de 'hablar' ante el tribunal a través de la tecnología de rastreo ocular”. “La víctima murió a los 47 años el mismo día en el que se conoció el veredicto. No llegó a saber que Rowe fue declarado culpable”, apuntaban.
La pionera criminóloga Dame Joyce Plotnikoff, que ayuda a víctimas y acusados vulnerables a declarar en los juicios, apoya a Intermediaries for Justice. “El tribunal comprobó las declaraciones de este testigo a través del uso de tecnología y con la participación de un intermediario independiente que evaluó su capacidad para comunicar y leer sus respuestas. Incluso en tiempos difíciles, el sistema puede facilitar el acceso a la justicia a aquellos con necesidades comunicacionales”.
Un portavoz de la Fiscalía apuntó: “La movilidad o las enfermedades no pueden ser una barrera a la hora de que los testigos puedan testificar. La Fiscalía siempre hará todo lo posible para asegurarse de que las víctimas y los testigos pueden sus mejores testimonios, incluso utilizando la última tecnología”.