Las ONG alertan del peligro de abusos sexuales a mujeres a cambio de la vacuna del ébola en Congo
Un programa sin precedentes de vacunas contra el ébola en la República Democrática del Congo (RDC) se ha visto envuelto en la sospecha con varias denuncias de mujeres a las que se les pedían favores sexuales a cambio de la vacuna o de tratamiento para sus familiares.
Según la investigación de varias ONG, en el país reina la desconfianza hacia los trabajadores de la salud. Además, la violencia machista ha aumentado desde agosto, cuando comenzó el actual brote de ébola. Con la responsabilidad de cuidar a los enfermos y de asegurar que niñas y niños se laven las manos, las mujeres de la zona cada vez se enfrentan a una mayor carga de trabajo. Muchas se sienten traumatizadas y agotadas. En uno de los grupos de trabajo, una participante explicó que les aíslan durante la menstruación y que les acusan de portar el virus.
Presentada durante una reunión del grupo de trabajo en la ciudad de Beni, la investigación llega después de la petición de varios expertos en medicina de varios países a la Organización Mundial de la Salud (OMS) para que considere la posibilidad de emitir un alerta mundial por el brote. La OMS ha dicho que la vacuna experimental es “muy, muy eficaz” y confía en que será capaz de controlar el brote.
En uno de los informes citados, muchos de los encuestados dicen estar alarmados por el elevado número de casos en los que las personas exigen favores sexuales a cambio de tratamientos para el ébola. En varios de los grupos de discusión se mencionó también el riesgo de que los trabajadores en primera línea del ébola cometan abusos y explotación.
El aumento en la estigmatización de las mujeres y en la violencia de la que son víctimas también formó parte del debate. Según una investigación del Comité Internacional de Rescate citada en la reunión, muchas mujeres están siendo culpadas de no evitar la propagación de la enfermedad.
El Comité Internacional de Rescate comunicó que las acusaciones se basan en conclusiones preliminares surgidas en más de 30 grupos de sondeo. En un comunicado oficial la organización explica que todavía están estudiando los resultados: “Tomaremos las conclusiones y trabajaremos con nuestros socios para abordar las preocupaciones surgidas y asegurarnos de que las mujeres y las niñas estén protegidas”.
Según Trina Helderman, asesora principal en salud y nutrición de la ONG Medair, en la respuesta al ébola habría sido necesario prever un mayor nivel de protección para las mujeres. “La historia de violencia sexual y explotación contra mujeres y niñas es conocida en esta región de la RDC, es un tema estremecedor, pero es un tema que debía haberse anticipado”, dijo. “Para evitar que ocurriera, las organizaciones humanitarias deberían haberse preparado mejor implementando medidas de seguridad”.
El Ministerio de Salud de la RDC alentó el viernes al público a denunciar casos de personas que ofrecen vacunas o algún otro tratamiento a cambio de dinero.
El Ministerio dijo estar al tanto de los rumores, difundidos en las redes sociales, sobre mujeres empleadas en el equipo de respuesta al ébola que consiguieron el trabajo a cambio de favores sexuales. En un comunicado oficial, el Ministerio dice haberse tomado en serio las acusaciones y aconseja a las mujeres que sólo se reúnan con empleadores que lleven la insignia oficial.
Las advertencias coinciden con la petición de un grupo de expertos internacionales en medicina para que la OMS considere la posibilidad de emitir un alerta mundial por el brote. En un artículo publicado por la revista médica The Lancet, los expertos aseguran que la respuesta al ébola se ha complicado debido a un “alud de circunstancias negativas”. Entre ellas, la inestabilidad política, los conflictos y la gran cantidad de personas que se están desplazando.
Desde agosto, se han registrado 811 casos de ébola y 510 personas han muerto por el virus. Según la OMS, existe un riesgo muy alto de que el brote se extienda no solo al resto de la RDC, sino también a Uganda, Ruanda y el sur de Sudán. Preocupa especialmente que en uno de cada cinco casos aún no se sepa bien cómo se produce el contagio.
Según Eva Erlach, de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, la desconfianza hacia las autoridades y organismos sanitarios ha dificultado aún más los intentos de contener la enfermedad. Su organización ha estudiado los comentarios de miles de personas en las zonas afectadas por el ébola. “En todos lados hay mucha gente que no cree que el ébola sea real, creen que es solo un invento de las ONG para ganar dinero o que se está usando para retrasar las elecciones”.
Para fomentar la confianza en los servicios, la semana pasada se pidió a las organizaciones humanitarias que colaboren con grupos de mujeres y líderes comunitarios locales.
Según Tarik Jasarevic, portavoz de la OMS en el equipo de respuesta al ébola, los expertos de la RDC ya están trabajando en la mayoría de actividades que requieren participación comunitaria, en estrecha colaboración con el tejido social local. En Kivu Norte y en Ituri, explicó, se hablan aproximadamente 20 dialectos. “Juntos nos adaptamos y seguimos trabajando para mejorar nuestra respuesta y ajustarnos a los desafíos de este frágil contexto social, político y económico”.
La explotación sexual es una de las principales preocupaciones de la OMS, dijo Jasarevic, y el organismo está controlando continuamente sus servicios. “En las comunidades, gran parte de nuestro esfuerzo de comunicación va dirigido a que entiendan que todos los servicios relacionados con el ébola son gratuitos”, indicó. “Vamos a seguir revisando y mejorando las medidas en marcha para prevenir, controlar e informar sobre incidentes de ese tipo; siempre se puede hacer más”.
Traducido por Francisco de Zárate