La UE señala a Putin por la crisis alimentaria: “La comida se ha convertido en parte del arsenal de terror del Kremlin”
La Unión Europea responsabiliza a Vladímir Putin de que “millones de personas” no puedan “calentar sus hogares o alimentar a sus hijos” por las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania. Así lo han hecho en sendas intervenciones en el Parlamento Europeo el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en un debate para dar cuenta de la última cumbre de líderes de la UE.
“Rusia está usando la alimentación como un arma de guerra”, ha dicho Michel: “Está robando cereales, bloqueando los puertos, hay millones de toneladas de cereales bloqueadas que provoca una hambruna mundial. Son los rusos los que bloquean los puertos, y nuestras sanciones no son sobre los productos agrícolas. Que nadie se deje engañar por la propaganda del Kremlin”.
Michel ha explicado: “Hemos logrado un acuerdo único sobre el petróleo, y se va a ampliar al petróleo de los oleoductos pronto. Ucrania necesita dinero, 9.000 millones de ayuda, y también en la reconstrucción. Rusia está destruyendo brutalmente Ucrania, es el agresor y tienen que pagar para reconstruir el país, por lo que estamos estudiando la posibilidad de confiscar activos para que ayuden a la reconstrucción”.
“Es necesario reforzar nuestra defensa”, ha dicho Michel, “y para ello necesitamos comprar coordinadas. Si queremos ser una potencia geopolítica, tenemos que actuar como tal”.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha afirmado: “La invasión rusa de Ucrania resuena en todo el mundo. Se trata de las vidas y los medios de subsistencia de millones de personas en todo el mundo que temen no poder permitirse calentar sus hogares o alimentar a sus hijos. Los números son contundentes. Solo este año, es probable que unos 275 millones de personas corran al menos un alto riesgo de inseguridad alimenticia en todo el mundo. Y en un mundo inflacionario, ese riesgo y esas cifras pueden salirse rápidamente de control. Tal como están las cosas, muchas familias en partes del África subsahariana ya gastan cerca de la mitad de sus ingresos en alimentos”.
Von der Leyen ha dado más datos: “No sorprende que el Banco Mundial haya estimado que 10 millones de personas se ven empujadas a la pobreza extrema por cada punto porcentual de aumento en los precios de los alimentos. Nos enfrentamos a una crisis que exacerbará la inseguridad alimenticia y el sobreendeudamiento en todo el mundo. Algunos de estos asuntos son herencia de la pandemia y problemas relacionados con los costes de la vida, como el aumento de los precios de la energía que ha hecho subir los costes de los fertilizantes o del transporte de las exportaciones. Otros son más a largo plazo y estructurales, como los efectos de los fenómenos meteorológicos extremos vinculados al cambio climático. Pero ya sean cíclicos o estructurales, todos estos impactos tienen una cosa en común. Se ven agravados masiva y deliberadamente por las acciones de Putin”.
“La comida se ha convertido en parte del arsenal de terror del Kremlin”, ha dicho Von der Leyen: “Es la única manera de describir el bombardeo de las instalaciones de almacenamiento de granos por parte de Rusia y su bloqueo de los puertos ucranianos, y en algunos casos incluso el robo, de unos 20 millones de toneladas de granos atrapados actualmente en Ucrania. Y es nuestro deber desmantelar la desinformación rusa. Seamos muy claros: mientras que Rusia utiliza activamente el hambre como arma, las sanciones de la UE están cuidadosamente diseñadas para evitar un impacto negativo. Y prevén una exención clara para los productos alimenticios. Nuestras sanciones no afectan a los productos alimenticios básicos. No afectan el comercio de cereales u otros alimentos entre Rusia y terceros países”.
Para contrarrestar esto, Von der Leyen ha apostado por “mantener los mercados abiertos para que el comercio pueda seguir fluyendo”, “trabajando arduamente para proporcionar una forma alternativa para que el grano bloqueado en Ucrania llegue al mercado lo más rápido posible”.
“Pero el mundo necesita que los puertos del Mar Negro de Ucrania vuelvan a funcionar”, ha dicho: “Y estoy muy agradecida a Naciones Unidas por sus esfuerzos. La segunda área es la solidaridad y el apoyo a los socios. Se trata de un apoyo a corto plazo a los países con mayor riesgo. Por ejemplo, ahora estamos invirtiendo 225 millones de euros adicionales para abordar las necesidades a corto y medio plazo de los socios de la Vecindad Sur”.
“La tercera área de respuesta”, ha dicho la presidenta de la Comisión Europea, “es invertir para hacer que la producción local sea más sostenible y resiliente. Para ello, el presupuesto de la UE ya ha destinado 3.000 millones de euros para invertir en programas de agricultura y nutrición, agua y saneamiento. Pero está claro que tendremos que hacer más. Y tendremos que movernos más rápido. Por ello, la Comisión ha planteado a los Estados miembros la posibilidad de movilizar 600 millones de euros de fondos liberados del Fondo Europeo de Desarrollo”.
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