Algunos videojuegos pueden mejorar el comportamiento de los psicópatas
Aunque muchos asocian el término psicópata automáticamente con crueles asesinos en serie, el asunto es un poco más sutil y pocas veces está asociado a crímenes de sangre, en realidad, se trata de un trastorno antisocial de la personalidad mucho más habitual de lo que se piensa y la inmensa mayoría de personas que podrían ser diagnosticadas, viven perfectamente integradas en la sociedad.
La característica principal de los psicópatas es su falta de empatía y de respuesta emocional ante determinados estímulos o situaciones. En líneas generales tienden a mostrar una carencia o ausencia total de culpa y remordimientos, así como una tendencia a despersonificar a sus similares y utilizarlos como meros objetos para conseguir su fin.
Suelen ser personas con un cociente intelectual por encima de la media, muy impulsivos y manipuladores, y según un reciente estudio realizado por el equipo de la psicóloga Arielle Baskin-Sommers de la Universidad de Yale, también tienden a ignorar señales e indicadores importantes para detener un comportamiento antisocial.
Sobre este último punto se ha centrado el estudio entre un grupo de presos a los que se les invitaba a probar unos videojuegos diseñados específicamente para mejorar la capacidad de detectar esas señales, y los resultados fueron que los participantes en las pruebas, mostraron una mejora significativa en su comportamiento y en la habilidad de mostrar reacciones emocionales.
Un aspecto curioso del estudio, es que aunque estos videojuegos diseñados para la ocasión se muestran efectivos con psicópatas, no resultan efectivos con otros casos de comportamiento antisocial no-psicopático, llegando incluso a empeorar en determinados casos. Sin embargo, rediseñar el videojuego para adaptarlo a las características de cada trastorno específico, sí daba lugar a una mejoría.
El estudio de Naskin-Sommers en definitiva no es más que otro ejemplo más de las aplicaciones prácticas y no-lúdicas que pueden tener los videojuegos. Como ya vienen afirmando otros tantos estudios que confirman que su uso proporciona mejoras en trastornos del espectro autista, en déficits psicomotores, o trastornos relacionados con la impulsividad como la bulimia nerviosa o el juego patológico.
No siempre es “matar marcianitos” después de todo…