Call of Duty: Advanced Warfare - Avance Multiplataforma
Sinceramente, a estas alturas de la vida nos la han intentado colar tantas y tantas veces con la saga Call of Dutyque muchos de nosotros ya hacemos prácticamente oídos sordos a la nueva entrega que cada año asalta las listas de ventas por el mes octubre sin tapujo alguno, como si aquello de vender más que nadie fuese más una cuestión de rango social que de esfuerzo, superación o mera competición entre iguales. Motivos no nos faltan, puesto que la política de Activision y los hasta ahora únicos estudios responsables de la franquicia, Infinity Ward y Treyarch, ha sido siempre la misma, tirar del cuento de Pedro y el Lobo sólo que sustituyendo a la peluda criatura de afilados colmillos por términos más opacos pero no por ello menos esperanzadores, como “innovación”, “fotorealismo gráfico”, “el juego más ambicioso”, “nuevas mecánicas” y un largo etcétera, resultando poco más que promesas vanas en la mayor parte de los casos.
Basta con echar la vista a Call of Duty: Ghosts para comprobar como el que iba a ser el título llamado a abrir una nueva subsaga de éxito estrenando por todo lo alto a la franquicia en la nueva generación de consolas gracias a un nuevo motor gráfico terminó por quedarse en un episodio un descafeinado y tecnológicamente muy inferior a lo que todos esperábamos, o dicho de otra forma, un juego hecho para salir del paso recogiendo los por ahora no tan suculentos beneficios de la next-gen sin invertir demasiado a cambio, siempre y cuando dejemos a un lado la brutal millonada que la editora invierte en marketing.
Ahora sin embargo y por primera vez desde hace años tenemos ciertos motivos para pensar que por fin nos encontramos ante una entrega digna de devolver a la franquicia a aquello que significó en un primer momento, y por suerte no sólo en términos económicos. Para empezar contamos con un nuevo estudio al mando, los chicos deSledgehammer Games, y seguimos con el hecho de que han contado con tres años para desarrollar esta entrega en vez de con dos escasos como es costumbre, lo que les ha dado tiempo incluso para desechar una propuesta en tercera persona.
Nace así Call of Duty: Advanced Warfare, el que será posiblemente la primera entrega de una nueva subsaga ambientada en el futuro con la que desde este estudio esperan poder innovar, declarando como ya es costumbre que se trata del videojuego más ambicioso que han desarrollado hasta la fecha.
Historia y jugabilidad: la guerra del futuro
Como en todo Call of Duty contará con dos armas principales: una campaña para un solo jugador y un modomultijugador del que nada se sabe por el momento. De la primera sabemos que estará ambientada en el año2054, hecho que ha permitido a sus responsables jugar bastante más con la ciencia ficción que Treyarch en Black Ops II, ofreciendo toda una gama de nuevos juguetitos capaces de hacer las delicias de todo buen amante de la pirotecnia. De entre todos destaca un exoesqueleto aparentemente sacado del film Elysium, gracias al cual podremos golpear con más fuerza, correr más rápido y saltar más lejos, algo que sinceramente suena bastante manido, casi como una forma de abrazar ciertos matices de Titanfall por miedo a que este les quite terreno.
La trama nos situará en un mundo devastado donde las grandes corporaciones han tomado el control absoluto, sobrepasando incluso en poderío militar a los estados. No, queda claro que con algo así tampoco van a reinventar la rueda, pero sus guionistas aseguran haber puesto todo el fuego en el asador para dar con una historia capaz de absorber por completo al jugador gracias en parte a la magnífica interpretación de uno de los mejores actores del momento, Kevin Spacey, quien interpretará a Jonathan Irons, el jefezo de Atlas Corporation, la compañía privada que nos llenará el plato de lentejas tras nuestro paso por los marines de EEUU.
Atlas Corporation se ha erigido como la gran amiga del pueblo al asistir con presteza en cualquier catástrofe humana o natural a lo largo y ancho del globo. De hecho tal es su poder que forma parte permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, contando con el beneplácito de las naciones a la hora de intervenir en todo conflicto bélico y ganándose por ello una intachable reputación que puede ser aprovechada para fines un tanto más perversos, así que prepararos para una trama en la que no todo es lo que parece.
Encarnaremos a Mitchell, como decimos un mero marine de tres al cuarto que ha dado el salto a esta multinacional con la esperanza de optar a una vida mejor. El hecho de ser un ‘Don nadie’ quiere ser aprovechado desde Sledegehammer Games para que el jugador se sienta más que nunca parte de la historia, evitando los saltos de protagonista de las anteriores entregas y creando así un vínculo mayor con el personaje principal, de forma que ambos evolucionen juntos. De hecho tras repeler una ofensiva rival codo con codo con Will Irons, heredero del magnate, seremos invitados a formar parte del grupo de élite de Atlas accediendo así a la mencionada infinidad de juguetitos tecnológicos y ese exoesqueleto que promete revolucionar la jugabilidad de los Call of Duty de toda la vida.
Gracias a él los saltos de decenas de metros serán una constante, dotando de mayor verticalidad a los mapeados, algo que esperemos ayude a delimitar la sensación de que nos encontramos como de costumbre ante un auténtico pasillo de tiro al pato. Sin embargo en líneas generales no se perderá ni un ápice del espíritu de la saga, con el frenetismo de siempre y aquellas escenas aparentemente sacadas de la producción más cara de Hollywood donde decenas de coches vuelan por los aires, nuestros enemigos mueren de forma agónica y las balas silban a nuestro alrededor sin hacernos un solo rasguño, como por ejemplo cuando presenciemos un ataque terrorista al famoso Golden Gate de San Francisco. Y por si a estas alturas cabía alguna duda volverán los Quick Time Events, no vaya a ser que alguien los eche de menos.
Apartado gráfico y sonoro: aprovechando la nueva generación
En cuanto al apartado técnico, artístico y sonoro cabe destacar que según sus responsables nos encontramos por fin ante una auténtica entrega pensada por y para la nueva generación de consolas, por lo que se espera un salto cualitativo, algo que han querido dejar claro con el espectacular tráiler que publicaron la semana pasada. Sinceramente, se nota cierta evolución en las animaciones y sobre todo en la calidad de unas texturas que ya pedían a gritos un profundo remozado, pero hasta que no tengamos el juego entre manos no nos atrevemos a hacer una valoración más profunda. Esperemos que el hecho de que las versiones de PS3 y Xbox 360 (y creemos que también Wii U) estén siendo desarrolladas por otro estudio sea un reflejo de las intenciones de Sledegehammer de ofrecer un auténtico título next-gen.
Gracias a su apuesta por una ambientación futurista también podemos ver un salto en el apartado artístico, con unos entornos bastante detallados que nos harán sentir parte de ese catastrófico futuro que nos propone la trama, con ciudades sumidas en el caos y armamento de última tecnología como rifles de pulsos y motos flotantes.
En cuanto al audio del programa, cabe destacar la labor de doblaje del genial Kevin Spacey, que ya promete maneras con lo poquito que hemos visto, así como la banda sonora compuesta por Harry Gregson-Williams, el cual os sonará de incontables cintas como Mystic River, Armageddon y The Town.
¿La historia se repite?
Dicho esto nos basta con remarcar que esperamos que este nuevo Call of Duty sea por fin la evolución que tanto necesita la saga, un título capaz de demostrar que aquello que crearon Vince Zampella y Jason West hace ya tantos años aún tiene algo que ofrecer más allá de un sólido multijugador capaz de congregar a decenas de miles de adeptos a su alrededor año tras año.
Repetimos, no nos van a volver a engañar con grandes promesas, con el apoyo de grandes nombres y presupuestos descomunales. Tanto los fans de esta franquicia como el resto de jugadores se merecen algo más que un mero producto de merchandising, y esperamos que este Advance Warfare consiga dar en el clavo gracias a su apuesta futurista, que aunque ciertamente no sea demasiado arriesgada sí parece capaz de aportar al menos todo un soplo de aire fresco.
Y si fracasa tampoco importa. Siempre quedará el Call of Duty de 2015 desarrollado por Treyarch, y si no el de 2016 que se marquen desde Infinity Ward, y si no pues ya lo volverán a intentar los chicos de Sledgehammer en 2017.
Como diría Buzz Lightyear hasta el infinito…