Aquel que siga más o menos de cerca la actualidad del videojuego sabrá que el culebrón de la temporada lo está protagonizando, tristemente, nuestra querida Konami. La que es sin lugar a dudas una de las compañías de videojuegos más famosas y laureadas de la historia lleva más o menos desde la primavera generando ciertos titulares de esos que provocan mandíbulas desencajadas de asombro y la perturbadora sensación de que estamos siendo testigos de una especie de suicidio, motivado únicamente por una cabezonería impropia de la firma de la que hablamos, de una firma que ha sido capaz de crear algunas de las licencias más queridas por los jugadores manteniendo su vigencia en el tiempo desde los años ochenta hasta hoy.
Hagamos un ‘retrospecter’. Allá por el mes de marzo de este mismo año saltaba la noticia: Konami había decidido eliminar de cualquier producto publicitario de Metal Gear Solid V: The Phantom Pain el logo de Kojima Productions y la famosa coletilla ‘A Hideo Kojima Game’. Este hecho provocó que todos nos echáramos las manos a la cabeza temiendo la salida inminente del creativo japonés, padre de la franquicia y sin lugar a dudas el cerebro más reconocido hoy por hoy de Konami.
A este hecho le siguió un silencio extraño por parte del propio Kojima, quien nos tiene acostumbrados a hablar prácticamente por los codos en redes como Twitter (aunque el 80% de sus tuits sean fotos de sushi). Al poco tiempo Konami confirmó que habían decidido realizar una profunda reestructuración interna, por lo que Kojima Productions desaparecía como tal aunque el equipo, Kojima incluido, seguiría trabajando activamente para terminar de dar forma a MGSV: TPP.
¿Entonces qué? ¿Se trataba tan solo de una reestructuración interna o había algo más? Pues sí, sí que había. Acabó confirmándose lo que muchos temíamos, la salida de Hideo Kojima de la firma nipona, aunque al menos el creativo se comprometió a no dejar su puesto hasta que su obra magna pise las tiendas el próximo 1 de septiembre. El motivo de su salida vendría dado, según todos los rumores, por sendas diferencias creativas con la editora. Básicamente Kojima, aunque ama la serie Metal Gear, quiere hacer cosas nuevas, pero en Konami le tienen marcado como ese chico que sólo sabe hacer una cosa, y nada más lejos de la realidad.
Hideo Kojima ha escrito y dirigido títulos como Snatcher y Policenauts, además de participar en el desarrollo del peculiar Pinguin Adventure. Y sí, aunque desde el año 1987 sólo se le relacione con la serie Metal Gear, lo cierto es que también supo brindaros otra gran saga que poco o nada tenía que ver con las aventuras de Snake y compañía. Hablamos cómo no de Zone of the Enders y su secuela, una serie de acción que tenía como protagonistas a unos impresionantes mechas de combate, contando con un apartado audiovisual de inspiración anime bastante molón.
Pero a lo que vamos, Konami no se ha contentado con echar a Kojima (o con no hacer lo necesario para que se quede), si no que se ha empeñado en borrarle del mapa eliminando cualquier referencia a él, hasta el punto de exigir a la prensa durante el pasado E3 2015 que no realizaran pregunta alguna sobre el creativo. Pero lo peor vino en abril como resultado de una predecible reacción en cadena: Silent Hills, ese alentador proyecto en el que trabajaban mano a mano Hideo Kojima y el cineasta Guillermo del Toro, también fue cancelado para la decepción y enfado de todos aquellos jugadores que veían en él la última baza para su franquicia de terror más querida, la cual lleva años en caída libre por la aparente dejadez de Konami.
¿Qué llevó a la editora a apoyar y anunciar un proyecto tan ambicioso, tan esperanzador como este, para después dejarlo tirado en la cuneta? ¡Ay amigos! Podríamos decir que la editora ha sido secuestrada por una serie de ninjas de la economía que sólo quieren beneficios rápidos y facilones, o bien que se han vuelto todos locos y creen que por hacer las cosas del revés van a hacerlas bien.
Lo cierto es que la explicación más plausible la encontramos en lo económico. Sí, así de entrada ya suena feo, ¿verdad? Que las decisiones de una editora dependan meramente de ‘la pela’ nos parece anodino e incluso egoísta. Sin embargo no hay que olvidar que son empresas, y que su objetivo final es hacer dinero con cada videojuego que lanzan al mercado. Ahora bien, la fórmula elegida por Konami para lograr dicho objetivo es perfectamente discutible.
Ayer mismo supimos que, según Nikkei, a la editora ya no le interesan las grandes superproducciones como Metal Gear Solid V: The Phantom Pain, título que habría costado la friolera de 80 millones de dólares, cifra por otro lado comprensible si tenemos en cuenta todo lo que quiere ofrecer: espectacularidad visual potenciada por un cuidado enfoque cinematográfico, un guion elaboradísimo, personajes carismáticos, una enfermiza atención por el detalle y una libertad de acción sin precedentes gracias a su apuesta por el mundo abierto. Y sí, todo esto que tanto nos gusta cuesta dinero, mucho dinero.
Pero anda, frente a todo esto ahí están los juegos para móviles, que en comparación cuestan cuatro perras y, en ocasiones, logran unos beneficios estratosféricos. Es esta realidad a medias la que parece haber obnubilado a Konami si hacemos caso a su intención por centrarse en mayor medida en este mercado. ¿Y por qué decimos ‘realidad a medias’? Pues porque como en toda buena fórmula ideada para convertir el barro en oro, casi siempre hay algo que falla.
Basta con echar un vistazo a todas esas compañías que durante los últimos años han querido apostar en mayor medida por el mercado móvil. Firmas como Sega, Capcom y Square Enix han llegado a emponzoñarse los pies, y no han dudado en recular en cierta medida para salvar los muebles. Después de todo el mercado móvil es volátil y está sobresaturado, por lo que plantar una bandera de conquista y nombrarte rey del mambo no es tan sencillo como parece. ¡Sí hasta Microsoft ha salido escaldada tanto en hardware como en software (y aún y así sigue erre que erre)!
¿Y qué ocurre con todo aquel empleado que no está de acuerdo con las decisiones de la editora? Pues también según Nikkei, quien trata todo esto como meros rumores, son castigados por la editora mediante una serie de prácticas que tan sólo buscan su renuncia voluntaria, ahorrándose así cualquier tipo de indemnización por despedido. Según explica el rotativo japonés, entre dichas prácticas encontraríamos el trasladar a los ‘empleados problemáticos’ a ‘habitaciones de exilio’ en las que pasan la jornada sin hacer absolutamente nada de provecho o bien tareas ridículas impropias de su cargo y talento. Y dichas prácticas no sólo se estarían aplicando con empleados novatos con el objetivo de adelgazar la plantilla, sino que también con veteranos, incluidos productores y directores.
Es decir, parece como si el mercado móvil fuera una golosina demasiado difícil de ignorar, un caramelo que hay que saborear a cualquier precio. Está ahí mismo, a dos sencillos pasos que no parecen requerir de juegos malabares o de seguro de vida. Es casi como bajar al buzón y recoger un sobre a rebosar de dinero. Es fácil, bonito, rápido y placentero. Pero amigos, ya lo decimos, el precio por prácticas como esta puede ser una mancha imborrable en tu reputación. Y además, puede que los móviles coman cada vez más terreno a las consolas, pero aún están muy lejos de acabar con ellas tal y como demuestran por ejemplo las espectaculares cifras de ventas de PS4.
Por otro lado y no menos importante, el mercado móvil es muy tentador, pero conlleva un precio: la muerte de tus licencias. Sí, puedes transformarlas, adaptarlas o disfrazarlas, pero ya no volverán a ser lo que eran porque los juegos para móviles siguen siendo muy distintos a los videojuegos de consola o PC. Hablamos por norma de inmediatez frente a profundidad, de simpleza frente a complejidad, de limitaciones técnicas frente a las virtudes de un hardware mucho más potente. Y hablamos sobre todo de un público volátil frente la fidelidad del público gamer.
El futuro de Metal Gear Solid es incierto sin Kojima, pero se vuelve realmente inviable si Konami decide pasar de las superproducciones. Lo mismo ocurre con Castlevania, franquicia histórica donde las haya cuyas últimas grandes entregas llevan la firma de los españoles MercurySteam, ahora centrados en otros derroteros. ¿Y Silent Hill? Si esta franquicia de terror lleva años sin levantar cabeza debido al aparente pasotismo de la editora, no queremos ni imaginar lo que será de ella ahora que dicho pasotismo se ha convertido en evidente. Nos queda la serie deportiva PES, la cual debido a su idiosincrasia nos preocupa menos, puesto que genera grandes beneficios sin la necesidad de introducir cambios profundos e inversiones astronómicas de un año a otro.
Por todo ello hemos creído conveniente titular este artículo con un escueto ‘Konami, ¿qué vas a hacer?’ que a muchos os sonará a la señora de APM y Top Trending Tele. Porque nos sentimos tan estupefactos ante esta situación como ella, tan temerosos por lo que le pueda ocurrir a algunas de nuestras sagas de videojuegos más queridas que no podemos hacer más que robarle la frase a la pobre señora. Porque sentimos como si el bueno de Solid Snake y todos los Bellmont estuvieran en las manos de Konami, y ésta tuviera el brazo extendido sobre el vacío.
¿Qué vas a hacer Konami? ¿Abrirás el puño para dejarlas caer?