Bocanada de aire fresco

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Rioja2

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Desde el 20 de agosto no sumaba 3 puntos de una tacada la Unión Deportiva Logroñés. Fue en Lezama, con un juego brillante, y superando a un Bilbao Athletic en todo. Casi tres meses después, triunfo en Urbieta. Un escenario diferente. Frente a un Gernika que acumulaba 6 jornadas sin perder. El tanto de Rayco vuelve a ilusionar a los fieles blanquirrojos porque la cuarta posición está a 2 puntos, al alcance de la mano. En esta ocasión, la UDL fue mejor en la primera mitad, tuvo sus ocasiones, algunas claras, pero no marcó. Arrancó la segunda mitad con un Gernika mejor plantado, más decidido, casi embotellando a los riojanos. Miguel evitaba la derrota.

Hasta que llegaron los cambios de hombres y de dibujo. Entonces nueva vuelta de tuerca favorable a los intereses logroñeses que se confirmó con el tanto de Rayco. Suficiente. Después hubo que sufrir, sobre todo, en los minutos finales. La defensa mantuvo el tipo, no perdió la concentración y los puntos van para Logroño. Hacían falta porque las tres próximas citas serán ante los tres primeros de la tabla. Y las diferencias con ellos empiezan a ser importantes, 7 puntos con Racing, 8 con Sporting B y 11 con el líder Mirandés. Por eso había que ganar al Gernika, porque el empate ante el Arenas en Las Gaunas obligaba a fajarse en las áreas, donde los blanquirrojos venían pecando de falta de contundencia. Se hicieron los deberes y ahora se encara una recta final de primera vuelta con muchos cosas por decidir.

Sergio Rodríguez lo volvió a hacer. No escatimó. No dudó. Por segundo encuentro seguido el técnico logroñés introdujo seis cambios en el once. Se intuían modificaciones tanto por el rival como por la hierba artificial de Urbieta. Una, era obligada, la de Paredes, sancionado por acumulación de amarillas. Ante el Real Unión, Zubiri por el lateral zurdo, pero este domingo la apuesta fue otra, Miguel Santos por la izquierda y Sotillos, que se estrenaba como titular, por la derecha. Ramiro volvía a escena por Borja Gómez. Como César Remón y Salvador en la medular en detrimento de Muneta y Carlos García. Marcos André aparecía como nueve por Espina, mientras que Iván Aguilar partía desde la izquierda en vez de Ñoño.

Esta nueva revolución tuvo su efecto porque la UDL estuvo mejor que su rival de partida. Si el Gernika es un conjunto que trata de exprimir sus virtudes al máximo, en esta ocasión, los blanquirrojos -aunque actuaron con la camiseta azul- intentaron imponer su idea desde el pitido inicial. Y por eso buscaron el balón como medio para acercarse sobre Carrio. Rayco la tuvo a los diez minutos tras un pase en profundidad de Arnedo. El canario aprovechó la media salida del portero para inventarse una vaselina que no culminó en gol porque Carrio rectificó en última instancia para dar un manotazo y mandar el cuero a córner. César Remón, de cabeza, probaría el aplomo del meta rival tras el lanzamiento de ese mismo saque de esquina.

Se intuía a un cuadro riojano entonado, dominador y que no dejaba brillar a un Gernika más expectante de lo que quisiera. Pese a ello, los locales se estiraron un poco y rompieron el mando de los visitantes con un tiro desde la frontal de G. Larrucea que hizo un extraño que sorprendió a Miguel, que tuvo fajarse para blocarlo en dos tiempos. Resultó una acción aislada porque la UDL continuaba ordenada, seria y convincente con una medular superior a la de su oponente.

Además, generaban problemas por el costado izquierdo. Así, Iván Aguilar se presentó ante Carrio para superarlo y casi cantar el tanto, pero fue Carracedo el que despejó cuando la pelota se colaba para dentro. A raíz de esa jugada, el Gernika espabiló un poco. Al menos ralentizó, en algunos momentos, el ritmo que imponía el bloque logroñés. Asimismo, equilibró las fuerzas, incluso lanzó un córner y pisó área contraria. Cierto que no generó excesivo peligro, pero el suficiente para saber que de la nada podían sacar petróleo. Evidentemente, cuando las jugadas se embarrullaban y no había contundencia en los despejes era cuando los de Javi Luaces creían en sí mismo.

EL GERNIKA SE CRECE

Comenzaba el segundo tiempo con desequilibrio en favor de los locales y eso era una mala señal porque el Gernika iba creciendo. Así lo demostró en un centro desde la derecha, pase atrás de cabeza de Entzi y remate de G. Larrucea que obligaba a una gran intervención, abajo, del capitán Miguel que evitaba que los suyos fueron por detrás en el marcador. Los locales se gustaban porque el juego, ahora, iba en una dirección, la de sus intereses. a la que le costaba encadenar varios pases era a una UDL que tenía que fajarse en las tareas defensivas. Arnedo tenía que meter la cabeza tras un córner y casi se marca en propia puerta.

Había que buscar otras cosa. Así lo entendió Sergio Rodríguez con la entrada de Ñoño al campo y modificando el dibujo de los suyos, dejando al extremo andaluz en la izquierda pasando Iván Aguilar a actuar como '9', mientras que Rayco ganaba en movilidad por dentro. Por lo menos, Miguel ganó en tranquilidad porque esta variante enfrió los ánimos de un Gernika que estaba casi acosando a su adversario. Además, los riojanos aumentaron su presencia en la otra parte del campo. Parte de la culpa la tuvo Ñoño. Su velocidad puso en jaque a la zaga de un Gernika que tenía que ir hacia atrás. El andaluz avisó de sus diabluras con un tiro flojo, pero luego fue Salvador el que se sacó un buen balón desde el costado para que Rayco peinara lo justo para hacer un tanto que podía valer su peso en oro.

Se había hecho lo difícil y había que aguantar para romper la racha negativa a domicilio, donde no se sumaban los tres puntos desde las jornada inaugural en Lezama. El Gernika refrescaba su ataque con un doble cambio, aunque no inquietó en demasía a una defensa blanquirroja que estaba concentrada al máximo. Espina era el recambio en la punta por Iván Aguilar. El asturiano salía para dar oxígeno a los suyos y para sacar faltas. Lo hizo a la perfección. Ñoño y Rayco intimidaban con espacios, por lo que la clave podía pasar por impedir que los locales golpearan con criterio.

En ello se aplicó un bloque intenso, concienciado de la importancia de los puntos ante el calendario que viene -Mirandés, Sporting B y Racing, es decir, los tres primeros-. El Gernika apretó los dientes y buscó el empate casi a la desesperada. Sin juego, con un fútbol directo, rudimentario, pero efectivo para los vizcaínos. Tocó sufrir y eso que Sergio Rodríguez trató de arañar segundos cerrando los cambios con el tiempo cumplido. La mejor noticia es que los locales no generaban. Hasta que Berasaluce dispuso de una, ya en el minuto 92, con un tiro desde fuera del área que se marchó arriba. Fue el momento de respirar porque apenas se jugó más. Los tres puntos estaba en la mochila de una UDL que tiene a dos la cuarta posición tras la derrota del Burgos en Estella. Lo malo es que la tercera plaza, del Racing, queda a 7.

FICHA TÉCNICA

Gernika: Diego Carrio; Kevin, Berasaluce, Carracedo, A. Larrucea; Otiñano (Madrazo, min. 71); Barrón (Etxabe, min. 71), G. Larrucea, Olaetxea, Entzi; y Pradera (Txema Pan, min. 80).

UD Logroñés: Miguel; Sotillos, Caneda, Ramiro, Miguel Santos; Arnedo, César Remón, Salvador; Rayco (Carlos García, min. 90), Marcos André (Ñoño, min. 60) e Iván Aguilar (Espina, min. 80).

Gol: 0-1, min. 70: Rayco.

Árbitro: Daniel David Baiges Dones (Comité Aragonés). Amonestó a los locales Otiñano (min. 18), Berasaluce (min. 63), su entrenador Javi Luaces (min. 77), G. Larrucea (min. 80), A. Larrucea (min. 82) y Altamira (min. 84) estando en el banquillo, y a los visitantes Iván Aguilar (min. 28), Salvador (min. 34), Miguel Santos (min. 68) y Arnedo (min. 84)

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