“He visto como varios militares apaleaban a un saharaui esposado”
Son jóvenes y solidarios y han sido testigos de excepción de unos hechos que han dado la vuelta al mundo y han puesto en el disparadero la actitud del Gobierno español ante el conflicto saharaui.
Silvia García y Javier Sopeña estuvieron en el campamento saharaui conocido como 'el campamento de la dignidad' donde vivían miles de saharauis que huían de la represión del Gobierno marroquí. Llegaron a este campamento en mitad del desierto a través de la Asociación Sáhara Twara y participaban en el avituallamiento de medicinas del campamento.
Javier Sopeña explica que el campamento era como un oasis de libertad en mitad de “un país ocupado por otro, donde no puedes expresarte ni trabajar aunque estés preparado ya que el Gobierno reserva los puestos de trabajo a los colonos marroquíes” advierte. Poco a poco, fueron llegando saharauis al desierto y conformaron un campamento bien organizado: había diversos comités de seguridad, limpieza, de medicinas... A pesar de la presión que ejercía el Ejército, la Gendarmería y la Policía marroquíes a lo largo de los 15 kilómetros de carretera que separan El Aaiún del campamento.
García ha relatado las estrategias de control que llevaba a cabo el Ejército marroquí como empotrar sus vehículos contra los turismo de los saharauis o levantar un muro para controlar a los que entraban y salían del campamento. Sin embargo, no pudieron impedir que el campamento se convirtiera en un pequeño país libre y bien organizado. “El día de antes del ataque ya sabíamos que algo iba a suceder” asegura Sopeña, “empezaron a llegar más tropas, más vehículos militares y ambulancias. Aún así, ningún saharaui se marchó”. Cuando el Ejército atacó el campamento, los jóvenes saharauis se dispusieron a aguantar para que sus familiares: mujeres, ancianos y niño, pudieran salir de allí.
“Hubo muchas detenciones, de algunos sabemos que estar en la cárcel pero de otros muchos no sabemos nada” dice este joven cooperante.
Por su parte, Silvia García afirma que en ningún momento sintieron miedo a pesar de que fueron testigos del ataque. Y ha relatado que una de las imágenes más terribles que recuerda es cuando vio como varios militares apaleaban a un joven saharaui que llevaba las manos esposadas a la espalda. “Fue una violencia indiscriminada y hubo ensañamiento” afirma Silvia.
Ahned Salek, representante de la Delegación Saharaui en La Rioja, asegura que la paciencia del pueblo saharaui ha quedado demostrada tras 35 años de ocupación de su territorio por parte de Marruecos sin que se hayan cometido actos violentos o terroristas. Salek ha pedido a la Comunidad Internacional que reflexione y aporte una solución al conflicto y ha sido muy duro con el Gobierno español. “Nos duelo que Zapatero o Trinidad Jiménez digan que están esperando un informe de la Fiscalía marroquí para dar veracidad a lo sucedido en el campamento” afirma, “que eso lo haga el Gobierno francés, lo entendemos, pero de España es vergonzoso, un insulto al pasado, al presente y al futuro”.
Esta tarde a partir de las 19.00 horas en el Ateneo Riojano de Logroño ofrecerán una charla sobre lo ocurrido en 'el Campamento de la Dignidad'.
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