El máximo responsable de la investigación del crimen de Cuzcurrita ha declarado ante el juez que los dos acusados por el asesinato y robo del hostelero, Guillermo Castillo, en su domicilio “pensaban que podrían obtener un lucro económico de 50.000 a 60.000 euros” aunque sólo pudieron obtener 600. Cree, además, que fue un plan “concertado y planificado” con “todas las medidas necesarias para llevar a cabo el delito”. La víctima -además- “no se pudo defender”.
Como ha desgranado después de dar a conocer las diligencias hechas en el caso, los dos acusados “quedaron a una fecha, a una hora, dicen cómo tienen que ir (con guantes y grilletes) se quedan en llamar esa noche -el día 1 de mayo de 2023- y cómo quedar para ir en vehículo hasta Cuzcurrita”.
Además desde el primer momento, los agentes “tuvieron claro” que “el crimen se realizó por más de una persona”. Estas son las principales conclusiones que ha expresado el capitán de Policía Judicial tras llevar a cabo la inspección ocular, recoger testimonios y conversaciones telefónicas, analizar estudios, oír la declaración del testigo protegido, y leer dictamenes forenses.
Tras la investigación se garantiza que hubo “planificación y organización para conseguir un buen negocio fruto de un lucro de otro delito mucho más grave: dar muerte a la víctima de una manera cruel, con saña y con un sufrimiento bastante evidente”.
Este miércoles ha continuado el juicio por el asesinato de Guillermo Castillo ocurrido la madrugada del 1 al 2 de mayo de 2023. Los dos acusados, que se declaran inocentes y se culpan entre ellos, se enfrentan a penas de 27 años de prisión por asesinato y robo, como pide la Fiscalía, o la prisión permanente revisable, como pide la acusación particular.