Salvador y Muneta ejercen de espadas

Llegó el debut liguero y las dudas se disiparon cuando Salvador se inventó uno de esos goles que parece detener el tiempo. Finta, tranquilidad y tiro cruzado haciendo imposible la estirada de Unai Simón. Tampoco se quedó atrás Muneta cuando enganchó una volea para hacer el 1-2 antes de la hora de encuentro. A falta de que lleguen tres de las tan comentadas espadas, el centrocampista castellonense, que sigue de dulce tras sus dos últimos meses del curso pasado, asumió las responsabilidades y se echó el equipo a la espalda. Mientras que Muneta, aunque no estuvo muy participativo, estuvo donde había que estar para dar el primer triunfo a una UD Logroñés que empieza con buen pie.

No fueron los únicos. Marcos André, a expensas de que venga ese ‘9’ que dé un plus al equipo, continúa a lo suyo. Trabaja como el que más para convertirse en el primer hombre en lanzar la presión alta que quiere implantar Sergio Rodríguez en la UD Logroñés. Y esa labor, oscura y sacrificada, tiene su premio. En ocasiones no da su fruto, pero con el paso de los minutos los rivales acusan la insistencia del delantero brasileño y el cuadro blanquirrojo -enfundado con la elástica azul en Lezama- obtiene su recompensa.

Eso lo agradece Ñoño, un futbolista que parece destinado a dar alegrías a la grada riojana. Desde la zurda le gusta ser desequilibrante, demostrar que esta UDL cuenta con pellizcos y detalles que pueden dar un giro a un partido. El caso es que el gaditano, bien acompañado por Paredes por su perfil fue de lo más peligroso de los logroñeses una vez superado el dominio alterno de los compases iniciales.

A partir de ese momento, Arnedo y Salvador, además de Muneta, adquirieron mayor protagonismo. Aunque la clave estuvo en la intensa presión que desplegaban los visitantes y que cortorcircuitaron a un filial que no podía desarrollar su juego combinativo y alegre. Eso no quita para que Muñoz, desde la derecha, generara zozobra por momentos ante ligeros desajustes defensivos.

El caso es que prácticamente se jugaba en campo de los locales y eso provocó que Ñoño y Espina pudieran haber adelantado a los suyos. La acción más clara fue a la salida de un córner cuando el remate del asturiano fue sacado bajo la línea por un defensor rojiblanco. Acto seguido, en los mejores minutos de los riojano, vino el tanto de Salvador. Como sin querer, se sacó de la chistera una finta. Sorprendió a propios y a extraños y con calma, con aparente tranquilidad, cruzó el esférico. Como sin darse importancia, como si fuera algo que hace todos los días. Así es Salvador. Ya estaba pensando en la siguiente jugada.

El Bilbao Athletic trató de recomponerse y encontró la manera de rehacerse al filo del descanso. Guruzeta fijó a los centrales, supo hacerles el lío, abrió a la banda y estuvo en el momento preciso para rematar a la primera y superar al capitán Miguel. Uno de esos tantos que podía hacer daño.

Así ocurrió tras la reanudación. Que Zubiri fuera protagonista, por sus constantes despejes y cortes, en el arranque de la segunda mitad no era una buena señal. Es más, el filial lanzó dos saques de esquina mientras que a la UDL le costaba salir de su zona. Muneta apenas podía entrar en contacto con el cuero y Espina no podía oxigenar a los suyos. Había que dar pausa y volver a recuperar las sensaciones. Se necesitaban un par de posesiones largas y en esa faceta Arnedo –a Sergio Rodríguez no le importó dar la titularidad a un choco del filial- y Salvador debían volver a dar un pasito al frente.

Llegó la calma cuando Paredes la puso desde la izquierda y Muneta la enganchó pese a que apenas pudo ver el balón después de que Marcos André buscara el remate. Otra vez por delante pero con menos tiempo por jugarse. No se podía bajar la guardia y había que estar expectante a cómo iba a aguantar el físico de los logroñeses en esta primera jornada liguera.

La UDL no se dejó amedrantar y porfió en sus intenciones. Que los riojanos iban a buscar el tercero en vez de dejarse querer lo demostró Miguel Santos con una internada y posterior tiro. Claro que enfrente los de Garitano no habían dicho su última palabra. Contaban con un cuarto de encuentro y buscaron el empate con ahínco. Sergio Rodríguez movía ficha con Germán Saénz en detrimento de Ñoño, mientras que el filial vizcaíno asustaba desde el córner. Undabarrena estuvo a punto de hacer un gol olímpico, pero Miguel lo evitaba en el último momento. Muñoz, peligroso, volvía a poner en aprietos a Paredes y un centro suyo era rematado en el segundo palo por Benito. Otra vez Miguel demostraba sus reflejos.

El técnico logroñés aprovechó para dar minutos a Rayco, último fichaje, por un Marcos André que segundos antes había visto la amarilla. Y minutos después César Remón, que no ha podido completar todos los entrenamientos de la semana, daba músculo y orden en la medular para la recta final del choque. Por fortuna no hubo ni contratiempos ni acercamientos por lo que llegó la primera victoria riojana al conquistar Lezama por la mínima. Sin duda, un paso firme para las mejores cotas posibles. Y eso que aún faltan piezas por llegar. Quizá se pueda ver a alguna de ellas en el debut en Las Gaunas el domingo que viene.

FICHA TÉCNICA

Bilbao Athletic: Unai Simón; Sillero, Gil, Unai Bilbao, Andoni López; Nolaskain (Oli, min. 76), Undabarrena; Muñoz, Íñigo Vicente (Tarsi, min. 46), Seguín (Benito, min. 59); y Guruzeta.

UD Logroñés: Miguel; Miguel Santos, Caneda, Zubiri, Paredes; Muneta (César Remón, min. 84), Arnedo, Salvador, Ñoño (Germán Sáenz, min. 69); Espina y Marcos André (Rayco, min. 76).

Goles: 0-1, min. 26: Salvador. 1-1, min. 42: Guruzeta. 1-2, min. 58: Muneta.

Árbitro: Fuente Martín (Colegio Cántabro). Amonestó a los locales Seguín (min. 38), Gil (min. 59) y Sillero (min. 67) y a los visitantes Marcos André (min. 75) y Salvador (min. 82).