La prediabetes es un estado aterogénico (durante el cual se forma la placa de ateroma que dificulta la correcta circulación de la sangre en los vasos sanguíneos), y tiene una estrecha relación con la resistencia a la insulina, un fenómeno típico del síndrome metabólico que define el riesgo cardiovascular de las personas con varios factores de riesgo, como sobrepeso, obesidad o alteraciones de los lípidos en sangre. Esta era la advertencia de Steven Haffner, de la Universidad de Texas: “Hasta la fecha, ninguna de las estrategias para la prevención de la diabetes ha mostrado eficacia para reducir la enfermedad cardiovascular”.
Las personas 'prediabéticas' padecen alteraciones de la glucosa en ayunas o 'preprandial' (IFG) y de la tolerancia a la glucosa (IGT). “El riesgo de desarrollar diabetes oscila entre el 3 y el 10 por ciento para los casos de IGT o IFG establecidas. Cuando estas anomalías se dan a la vez, el riesgo es del 10 por ciento, y el riesgo de que se presente una enfermedad coronaria es del 1 al 3 por ciento, así que estamos hablando de un problema grande”, afirmaba.
PREDIABETES
El estado prediabético es un indicador de mala salud, y un acicate significativo del gasto sanitario provocado por angina, infarto de miocardio e ictus. Son resultados de un trabajo presentado en las 65ª Sesiones Científicas de la Asociación Americana de Diabetes, que se han celebrado en San Diego, Estados Unidos.
Según estimaciones previas, los costes sanitarios anuales correspondientes a los individuos con niveles de glucosa en sangre más elevados dentro del estado prediabético están un 31 por ciento por encima de los gastos que generan personas cuyos niveles de glucosa son normales. Gran parte de esos costes adicionales se explican por la factura de la enfermedad cardiovascular, que es cara de tratar pero bastante barata si se busca prevenir.
El estado prediabético se define por elevación de los niveles de glucosa por encima de lo normal, pero por debajo del umbral de definición de enfermedad. También se conoce como alteración de la tolerancia a la glucosa (IGT, sus siglas en inglés), o alteración de la glucosa preprandial (en ayunas), también conocida por sus siglas, IFG.
Actualmente, el umbral de diagnóstico de prediabetes es de 100 mg/dl. No obstante, antes de 2003, el punto de corte era más elevado (110 en las mismas unidades). Para diagnosticar diabetes es necesario que los niveles de glucosa en sangre alcancen los 126 mg/dl.
El umbral se redujo hace varios años por intervención de un comité de expertos designados para identificar a las personas que tienen mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. La decisión se adoptó en vista de que había trabajos que habían probado que la detección precoz de este tipo de alteraciones tiene como resultado la prevención o, al menos, el retraso de aparición de diabetes en un 58 por ciento de los pacientes.
Para alcanzar ese porcentaje sólo es necesario cambiar ciertos hábitos, logrando pérdidas de peso moderadas y realizando ejercicio físico regularmente. Otros trabajos sugieren, además, que esas medidas y otras similares tienen un efecto beneficioso en el riesgo cardiovascular.