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El giro a la derecha de Casado deja a Garrido sin apoyos en el PP de Madrid para ser candidato

El giro a la derecha de Casado deja a Garrido sin apoyos en el PP de Madrid para ser candidato.

Sofía Pérez Mendoza

Una parte representativa del PP de Madrid no quiere que el actual presidente, Ángel Garrido, sucesor de Cristina Cifuentes, sea el candidato para seguir al frente de la Puerta del Sol en las elecciones de 2019. La Ejecutiva regional que dirigía solo hace unos meses como secretario general con Cristina Cifuentes a los mandos es la que ahora le da la espalda. La primera toma de control de Génova sobre el partido regional tras la salida de la expresidenta ya desplazó a los cifuentistas. Y la última remodelación, dirigida ya por Pablo Casado, no ha revertido esa senda.

Ahora, con la irrupción de Vox, un sector del PP de Madrid se muestra partidario de apostar por candidatos más “duros” mientras el entorno de Garrido hace evidente su descontento con el vacío que, aseguran, hace la dirección regional al presidente de la comunidad. Ese giro a la derecha que algunos ven con buenos ojos choca con la posición que ha mostrado Garrido públicamente tras las elecciones andaluzas: defender un “sitio propio” que está en el “centro derecha” moderado.

Por primera vez el PP se enfrenta en Madrid, sin candidatos aún nombrados, a una fragmentación en tres del voto que acaparaban sin esfuerzos hasta 2015. “Madrid no es lo que era. Pasaron los tiempos de la belle époque, de ganar siempre”, analizan fuentes cercanas al Gobierno regional, que admiten las dificultades del partido para designar un candidato en esta circunstancia y tras el desagüe de los últimos meses con la salida de Cifuentes, Sáenz de Santamaría, María Dolores de Cospedal y el propio Pablo Casado de las quinielas. Con el Ayuntamiento pasa lo mismo.

Por eso, si hay quórum en algo en el nuevo PP de Madrid es que las elecciones de mayo obligarán a incluir a Vox en los pactos. Algún dirigente del partido incluso se muestra optimista con que el bloque de derechas saque más escaños que en 2015 pese a que ello implique sumar a la extrema derecha en la cuenta.

En la primera planta de Génova 13, no se muestran demasiado preocupados por el “voto perdido” de Ciudadanos porque dan por hecho que la formación naranja estará en la suma. “Los que se querían ir ya se han ido”, dice un dirigente con callo en el partido ante la posibilidad de que los más moderados del PP no se sientan identificados con la deriva de Casado, que puede tener eco en la elección de los candidatos madrileños.

Los reproches a Garrido

De momento, el líder del PP deja correr los tiempos y guarda el nombre de los elegidos hasta después de las fiestas navideñas. Los candidatos de Madrid serán los últimos en conocerse, al filo de la Convención Nacional prevista para el 18 y 19 de enero.

Y los nervios en la Puerta del Sol y en Génova aumentan entre cena y cena de Navidad. El presidente regional coincidió con Mariano Rajoy en la del distrito de Salamanca esta semana, donde también estaba su principal competidor en las quinielas, el alcalde de Boadilla del Monte, Antonio González-Terol. Garrido agradeció el respaldo del expresidente del partido y la confianza que depositó en él para encomendarle la travesía en el desierto tras la traumática dimisión de Cifuentes por el caso Máster.

El presidente regional reivindica su gestión en tiempos difíciles como aval a la espera del dedazo de Casado. Pero algunos compañeros de partido y de bancada en la Asamblea, más allá de las políticas, consideran que hay desaires sutiles y no tan sutiles hacia la dirección nacional que han “restado puntos” a su candidatura.

El más evidente, recuerdan, fue la reacción del presidente ante la remodelación del PP de Madrid propuesta por Casado. “Habría elegido otros nombres”, aseguró en una rueda de prensa, preguntado sobre su opinión acerca del ascenso de David Erguido, señalado por la Púnica, y la alcaldesa de Pozuelo, Susana Pérez Quislant, imputada por un delito medioambiental. También su ambiguo apoyo a Casado en la segunda vuelta de las primarias del PP, tras quedar eliminada su candidata favorita: María Dolores de Cospedal. “Podría haber tenido más opciones”, asume un dirigente, de no ser por estos gestos.

El candidato al Ayuntamiento también sigue también en incógnita. José Luis Martínez Almeida, actual portavoz del PP municipal, se postula pero sus opciones están limitadas porque, según algunos dirigentes, elegirlo como candidato significaría mandar el mensaje de que es “sacrificable” y abocarse a apoyar a la candidata de Ciudadanos, Begoña Villacís, a quien las encuestas le sonríen.

La posición de Martínez Almeida, en todo caso, está mucho más alineada con el PP de Casado ideológicamente y esta semana se ha dejado ver con la expresidenta Esperanza Aguirre, que ha vuelto a la exposición pública ahora que las aguas están revueltas en Madrid. En un acto por la libertad de los presos de Venezuela, se colocaron a su lado Antonio González Terol, candidatable a la Comunidad y antagonista de Garrido, y el también omnipresente últimamente Adolfo Suárez Illana.

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