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El historial ultra del nuevo vicerrector de la Complutense: “Un católico debe desobedecer leyes contrarias a la ley natural”

“Es una labor difícil porque cambiar una tendencia lleva mucho tiempo, pero no quiero que este sea un lugar de lucha política”. Así defendía el rector de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Joaquín Goyache, la despolitización del mayor centro de estudios presencial de España. Fueron sus palabras para una entrevista con Somos Madrid durante una controvertida campaña electoral en la que acabó revalidando su cargo. Goyache incidió en su negativa a que “se excluyan las ideas de unos o de otros”. Sin embargo, a tenor de los postulados defendidos en varias publicaciones por su nuevo vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado, Julio Banacloche Palao, el respeto a algunas formas de pensar parece en entredicho.

“Que una ley haya sido aprobada mayoritariamente por un parlamento no dice nada de la justicia de esa norma”, aseguró este catedrático de Derecho Procesal en una conferencia del ciclo Experiencias desde la Fe, impartida en el Colegio Mayor Belagua (Pamplona) de la Universidad de Navarra en noviembre de 2012. Banacloche llegó a decir que “un católico debe desobedecer las leyes contrarias a la ley natural”, ya que “intentar paliar una ley injusta es un deber”. Estas palabras aparecen recogidas en Catholic.net, portal dirigido a “llevar la palabra de Dios a todos los rincones del mundo”.

Publicaciones más recientes ilustran lo que el nuevo dirigente de la UCM entiende como “una ley injusta”. En una entrevista publicada en marzo por el medio católico Omnes, Banacloche arremete contra la ley trans porque supone “el penúltimo producto de la factoría de ingeniería social que ha conseguido acceder al Gobierno y al Parlamento”. Habla de “una regulación desproporcionada, ideologizada y contraria a la ciencia, a la lógica y a la seguridad jurídica y social más elementales”.

Según Banacloche, “nadie entiende que una persona pueda cambiar de sexo simplemente con decirlo en la ventanilla del Registro y aprovecharse a partir de ese momento de las ventajas atribuidas al nuevo sexo”. Mantiene por ello que “las grandes perjudicadas por estas reformas son las mujeres, que ven cómo a través de estas normas se diluyen todas las conquistas sociales y laborales conseguidas en los últimos decenios”. Pero extiende sus ataques al “delirio legislativo” mucho más allá: a “la ley del bienestar animal, que concede derechos a los animales en su condición de seres sintientes; o el anteproyecto de ley de familias, que considera como tales a 18 realidades diferentes”.

Julio Banacloche se ceba igualmente con la ley del aborto o la de eutanasia: “En esas decisiones, que además el Estado tiene que reconocer, promover y realizar, los demás no importan nada: ni el padre (ni mucho menos el hijo al que se aborta) en la eufemísticamente llamada interrupción voluntaria del embarazo (cuando no se interrumpe nada, sino que le pone fin), ni los familiares en la eutanasia, ni el resto de personas y colectivos afectados por un cambio de sexo en la ley trans”. Concluye que “implantar un pensamiento único y castigar administrativa o penalmente a quien opina lo contrario [lo que a su modo de ver persigue el actual Gobierno central] nos acerca peligrosamente al totalitarismo”.

Nadie entiende que una persona pueda cambiar de sexo simplemente con decirlo en la ventanilla del Registro y aprovecharse a partir de ese momento de las ventajas atribuidas al nuevo sexo

En la entrevista, que tuvo lugar a propósito de una conferencia titulada La familia ante las nuevas leyes de ingeniería social en la que Banacloche fue ponente, el nuevo vicerrector llama a “preguntar en casa qué se ha explicado en el colegio, o qué se ha visto en las redes, y explicar y corregir lo que no sea conforme con las convicciones que los padres quieren transmitir a sus hijos”.

La conversación se cierra con una advertencia: “Ha llegado el momento de que todos asumamos con valentía compromisos personales y sociales en la defensa del bien común: los padres dedicando tiempo y esfuerzo a la educación de sus hijos (sacrificando a veces ratos de ocio o realización personal), los profesores volcándonos con nuestros alumnos, y en general todos formando parte de entidades y asociaciones que pueden influir en la sociedad”. Como vicerrector, Banacloche tendrá entre sus funciones la coordinación y control de los procesos de autoevaluación de los programas académicos, las negociaciones con los órganos de representación del Personal Docente e Investigador, la puesta en práctica de acciones formativas para esta plantilla o el nombramiento y régimen de las distintas figuras de colaboración académica.

Contra la exhumación de Franco: “Improvisación, torpeza y precipitación”

Pero Banacloche no solo ha criticado la agenda social del Gobierno de Pedro Sánchez desde la moral católica. En su artículo Exhumatio non petita... cuestiona el procedimiento administrativo del Ejecutivo para sacar los restos de Francisco Franco del Valle de Cuelgamuros. Banacloche arremete contra “el nivel de improvisación, torpeza y precipitación” por parte del Ejecutivo central ante una acción que tacha de “chapuza”.

En esta tribuna abierta publicada en El Mundo, donde el vicerrector evita en todo momento calificar al dictador con ese término y se refiere a él como “general Franco”, Banacloche afirma que “lo único importante era evitar que Franco pasara del Valle de los Caídos a la Catedral de la Almudena, con la carga de ridículo que eso comportaba”. Remarca que, más allá de “cuestiones procedimentales”, con la exhumación estaban en juego “derechos fundamentales como la igualdad ante la ley, la libertad religiosa y de culto, o la intimidad familiar, a lo que se puede añadir el alcance de la inviolabilidad de los edificios religiosos cuando se afecta a actos de culto”. Auguraba que “la decisión está muy lejos de ser adoptada en unos pocos meses”, pero finalmente el traslado se consumó en octubre de 2019, siete meses después de la publicación de la pieza.

Renovación profunda en el gobierno de la Complutense

El segundo mandato de Joaquín Goyache al frente de la UCM, que se alargará seis años, arrancó el 27 de junio con su toma de posesión. Dos días más tarde, nombró a su nuevo equipo de gobierno: siete vicerrectoras, seis vicerrectores y una secretaria general. Un ejecutivo completamente renovado pese a la reválida del cargo. Solo una de estas sustituciones se ha producido por jubilación: la del hasta ahora vicerrector de Relaciones Internaciones y Cooperación, Dámaso López.

Aunque la Complutense comunicó en un primer momento que López intervendría en nombre de todos los vicerrectores que no continúan, el propio exdirigente expresó al inicio de su discurso que “no pretendo representar a nadie salvo a mí mismo”. Fue precisamente el único alto cargo saliente que acudió a la toma de posesión de sus sucesores. Según relatan a este medio fuentes universitarias, “ha causado bastante malestar que se haya quitado a varios vicerrectores para nombrar personas procedentes de la Facultad de Derecho [caso de Banacloche] por el apoyo claro Goyache recibió de ella y su decano, Ricardo Alonso”.

Otro de los nombres procedentes de dicha facultad en el recién estrenado equipo de Goyache es José María Coello de Portugal Martínez del Peral, nuevo vicerrector de Planificación, Coordinación y Relaciones Institucionales. Este doctor en Derecho Constitucional formó parte de la Comisión Asesora de Libertad Religiosa del Ministerio de Justicia como “vocal experto de reconocida competencia”, según la web Complutense, entre 2014 y 2019. Un puesto que propone el ministro o ministra de Justicia y que se publicó en el BOE el 22 de septiembre de 2014, un día antes de que Alberto Ruiz-Gallardón abandonara el cargo.

Un rector enredado en la polémica

Estos controvertidos nombramientos se suman a todas las polémicas en las que la administración de Goyache se ha visto envuelta este 2023. Primero llegó el nombramiento de Isabel Díaz Ayuso como alumna ilustre, un título que nunca se había entregado a ninguna figura política en activo y que, a diferencia del resto de reconocimientos, se decidió directamente desde rectorado. La distinción causó importantes protestas entre el estudiantado y el profesorado.

Posteriormente, la campaña electoral se vio salpicada por la infiltración de asesores del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, en grupos de mensajería de estudiantes. El objetivo era difundir noticias falsas que desmovilizaran al electorado más próximo a Esther del Campo (oponente de Goyache y decana de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología). Antes, medios y cuentas de redes sociales afines al PP o la ultraderecha esparcieron bulos sobre Del Campo. Vincularon su trayectoria a la de Pablo Iglesias por ser su exalumno y porque ambos compartieron un acto en la UCM (al que también acudió Goyache). Llegaron a publicar que, de ser elegida, Juan Carlos Monedero sería designado como su vicerrector de estudiantes.

La tensión llegó a su punto álgido durante la propia jornada de votaciones, el pasado 29 de marzo, en la que la policía identificó a miembros de Nuevas Generaciones del PP por repartir sobres con votos a Goyache cuando las urnas estaban ya abiertas. Entre los interceptados por los agentes se encontraba Ignacio Dancausa, líder de las NN.GG. e impulsor de la propuesta de incluir en listas exclusivas y repartir copas gratis en discotecas a los jóvenes que dispongan del carnet del partido. Dancausa es, por cierto, estudiante de la Facultad de Derecho.