Tres días sin enfermero en una residencia de ancianos pública de la Comunidad de Madrid
El centro de mayores del Ensanche de Vallecas trae de cabeza a los residentes y sus familiares desde bastante antes de la COVID-19. De titularidad pública, propiedad de la Comunidad de Madrid, los reiterados y graves incumplimientos hicieron que el Gobierno regional se plantease ya en febrero de 2020 rescindir el contrato a la entonces concesionaria, Alaria. La pandemia alargó los plazos, pero el 1 de agosto por fin tomó posesión la nueva empresa, Centenari, que ingresará 10,98 millones de euros hasta el final de 2023 por el servicio. El estreno no ha sido muy halagüeño: en la tercera semana de la nueva era, el centro -con 160 plazas de capacidad- se ha quedado tres días sin enfermero, según denuncian los familiares de los internos y confirma la Comunidad de Madrid, que rebaja la ausencia a dos días.
“He vivido cosas horribles, pero lo del enfermero ya es…”, se queda sin palabras María José Galván, hija de Jacinta, residente de 92 años, y que ejerce de portavoz oficiosa de las decenas de familias que se han encontrado con la ausencia de la persona encargada de repartir pastillas y poner inyecciones a los mayores que las necesiten. “El enfermero llegó el lunes por la mañana, y cuando vio lo que había, se fue”, dice Gálvez. “Lo que había” es, según denuncia, que las ratios de trabajadores por paciente vuelven a no cumplirse. Tampoco con el nuevo contrato. Esto conlleva, por ejemplo, que el personal haya renunciado a usar las grúas para mover a los residentes obesos por falta de tiempo.
La Consejería de Familia, Política Social y Juventud, que dirige Concepción Dancausa y de la que depende la residencia, confirma “un pequeño problema de personal que [en la empresa] circunscriben a la tarde del día 17 y el día 18”, provocado porque el enfermero cayó enfermo, según esta versión. “Nos dicen que ya está resuelto […] Vamos a ser especialmente vigilantes”, asegura un portavoz, quien señala que la nueva concesionaria ha heredado la plantilla de la anterior “con las condiciones que tenían, lo que incluye vacaciones”.
Centenari también asegura que los pacientes han estado “perfectamente atendidos”, según traslada la Consejería, pero los familiares aducen que la responsabilidad ha caído en los auxiliares de enfermería y el personal de farmacia, sin competencias para administrar las medicinas. “Es un peligro, un abandono. ¿Y si pasa algo?”, protesta Galván, quien asegura que hay residentes a los que les ha faltado la medicación.
Los problemas en la residencia del Ensanche de Vallecas llevan años quitando el sueño a las familias de quienes allí viven, unas 160 personas, muchas de las cuales sufren enfermedades mentales degenerativas. La carencia de medios era tal que a modo de mamparas de separación contra la COVID-19 se llegaron a utilizar cartones. Antes del coronavirus, la cocina ya había sido clausurada temporalmente, en 2019, tras una visita del televisivo cocinero Alberto Chicote. El centro fue uno de los incluidos en las querellas judiciales de familiares de fallecidos durante la primera ola de la pandemia.
A la compañía Aralia, fundada por José Luis Ulibarri —empresario implicado en la trama Gürtel, entre otras causas relacionadas con la corrupción del PP— la sustituye desde el 1 de agosto Centenari, nacida en Albacete y en proceso de expansión. Desde 2020 ha doblado el número de edificios que gestiona. La CAM intenta tranquilizar: “El control existe, hay al menos dos visitas de inspección al año, como mínimo”.
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