Oscar Urralburu: “Hay que acabar con los personalismos en Podemos e institucionalizar el partido”

Oscar Urralburu (Pamplona, 1971) es desde hace dos años el Secretario General de Podemos en la Región de Murcia. De entre las diferentes alternativas moradas para Vistalegre II, él se sitúa cercano a 'Recuperar la ilusión', la propuesta de Íñigo Errejón que promete un Podemos más institucionalizado y con mayor capacidad de negociación con el resto de formaciones políticas. Profesor de enseñanza secundaria, el líder morado considera que el debate en Podemos está más naturalizado que en otros partidos, además, piensa que sin convertirse en un partido tradicional, Podemos tiene que dotarse de unas “reglas de juego” que permitan un mejor funcionamiento y toma de decisiones para poder considerarse una “alternativa de cambio”

Oscar Urralburu ha apostado por 'Recuperar la ilusión', la propuesta de Íñigo Errejón para Vistalegre II. ¿qué diferencia la idea de Íñigo del resto de opciones y por qué ha decidido unirse?

Como Secretario General yo he integrado todas las sensibilidades, pero desde el 5 de diciembre, cuando se convocó el congreso de Vistalegre II y la consulta, no compartía ni los tiempos ni la forma cómo se ha llevado a cabo este proceso interno. Creo que necesitamos más tiempo para reflexionar y preparar un congreso, como hacen todos los partidos para llegar cohesionados al momento. Por ello se produce una situación en la que hay que tomar partido, por lo que decido firmar el manifiesto 'Recuperar la ilusión', que pide cosas muy sencillas como crear un procedimiento de votación proporcional, que garantice pluralidad interna

¿Por qué la propuesta de Errejón ofrece “mayor pluralidad” que el resto?

La mayoría de los que firmamos el manifiesto venimos de formas democráticas mucho más horizontales, como son los movimientos sociales. Asumimos, por otra parte, que tenemos que tomar decisiones muy importantes en un contexto político complejo como son cinco periodos electorales en dos años, por lo que Vistalegre I asumió esa excepción que no tiene calado a largo plazo, por lo que no podemos alargarla más. Por tanto, tenemos que hacer que nuestra organización sea como queremos que el país sea. Si creemos que hay que garantizar separación de poderes a nivel institucional, tenemos que hacer lo mismo en nuestro partido.

Y a nivel de políticas, ¿dónde hay más diferencia?

Si bien es cierto que la estructura de democracia interna que proponemos es muy similar a la de 'Podemos en movimiento' (Anticapitalistas), en cuestión de políticas somos muy diferentes. Ellos tienen un programa de máximos que pensamos que es imposible cumplir a la entrada de un gobierno con inmediatez. Respecto a la propuesta de Pablo Iglesias (Podemos para todas) hacemos un diagnóstico diferente de la situación: si bien es cierto que seguimos en un marco de crisis, las condiciones son distintas a como estaban en 2012 o 2013, sin cerrarse definitivamente. Hablamos de desigualdades sociales más intensas, por lo que nuestro objetivo es debilitar aun más a un gobierno ya de por sí débil, en lugar de la tesis de la Triple Alianza (PSOE, Ciudadanos, PP) que sostiene Iglesias y contra la que quiere luchar y la cual nosotros creemos que no existe y no es más que una alianza de débiles.

Por tanto esa alianza entre Ciudadanos, PP y PSOE podría estar cerca de tambalearse

La tesis de Pablo Iglesias asegura que el Partido Popular va a finalizar la legislatura, por lo que su postura es de total resistencia. Nosotros creemos que no está asegurado que vaya a suceder, si por ejemplo no se aprobaran los próximos presupuestos, y nada garantiza que vaya a ser así, el gobierno se encontraría en una crisis importante. La base es que esta Triple Alianza no tiene respuesta a la crisis del país, y emplea las recetas de siempre sin efecto. En España sigue habiendo un empobrecimiento de masas cada vez mayor, en torno a los 13 millones de españoles y españolas en riesgo de exclusión social; no hay una solución real al problema del desempleo, con una congelación del paro masivo pero que se ha llevado a cabo a través de la precarización, con 6 millones de trabajadores que reciben menos del SMI (Salario mínimo interprofesional).

Al ocupar una postura más directa respecto al gobierno y a los demás partidos, ¿tendría su propuesta mayor poder institucional que las demás?

No tenemos ningún complejo en pisar las instituciones, y creo que es cierto pensar que el resto de candidaturas ocupan una postura más defensiva. Creemos que de verdad podemos cambiar las instituciones, y tras Vistalegre I hemos conseguido muchísimo, con 71 diputados. Tenemos ejemplos pequeños, en Murcia, donde en el Ayuntamiento de Cieza, con una sola concejalía, la de transparencia, hemos convertido al municipio en el más transparente de España. Luego están los ayuntamientos del cambio, como Madrid, que ha sufragado mil millones de deuda que no nos han dejado dedicar a políticas sociales por la ley Montoro.

¿Se ha precipitado Podemos en algunas decisiones?

Entre el 20 de diciembre y abril pasaron cosas dentro de la dirección de Podemos que corresponden a una mala gestión de ese tiempo. Tenemos que ser críticos y admitir que nos hemos equivocado. No en la propuesta política con PSOE y Ciudadanos, ya que nadie quería un gobierno de ellos, pero seguramente no supimos gestionar un proceso de negociación para consolidar un marco de confianza que pudiera crear un gobierno alternativo.

¿Tenían que haber negociado más con el Partido Socialista?

Se tenía que haber negociado mejor y en la base de las negociaciones hemos patinado claramente en el Congreso de los Diputados. Ha habido desconfianza y se han hecho cosas que no estaban bien dentro del partido. El problema es que esto no se trata de acuerdos entre clases dirigentes de partidos, es que hay 11 millones de votantes progresistas, una parte masculina, más joven y que vota a Podemos y otra más femenina, de mayor edad que vota al Partido Socialista. Errejón habla de “nosotros y nuestras abuelas”, y tenemos que encontrar esa alianza que permita un gobierno de cambio y saque al país del atolladero en el que se encuentra.

Pablo Iglesias ha asegurado que se apartará a un lado si su propuesta no sale ganadora, en lo que es un órdago a las bases, mientras que Errejón defiende que siga siendo Secretario General independientemente de lo que se decida el domingo

Lo que sí sé es que desde el primer día Pablo ha sido muy respetuoso con lo que han decidido las bases, esas 475.000 personas que forman la asamblea ciudadana. Estoy convencido que cuando defiende su documento como “mandar obedeciendo”, si las bases le mandan que sea el Secretario General, él lo acabará siendo ya que es lo que le exigimos.

¿Tendría futuro Podemos sin Pablo Iglesias?

No sin Pablo Iglesias, pero tampoco sin Íñigo Errejón ni otra muchísima gente que están dando un paso al lado y son fundamentales para el proyecto. Hablo de Carolina Bescansa, Luis Alegre, Germán Cano, Nacho Álvarez. Un país no se sostiene con una persona, necesita a mucha gente dentro del proyecto, en Podemos pasa igual, pero en primer lugar tendría que estar Pablo Iglesias encabezando al partido.

¿Hay exceso de liderazgo en Podemos?

Por supuesto, y soy el primero que lo dice. Hay un problema de hiperliderazgo en el partido, aunque esto no quiere decir que cuestione sus decisiones, pero sí tengo claro que apoyo 'Recuperar la ilusión' como propuesta colectiva, al igual que 'Podemos para todas' o 'Podemos en movimiento' son igualmente colectivas, no las propuestas de Iglesias, Errejón o Urbán. También es cierto que ha habido serios problemas de personalismos, y tenemos que cambiar esto, que quien hable sea el Secretario General, no Pablo Iglesias. Que cuando hablen los cargos orgánicos lo hagan dentro de unas reglas de juego determinadas que nadie se pueda saltar y que no respondan a las relaciones personales, sino a las orgánicas que tiene cualquier tipo de organización.

¿Cree que el electorado ha perdido confianza con Podemos?

Todos hemos perdido confianza, electores y militantes. Vistalegre II tiene como misión restaurar esa confianza, y los líderes políticos a nivel estatal, institucional y territorial tenemos la responsabilidad de generar la sensación que podemos cambiar el país, no liar nuestro partido. Si la gente nos castiga en las elecciones, será porque no hemos hecho bien las cosas y habrá que encajarlo y ser crítico.

El debate interno en Podemos ha sido más mediático de lo habitual en otros partidos, ¿ha sido de manera intencionada o simplemente una consecuencia de un partido nuevo?

La naturaleza de Podemos es así. Tiene que haber organización, ya que su origen es asambleario y hasta cierto punto espontáneo. Max Weber decía que el partido es el primer órgano de institucionalización de la política, y tenemos que hacerlo en Podemos, sin convertirnos en un partido tradicional, pero sí dándonos unas reglas de juego determinadas, reglamentos de votación, toma de decisiones y siempre cuidando la masa social y el proyecto de país. Eso no lo pertenece ni a Pablo Iglesias, ni Íñigo Errejón, ni a mí, eso pertenece a todo el mundo.