'Patrulla Animal' es un espacio coordinado por Elisa Reche en el eldiario.es Murcia, para defender los derechos de los animales como seres sintientes.
Denunciada por salvar la vida a un animal: el caso del perrito bóxer
En el anterior post os conté como varias personas que han salvado animales que estaban muy mal acabaron siendo denunciadas por delito de apropiación indebida. En esta ocasión voy a relataros uno de los tres casos reales que enumeré, y que conocí en primera persona, cuando trabajaba como abogada especializada en derecho animal, allá por el año 2013 en DeAnimals. Se trata del caso de un perrito de raza bóxer de color fuego que había sido dejado por su propietaria atado a un árbol, en una finca sin cercado, junto a un gato de la misma persona que deambulaba suelto alrededor de la citada finca.
La propietaria de ambos animales se marchó a vivir a 500 kilómetros de distancia, a otra comunidad autónoma, y dejó a su suerte a los dos pobres animales. Ambos eran alimentados con los restos de comida humana que les proporcionaba la persona de un restaurante que había justo al lado de la finca.
Un día, pasó por ese restaurante una chica de una protectora de animales y al ver a los animales por allí y conocer su situación tras conversar con el camarero del establecimiento se quedó preocupada por el estado de ambos animales, ya que no tenían refugio de las inclemencias del tiempo y además la comida que les daban no era adecuada para su correcta alimentación.
A partir de entonces, la chica pasó por allí a diario para alimentar al perro y al gato. Uno de los días que fue a atender a los animales, observó que el perro estaba enfermo. Localizó el teléfono de la propietaria, la llamó por teléfono y le dijo que iba a soltar al perro de la cadena que lo mantenía atado al árbol y que lo iba a llevar al veterinario, asumiendo ella misma los gastos, a lo que la propietaria accedió de buen grado.
El perrito estuvo ingresado cerca de una semana en una clínica veterinaria. La factura veterinaria fue abonada por la chica de la protectora y cuando el animal se recuperó, la chica de la protectora tuvo claro que ni el perro ni el gato podían seguir viviendo en ese estado. Así que llamó a la propietaria para que le cediera al perro, y sobre el gato no dijo nada, porque al deambular solo podía haberse extraviado o haberlo cogido cualquier otra persona.
La propietaria se negó a ceder al perro y además amenazó a la chica de la protectora con denunciarla por delito de apropiación indebida sino dejaba al perro nuevamente en la finca, atado al árbol. La chica no devolvió al perro a esa cruel situación en la que vivía y fue dado en adopción. Meses más tarde, la chica recibió una citación del juzgado para un juicio que se iba a celebrar contra ella, por delito de apropiación indebida, ya que la propietaria del perro la denunció por no devolver el perro a la finca, donde había vivido siempre el pobre animal atado y maltratado por omisión del deber de cuidado.
Cuando recibió la citación la chica de la protectora me contactó asustada, ya que tenía miedo por si iba a haber un juicio contra ella, y sobre todo, por si en caso de ser condenada por delito de apropiación indebida, tendría que devolver el perro a esa finca nuevamente y además cumplir una condena de prisión.
Lo primero que hice fue tranquilizarla y explicarle que los artículos 253 y 254 del Código Penal, que regulan el delito de apropiación indebida, no contemplan como pena el ingreso de prisión, y sí una pena de multa; por lo que en el peor de los casos si un juez la condenaba solo debería pagar una multa económica de escaso importe.
Además le informé de que debía recopilar una serie de pruebas que acreditasen su inocencia y así lo hizo. La chica aportó en el acto de juicio la siguiente documentación: fotos del perro antes de ser cuidado por ella y después, estando ya el animal en buen estado de salud, facturas de gastos veterinarios e informe del veterinario y la declaración del camarero como testigo. La chica fue absuelta y aprendió con este caso que la próxima vez que tuviera un caso similar, lo primero que haría sería intentar conseguir la cesión del animal por escrito por parte de la persona propietaria del animal y en caso de no obtenerla, la denunciaría por maltrato por omisión.
En el próximo post contaré otro caso real, cuya historia conté también en el curso online sobre cómo actuar legalmente para proteger al animal rescatado en situación de maltrato o abandono impartido en el Instituto de Protección Animal (IPA).
Si eres de las personas que somos incapaces de mirar a otro lado cuando vemos a un animal abandonado, recuerda protegerte y realiza fotografías del estado del animal, pide al veterinario que te haga un informe indicando la fecha, peso y estado del animal, así como su tratamiento y presenta un escrito por registro ante la concejalía con competencias en materia de animales informado del hallazgo, acreditando de esta forma tu buena fe.
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