El PP achaca a Zapatero que se “aparcara” la variante de Camarillas y va a pedir que se concluya
Los partidos políticos de la oposición, asociaciones de todo tipo y organizaciones empresariales murcianas vienen demandando desde hace muchos años el acondicionamiento del tramo ferroviario conocido como la variante de Camarillas, para corregir una de las deficiencias en infraestructuras más lamentadas en la Región de Murcia -no la única-, en este caso de la línea Cartagena-Madrid.
Se trata de una reivindicación histórica que nunca se ha visto completada y que Ciudadanos incluyó entre los 43 puntos que presentó al PP para votar a favor de la investidura de Pedro Antonio Sánchez. Y antes de la toma de posesión del nuevo presidente, el diputado popular Juan Guillamón ha declarado que, ahora, “estamos en el momento de que se concluyan definitivamente las obras”.
“Estamos en el momento de que se concluyan definitivamente las obras de acondicionamiento de la variante de Camarillas, en el tramo ferroviario que une Chinchilla y Cartagena”, ha explicado Guillamón, para añadir que con la vía desdoblada, la implantación del Control de Tráfico Centralizado y la electrificación de la línea se reduciría en unos 45 minutos el trayecto Cartagena-Madrid. De ese modo, la conexión por el trazado ferroviario natural entre Murcia y la capital de España acortaría su duración hasta poco más de tres horas. Otra ventaja de estas obras es que permitirían el uso de trenes híbridos, eléctricos y de gasoil, frente a las actuales locomotoras alimentadas sólo con gasoil.
Todas estas razones, ya recordadas en numerosas ocasiones, han sido puestas sobre la mesa por el Grupo Parlamentario Popular con la moción presentada en la Asamblea Regional para que el nuevo Gobierno autonómico solicite al Ejecutivo central la terminación de unas obras “que supondrían ahorros considerables de tiempo y costes de transporte muy beneficiosos para los viajeros”.
En opinión de Juan Guillamón, la posibilidad de una variante ferroviaria que evite el paso por el pantano de Camarillas también tendría unos efectos hídricos positivos en la presa, “ya que permitirá su recrecimiento y la consiguiente regulación de mayores volúmenes de agua”.
Desde el Partido Popular se ha argumentado que la variante de Camarillas “es una de las obras de infraestructuras ferroviarias pendientes de ejecución que quedó aparcada como consecuencia de la crisis, durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero”, y según Guillamón, “el escenario económico actual es favorable para culminar su ejecución cuyo coste se ha valorado en poco mas de 20 millones de euros”.