Chivite llega al ecuador de su mandato y mira a EH Bildu para un tercer acuerdo presupuestario
María Chivite ha llegado ya al ecuador de su mandato en una legislatura monopolizada por la pandemia. Tras un inicio convulso marcado por la abstención de EH Bildu en su investidura y el posterior acuerdo con la izquierda abertzale en los presupuestos, la llegada de la COVID-19 trastocó todos los planes iniciales de la socialista. Ahora, Chivite quiere centrar los dos años que le restan de mandato en la recuperación económica y social de la comunidad foral. Jugarán un papel fundamental los fondos europeos, para cuya gestión el Ejecutivo navarro ya ha creado una oficina específica integrada dentro del Departamento de Economía y Hacienda. Al mismo tiempo, la presidenta navarra mira ya a EH Bildu para un tercer acuerdo presupuestario con el que mantener la estabilidad que ha logrado en sus dos primeros años al frente del Ejecutivo pese a estar en minoría parlamentaria.
A pesar del impacto de la COVID-19, que ha centralizado la mayoría de las acciones políticas, el Gobierno de coalición presidido por María Chivite, estando lejos de la mayoría, ha conseguido sacar adelante varias de las medidas recogidas en el pacto firmado entre PSN, Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Ezkerra. Entre ellas destacan el acuerdo para la transferencia de Tráfico, que se firmará antes de final de año; la continuidad del programa de coeducación Skolae, corrigiendo los defectos de forma que recogió el Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN) o el acuerdo alcanzado con los colegios que segregan por sexos para que dejen de separar a niños y niñas en las aulas a cambio de renovar los conciertos.
A estos hitos, se les suma el doble pacto presupuestario con EH Bildu, con el que se ha conseguido “estabilidad” para afrontar los retos de la pandemia, tal y como ha destacado el vicepresidente primero, Javier Remírez. Desde el Ejecutivo de Chivite celebran la integración, cada vez mayor, del partido de izquierda abertzale en la gestión de Navarra y España, donde también firmaron un acuerdo con el Gobierno de Sánchez para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, y la presidenta de Navarra ya trabaja con la vista puesta en lograr un tercer pacto para las cuentas del 2022.
Paralelamente, las relaciones con el principal partido de la oposición, Navarra Suma (UPN, PP y Ciudadanos) han ido a menos. Esparza acusa a Chivite de haber firmado “un pacto vergonzante con EH Bildu” y desde el Gobierno foral critican la actitud “del no por el no” de la coalición de derechas.
La relación con los socios de Gobierno de Gobierno es “buena” tal y como han reconocido los tres partidos que lo conforman, pese a que en materias como el euskera todavía existen grandes diferencias entre PSN y Geroa Bai. La expresidenta de Navarra y líder de la formación vasquista, Uxue Barkos, apuntó en una entrevista con elDiario.es que también hubo desencuentros importantes en distintas fases de la desescalada.
El reto de la reactivación económica
“En septiembre empieza otra legislatura”, reconocen desde el entorno de la presidenta navarra. El Gobierno de María Chivite confía en poder dejar la pandemia sanitaria en un segundo plano para centrar todos lo recursos en la recuperación y reactivación económica y social durante la segunda parte del mandato.
“Tenemos unas buenas perspectivas económicas a nivel de empleo y de actividad económica e industrial, se están recuperando los datos. En abril ya recuperamos las afiliaciones a la Seguridad Social”, destaca Javier Remírez esta semana. Desde el Gobierno creen que Navarra se encuentra en una buena situación de partida para lograr posicionarse con los fondo europeos.
En la recuperación económica de la comunidad foral jugarán un papel fundamental los PERTE de automoción, que ya ha sido aprobado, y agroalimentario, que llegará a finales de año. El Ejecutivo foral confía en la llegada del vehículo eléctrico a la factoría de Volkswagen Navarra, y así se lo trasladó el nuevo director Markus Haupt a la presidenta Chivite en una reunión en la que le aseguró que llegaba para electrificar Landaben.
También será importante la transformación del sector agroalimentario. Para ello el Gobierno de Navarra ha presentado con los Ejecutivos de La Rioja y Aragón el proyecto Ebro Food Valley para la captación de fondos europeos. Se trata de un plan al que ya se han adherido decenas de empresas para transformar el sector agroalimentario con creación de un modelo de transformación digital y sostenible de la industria.
Además, con los fondos europeos el Gobierno de Chivite planea también inversiones en el Canal de Navarra, el Tren de Alta Velocidad y vivienda, que ayuden a la cohesión territorial y social de la comunidad.
En materia económica, más allá de la gestión de los fondos europeos, también se encuentra en el horizonte la renovación del convenio económico con el Estado, para la que el Gobierno foral y el Ministerio de Hacienda ya han fijado una reunión en septiembre. En las relaciones con el Gobierno central también se encuentran la distintas transferencias pactadas. Tras la ya efectuada de sanidad penitenciaria, se sumará en los próximos meses la de Tráfico, mientras que se continúa trabajando en la de la gestión del Ingreso Mínimo Vital. El Ejecutivo de Chivite ansía la asunción de estas competencias, si bien no consideran que sea algo de urgencia y fundamental en la actual situación.
En busca de fortalecer su liderazgo en el PSN
Además, María Chivite también deberá afrontar este otoño el congreso regional del PSN y ya ha anunciado que se presentará a la reelección como secretaria general.
Tras haber logrado ser investida presidenta de Navarra, Chivite busca salir del congreso con un liderazgo reforzado con el que poder aspirar a la reelección como jefa del Ejecutivo foral. En el congreso Chivite pretende dar un “empujón ideológico” desde la izquierda al partido.
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