Estas son las razones de la jueza para absolver a Santiago Cervera
“POR FIN”. El exdiputado del Partido Popular Santiago Cervera ha mostrado, a través de este breve mensaje en su cuenta de la red social Twitter, su “satisfacción” por la sentencia que le absuelve de la acusación de haber amenazado al expresidente de Caja Navarra José Antonio Asiáin, por el conocido caso del sobre escondido en la muralla de Pamplona. Han sido, al final, más de dos años y medio de un proceso plagado de dudas y la jueza ha sostenido que “no existe” prueba de que Cervera remitiera el e-mail clave, en el que se le exigía 25.000 euros para no airear presuntas irregularidades de Asiáin en la gestión de Caja Navarra. Esta decisión, en cualquier caso, aún puede ser recurrida ante la Audiencia Provincial de Navarra.
El abogado defensor de Cervera, Sergio Gómez, ha asegurado que tras una larga investigación en la que a su defendido “se le ha mirado hasta cuánto cobró por su Primera Comunión”, en su opinión se ha desmentido “todo lo que se ha venido diciendo” en un caso sin duda rocambolesco, que comenzó aquel 9 de diciembre de 2012 cuando Cervera recogió un sobre en la muralla de Pamplona que resultó ser un señuelo de la Guardia Civil para intentar identificar quién había exigido 25.000 euros a Asiáin para, supuestamente, evitar que apareciera información sobre la CAN (el correo aseguraba que Asiáin había facturado a Caja Navarra actuaciones de su despacho de abogados, pese a ser el presidente de la entidad). Para hacer la entrega, ese e-mail señalaba un punto muy concreto: una rendija junto al fortín de San Bartolomé.
Personarse en la muralla ha sido el indicio de mayor entidad en este caso, pero no se ha podido aclarar quién escribió ese e-mail, porque Cervera siempre insistió en que se le había tendido una trampa (Cervera era habitualmente crítico con la gestión de la CAN) y que a él le habían pedido que acudiera a ese punto (con otro correo, en este caso recibido el 29 de noviembre de 2012) para recibir información que consideró que sería “muy potente” sobre Caja Navarra. Otras dudas que han acompañado a este caso se centraban en la situación económica de Cervera, en por qué no avisó a nadie de su entorno de que había sido detenido o en su actitud a la hora de presentarse a por el sobre.
Ante estos dos relatos, cabe preguntarse cuál es la cuestión que ha resultado vital para que la juez determine la absolución y la jueza, en su sentencia, hace referencia uno a uno a estos indicios, pero acaba descartándolos. De hecho, desde la acusación, el abogado de José Antonio Asiáin, Javier Asiáin, ha lamentado que no se estudiaran esos indicios en su conjunto, porque insiste en que había “elementos suficientes” para mantener la acusación. La jueza también considera que esa acusación no ha sido temeraria.
Cabe recordar que el Ministerio Fiscal determinó que no cabía seguir adelante con la causa y abogó por el sobreseimiento (la acusación particular, por el contrario, sí solicitaba una pena de 14 meses de prisión), porque no se había podido demostrar la autoría de los e-mails clave en este caso y ahora, en la sentencia, la titular del Juzgado de lo Penal nº 3 de Pamplona recuerda que, pese a las investigaciones llevadas a cabo por la Guardia Civil, “no se ha conseguido concretar quién o quiénes son los autores de los correos”, para los que se utilizó una empresa radicada en Hong Kong. Y eso a pesar de que “se han agotado todas las posibilidades de investigación”.
Sobre los dispositivos borrados
De hecho, la jueza recuerda que así lo determinaron los agentes que examinaron los dispositivos electrónicos (los conocidos iPad y iPhone que estaban “restaurados de fábrica”, así como otros móviles, tarjetas y otra tablet) y ordenadores del exdiputado. Pero, dado que buena parte de esa información se pudo recuperar, la magistrada entiende que esa información demuestra el “poco uso” que se daba a los mismos. Este apunte viene al hilo de la dificultad que supone poder borrar la autoría de esos e-mails: Cervera, en cambio, siempre defendió que su nivel de conocimientos de informática no era precisamente el de un experto. Tampoco las pruebas lingüísticas para intentar comprobar si Cervera escribió esos correos fueron concluyentes.
Acudir a por el sobre
Sobre por qué Cervera se presentó aquel 9 de diciembre en la muralla (aunque él había recibido el e-mail el 29 de noviembre), la jueza entiende que el exdiputado se presentó en esa zona siguiendo las indicaciones de la información recibida para coger el paquete (un agente de la Guardia Civil aseguró que no se veía, pero luego reconoció por unas fotografías que sí) y que así lo hizo saber desde el momento de la detención. Cervera, de nuevo a través de su cuenta de Twitter, ha reconocido que fue “una imprudencia” acudir a la muralla.
La situación económica de Cervera
Otra de las cuestiones que se han abordado en este proceso era la situación económica de Cervera, motivo que podía justificar por qué iniciar este supuesto chantaje. La jueza, en este caso, también descarta esta prueba, al recordar que, aunque Cervera tenía pendiente “una parte del crédito pedido (unos 25.000 euros)”, estaba al corriente de los pagos y recibía unos ingresos de unos 6.000 euros mensuales. De esta forma, considera que su situación económica no era precaria. Por otro lado, sobre por qué Cervera no contó a sus familiares que había sido detenido, y estos se enteraron de la noticia a través de los medios de comunicación, entiende que no puede ser considerado un indicio porque esa reacción “depende de la personalidad de cada uno”.
La conclusión, en definitiva, es que según la sentencia, “no existe prueba de cargo suficiente” para poner en duda la presunción de inocencia de Cervera. La defensa asegura que una prueba más en favor del exdiputado es que, pese a ser aforado, renunció a su condición para ser juzgado y dimitió de su puesto en el Congreso el 10 de diciembre de 2012. Las críticas de Gómez se centran ahora en que, desde entonces, el proceso se haya alargado durante dos años y medio.
Pero, ante la posibilidad de un recurso, el tema no está cerrado definitivamente. No obstante, el abogado se muestra convencido de que un posible recurso “no tiene visos de prosperar”. Por su parte, el abogado de la acusación ya ha respondido que respeta pero no comparte la sentencia, y que aún no se ha decidido si habrá recurso o no. Sería la penúltima entrega de un caso enrevesado y difícilmente comparable a otro.