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Cocinas para compartir tareas y seguridad en los portales: Euskadi prepara una norma de vivienda con perspectiva de género

Una ley de vivienda, ayudas al alquiler para víctimas de violencia de género y una reforma de la LOTAU, retos de Fomento

Maialen Ferreira

Portales iluminados para garantizar la seguridad, cocinas más amplias para compartir las tareas del hogar y habitaciones más grandes para aquellos que se emancipan a edades tardías. Éstas son algunas de las modificaciones que propone el borrador de decreto presentado por el Gobierno vasco, que regula las condiciones de habitabilidad y las normas de diseño de las futuras viviendas de Euskadi y desarrolla la Ley de Vivienda vasca, la única de España que regula el derecho a acceder a un piso o a una prestación sustitutoria en caso de cumplir los requisitos económicos. 

El proyecto, elaborado por el consejero socialista Iñaki Arriola, entrará en vigor en un año y afectará a nuevas viviendas, tanto públicas como privadas, que se construyan en la comunidad. El decreto recoge una serie de modificaciones con perspectiva de género de portales y escaleras para garantizar la seguridad sobre todo en “las zonas oscuras, ángulos muertos y demás espacios que puedan poner en peligro la seguridad de las personas usuarias, especialmente en lo que se refiere a garantizar la seguridad desde el punto de vista de género”. De esta manera, dichas zonas deberán estar iluminadas y en el caso de que existan este tipo de ángulos muertos o esquinas se deberá disponer de espejos u otros sistemas visuales para que se visibilice. 

Otra de las cuestiones que señala el decreto es la ampliación de espacios como la cocina, que deberá contar con una superficie mínima de 7 metros cuadrados -hasta ahora la normativa fijaba una exigencia mínima de 5 metros cuadrados-. Desde el Departamento de Vivienda del Gobierno vasco han indicado a eldiarionorte.es que se ha tomado esta decisión debido a que “cuando las cocinas son pequeñas solamente entra una persona y esa persona es quien se encarga de realizar todo el trabajo. Entonces, si lo que se pretende es que se compartan las tareas del hogar, se deben ampliar estos espacios para que puedan caber dos o los que sean”.

Esta justificación no consta como tal en el documento del borrador, pero sí se habla de la perspectiva de género en la exposición de motivos y se trata de una recomendación realizada por una de las asesoras del Gobierno vasco, la arquitecta experta en vivienda y perspectiva de género Inés Sánchez de Madariaga.

Las cocinas no son los únicos espacios de la casa que este decreto pretende modificar. Según han señalado las mismas fuentes del Departamento de Vivienda, la arquitectura de los domicilios fue diseñada teniendo en cuenta una “filosofía llamada burguesa” que pretendía que el salón y el dormitorio principal fueran lo mayor posibles, mientras que no tenían en cuenta el tamaño del resto de habitaciones, que “se desentiende en cubículos”. Cuestión que -han argumentado- se debe modificar debido a que la edad de emancipación cada vez es más tardía y “si una persona hasta los 30 años no se emancipa no puedes meterlo en una habitación de 6 metros cuadrados que no cabe ni una cama. Lo que se busca con esto que tenga su espacio vital”. Por lo que, según la nueva normativa, la vivienda debe tener uno o más espacios de habitación que sean multifuncionales y en cualquier caso aptos para el descanso y para dormir y las habitaciones deberán tener una superficie mínima de 10 metros cuadrados y de 11,5 metros cuadrados 2 si incluyen un espacio para almacenaje en su interior. 

El objetivo que se quiere alcanzar con todo esto, según las fuentes del Gobierno vasco consultadas, es que las viviendas se adapten en el tiempo y “sean para toda la vida”. Es decir, que se puedan realizar cambios a lo largo de los años teniendo en cuenta las personas que compongan la unidad familiar -si en un momento determinado se tienen hijos y estos se marchan- “que con pequeñas modificaciones puedas adaptar la vivienda a tus necesidades, que no tengas tabiques inamovibles”. 

Minipisos de 35 metros cuadrados

A pesar de que el decreto determina que exigiendo espacios más amplios se puede llegar a evitar la construcción de pisos “colmena” en el futuro y exige viviendas por encima de los 35 metros cuadrados, la candidata del PSE-EE a la Alcaldía de Vitoria, Maider Etxebarria -quien comparte partido con la consejería de Medio Ambiente, Planificación Territorial y Vivienda de Arriola-  apostó el pasado mayo, en plena campaña electoral, por la construcción en un lugar por determinar de 500 minipisos de 35 metros cuadrados que se ofrecerían en alquiler bonificado de unos 200-300 euros durante cinco años, con el objetivo de facilitar la emancipación de los jóvenes. A diferencia de lo que propone el Gobierno vasco con este nuevo decreto, esas casas constarían de “un pequeño salón”, “una cocinita” y “un espacio para dormir”, en palabras de Etxebarria. 

Según el borrador la dimensión mínima exigida para autorizar un piso de una habitación son precisamente los 35 metros cuadrados. Además, detalla que por cada nueva habitación el piso tendrá que tener al menos 12 metros cuadrados útiles más, elevando hasta los 47 metros cuadrados una vivienda de dos habitaciones y los 59 metros cuadrados útiles la dimensión mínima para una vivienda de tres estancias.

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