Consenso parlamentario para rendir un homenaje a las víctimas del Caso Almería
Todos los partidos políticos con representación en el Parlamento de Cantabria han alcanzado un acuerdo definitivo para poner en marcha el reclamado homenaje a Luis Montero, Luis Cobo y Juan Mañas, los tres jóvenes torturados, asesinados y calcinados por la Guardia Civil en el año 1981 cuando fueron confundidos con terroristas de ETA en el conocido como Caso Almería.
El consenso de los grupos parlamentarios se ratificó en una reunión celebrada este martes en la Cámara autonómica y en la que estuvieron presentes los portavoces de PSOE, Podemos y Ciudadanos -PP y PRC excusaron su ausencia por distintos motivos y aceptaron lo que decidiera la mayoría- y varios miembros de Desmemoriados, el colectivo de recuperación de la memoria colectiva de Cantabria que lleva meses impulsando este homenaje.
Tal y como adelantó eldiario.es, el acto de reconocimiento institucional se celebrará el próximo 10 de mayo de 2018, coincidiendo con el 37 aniversario de la fecha de la muerte de los tres jóvenes afincados en Cantabria. Las familias de los fallecidos, -que sí han sido homenajeados en el pueblo almeriense en el que ocurrieron los hechos-, han reclamado insistentemente que se les reconozca como víctimas del terrorismo de Estado.
Alcanzado el acuerdo político que había frenado el acto hasta el momento, solo falta perfilar los últimos flecos del acto que tendrá lugar en el patio del antiguo Hospital de San Rafael. Según adelantaron ayer Víctor Casal (PSOE), Verónica Ordóñez (Podemos) y Rubén Gómez (Ciudadanos), habrá espacio para un discurso institucional de las máximas autoridades de la comunidad autónoma, la intervención de uno de los familiares de las víctimas y la proyección de un fragmento del documental que se está elaborando sobre el Caso Almería.
Casi cuatro décadas de olvido
Este suceso se produjo durante la madrugada del 9 de mayo de 1981, cuando los tres residentes en Cantabria fueron arrestados por la Guardia Civil en la localidad de Roquetas de Mar donde habían acudido a una comunión al ser erróneamente reconocidos como militantes de ETA. En un viejo cuartel abandonado fueron torturados y, cuando los once agentes que los custodiaban se dieron cuenta del error que habían cometido, los jóvenes fueron calcinados.
El juicio se inició el 14 de junio de 1982, trece meses después, y finalizó el 27 de julio. Solamente fueron procesados tres de los once implicados: el teniente coronel Castillo Quero, que en el momento de los hechos estaba al frente de la Comandancia de Almería y era el mando de la operación; el teniente Gómez Torres y el guardia Fernández Llamas, que además gozaron de una serie de prebendas durante su corta estancia en la cárcel, de donde salieron mucho antes de cumplir su condena.
Desde entonces, las familiares y amigos han emprendido diversas acciones de protesta para recordar su memoria, que sí ha sido reconocida por ejemplo en la localidad almeriense en la que fueron asesinados. Con este acto en el Parlamento de Cantabria, se cumplirá una reivindicación que permanecía vigente desde hace casi cuatro décadas.