Primer día sin muertes por COVID-19 en Euskadi tras la peor mortalidad desde 1975
El sábado 23 de mayo pasará a la pequeña historia de la pandemia en Euskadi como el primero en semanas en el que no se registraron fallecidos con COVID-19. La cifra total, de momento, se detiene en 1.494 casos, 1.342 de ellos mayores de 70 años y solamente 7 menores de 40. Atrás quedan los días con mayor mortalidad desde que hay registros, desde 1975. En puertas del pase a la fase 2, con menores restricciones, los nuevos contagios son también pocos, nueve (siete en Bizkaia y dos en Álava). El total de positivos llega a 19.386.
Dos indicadores muy relevantes como son el R0 -positivos derivados de cada contagio- y la tasa de incidencia acumulada -los casos medios durante las últimas dos semanas en relación a la población- también siguen bajos, con 0,66 y 11,93 respectivamente (cuando los picos fueron de unos 5 y 300, más o menos). Solamente tres personas necesitaron ser hospitalizadas, ninguna en la UCI. Nadie entra en cuidados intensivos desde el 13 de mayo. Son ya 17.394 las personas consideradas como recuperadas o dadas de alta, 91 en las últimas 24 horas. Solamente 498 contagios tienen la consideración de casos activos, de los que 310 están ingresados (33 de ellos en UCI). Se pueden consultar aquí todos los datos.
Letalidad multiplicada por cuatro en residencias
El frenazo a la peor de las estadísticas, en cambio, no tapa unos meses muy duros. La Diputación de Álava ha considerado que “una vez que la situación de los centros residenciales se ha estabilizado” en esta fase final de la pandemia tocaba hacer públicos los datos de cuántos centros han tenido fallecidos y cuál ha sido la mortalidad real del COVID-19 en cada uno de ellos. Son 27 los centros bajo su responsabilidad que han registrado defunciones por coronavirus, a los que se suma la residencia de San Prudencio del Ayuntamiento de Vitoria, con 13 fallecidos. La letalidad se ha multiplicado por cuatro respecto a la misma época de 2019.
La lista negra la encabezan Sanitas San Martín -el primer recurso de Euskadi afectado y en cuarentena desde el 8 de marzo- y Caser Altos del Prado, ambas en Vitoria, con 19 muertes. En esta segunda, además, falleció un auxiliar infectado. El centro Zadorra -empleado para agrupar casos de varios lugares- suma 15 decesos y el cuarto más castigado es DomusVi Ariznabarra, también de la capital, con 13 casos, como San Prudencio. Sallurtegi de Agurain ha llegado a 10 y Zelaizabal de Arkaute a 9. Con 7 está Txagorritxu de VItoria y con media docena un centro de Amurrio (San Antón de Armuru) y otro de la Rioja Alavesa (Samaniego).
Con cuatro están las residencias de Ascarza y Elorriaga, con tres Lorea Txagorritxu y San Roque de Llodio y con dos Ajuria, Juan Pablo I, Lakua y Avenida Etxea en Vitoria y un centro municipal de Campezo. Ha habido un fallecimiento en Nuestra Señora de las Viñas de Oyón, en los centros de Albertia del centro de Vitoria y de Miñano, en Alday (Valle de Ayala), Burgelu (en la localidad homónima) y en viviendas comunitarias o apartamentos tutelados como Arkaiate, Donostia, Getaria y Altos del Prado.
Estas cifras -puntualiza la Diputación- no incluyen las muertes registradas en mayo, aunque han sido mucho menores. En Euskadi la mortalidad en marzo y abril nunca había sido tan alta -al menos desde que hay registros desde 1975- como durante la pandemia. Puedes verlo en este gráfico. De hecho, en los centros públicos se han registrado 98 muertes totales en marzo y abril -63 atribuidas a la COVID-19- cuando en 2019 fueron 24 y en 2018 37. Álava destaca que “en 69 de los 96 centros residenciales de Álava” -de nuevo sin contar San Prudencio de Vitoria- no ha habido defunciones a causa del COVID-19.
En el caso de Gipuzkoa, que ha venido dando regularmente datos centro por centro en estos meses, ha habido hasta 20 centros con positivos y varios de ellos han tenido por encima de la decena de muertes, como Iturbide en Arrasate (al menos 26 fallecidos), San José de Ordizia (25 muertos), Donostia Berra (al menos 19), Iurreamendi de Tolosa (15) o Egogain de Eibar (13). Otros como Otezuri de Zumaia, San Andrés también de Eibar, Arangoiti de Beasain o Argixao de Zumarraga o han alcanzado la decena de óbitos o se han quedado muy cerca. En la actualidad sólo dos centros guipuzcoanos mantienen casos activos tras haberse multiplicado el número de recuperaciones en las últimas semanas.
La información sobre la mortalidad en las residencias vizcaínas es más difusa. Sólo se dan datos muy esporádicamente y nunca por centros. Algunas denuncias han alertado de centros con mucha letalidad en Balmaseda o Galdakao, pero no hay información oficial. A 18 de mayo, había al menos 604 fallecidos en residencias de toda Euskadi, en las que antes de la pandemia residían alrededor de 18.500 personas.
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