PNV y EH Bildu acuerdan reconocer la nacionalidad vasca en el nuevo Estatuto
PNV y EH Bildu han acordado la propuesta de Título Preliminar para un nuevo Estatuto vasco que recoge la diferencia entre nacionalidad y ciudadanía. Mientras, Elkarrekin Podemos ha presentado un voto particular, y PSE y PP han rechazado este texto.
Hace una semana también PNV y EH Bildu, que tienen mayoría -46 de 75 escaños-, aprobaron en la ponencia de Autogobierno del Parlamento vasco el Preámbulo del futuro Estatuto, en el que se defiende el derecho a decidir y se aboga por una relación bilateral y confederal con el Estado, con el rechazo del resto de formaciones.
La última propuesta desarrolla los principios contenidos en ese Preámbulo, señala que la “voluntad popular” es el único límite para las decisiones políticas, incluye el derecho a decidir, la potestad de las instituciones vascas para organizar consultas y otorga identidad nacional al “sujeto político jurídico constituyente” que integran Álava, Bizkaia y Gipuzkoa.
Ambas formaciones nacionalistas abogan por “la igualdad política” de Euskadi con el Estado, por la eliminación de “la intervención de la autonomía” y la regulación propia de las consultas populares.
El documento señala, al inicio, que “el principio democrático, el principio de pluralidad y el principio de legalidad articularán, no sólo el Título Preliminar, sino el Nuevo Estatus Político”, pero añade que es “la voluntad popular” el único “límite de las decisiones políticas, y el respeto y protección de todas las sensibilidades e ideas políticas serán los ejes de la convivencia democrática”.
Además, advierte de que “el principio de legalidad no será límite para el despliegue del principio democrático, sino el cauce adecuado para la expresión ordenada de la voluntad de la ciudadanía vasca y el marco para que todos los proyectos políticos puedan ser materializados” si concitan el respaldo mayoritario de la ciudadanía.
La propuesta de Título Preliminar destaca que el sujeto político lo compondrán “los ciudadanos de los territorios vascos de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, como parte integrante de Euskal Herria, a la que se reconoce su identidad nacional”, y podrán “ejercer el derecho a decidir libre y democráticamente su propio marco de organización y relaciones políticas”.
En este sentido, destaca que la actualización del autogobierno vasco “se apoyará y estructurará” en base a “los derechos históricos y en el desarrollo del potencial de la Disposición Adicional Primera de la Constitución Española y la Disposición Adicional del Estatuto de Gernika”.
Además, subraya que supondrá “la formulación jurídico positiva de un ejercicio pactado del derecho democrático de la ciudadanía vasca a decidir su estructura política y su régimen de convivencia”.
Consultas
Establece que las instituciones vascas “tendrán la potestad para regular y gestionar la realización de consultas populares y referendos, tanto en lo que corresponde a asuntos políticos y sociales de su ámbito competencial, como a las relaciones que desean tener con otros territorios de Euskal Herria, con el Estado español y otros espacios políticos europeos e internacionales”.
En este sentido, apunta que Euskadi “estará vinculada al Estado español por una relación singular y bilateral de naturaleza confederal en el marco constitucional”, que será “de respeto mutuo y no subordinación, anudándose a tal efecto un sistema de relación bilateral efectiva sustentado en el acuerdo y el pacto que blindará el autogobierno vasco”.
El modelo de relación entre Euskadi y el Estado español, según el documento, “se articulará sobre el principio de igualdad política, se desarrollará en libertad, de igual a igual, respeto institucional y reconocimiento mutuo, y tendrá naturaleza confederal”.
Además, señala que se debe abordar “un sistema bilateral de garantías que blinde el autogobierno tanto material como político”. “Así, debería recogerse una manera de resolver conflictos tanto competenciales como de no intervención del modelo de comunidad política basado en principios homologados de relación política singular y bilateral”, indica.
Sin intervenir la autonomía
Desde el punto de vista de “relación política con el Estado”, apunta que deben “eliminarse mecanismos de suspensión unilateral de normas, intervención de la autonomía, etc, y establecer procedimientos de lealtad y cooperación institucional, de foros de arbitraje y de resolución de conflictos rigurosamente igualitarios”. “El régimen de relaciones se basará en la cooperación y no será admisible imposición o coerción unilateral de ninguna clase”, indica.
Además, incide que los enclaves de Treviño y Villaverde de Turtzioz tendrán derecho a integrarse en Álava y Bizkaia, si así “lo manifiesta libre y democráticamente” su ciudadanía.
El articulado del Título Preliminar regulará los símbolos propios de Euskadi, “representativos de su identidad”, como la bandera, escudo, himno o el día “del sujeto político”, que tendrá el euskara como “lengua propia, elemento de identidad nacional, medio de comunicación, factor de convivencia social y patrimonio del conjunto de Euskal Herria”.
Siendo el euskara y el castellano lenguas oficiales, dice que se reconocerá a la ciudadanía vasca “la posibilidad de hacer uso de su opción lingüística”, mientras que las instituciones vascas impulsarán una política lingüística “que permita superar el actual desequilibrio”.
PNV y EH Bildu defienden que se reconozca “el derecho a establecer vínculos políticos y relaciones de colaboración y cooperación” con Navarra y el País Vasco francés, incluida “la posibilidad de establecer estructuras u órganos institucionales permanentes y comunes”, desde “el respeto total y absoluto a las decisiones de las instituciones representativas de cada ámbito territorial respectivo” y en el marco de los procedimientos legales. De esta forma, pretende “lograr la plasmación de un principio de territorialidad abierta junto con un proyecto de política común”.
Ciudadanía y nacionalidad
PNV y EH Bildu defienden que el Nuevo Estatus “anudará la ciudadanía vasca con la vecindad administrativa en alguno de los municipios” de la Comunidad autónoma, y establecerá que “todos los ciudadanos vascos, sin ningún tipo de discriminación, dispondrán de los derechos y deberes” que les reconozca el texto estatutario y “el ordenamiento jurídico vigente”.
“El reconocimiento de la ciudadanía vasca y la utilización de la vecindad administrativa como criterio de inserción de las personas en la comunidad política, posibilita el acceso a los servicios públicos a las personas que vivan en el sujeto político, con independencia de cuál sea su procedencia o nacionalidad”, manifiesta.
Asimismo, apunta que, “habida cuenta del carácter plurinacional del Estado español y las características del nuevo modelo de relación con el Estado contenidas en el Nuevo Estatus Político, se reconocerá la nacionalidad vasca a la ciudadanía vasca en los términos regulados por una Ley aprobada por el Parlamento Vasco”. “Se establecerá también que nadie será discriminado por razón de su nacionalidad ni será privado arbitrariamente de ella”, garantiza.