AP/PP, el mismo dinero en B
Ya tenemos hoy las pruebas fehacientes que demuestran lo que nos temíamos desde hace años: que la Caja B, que el dinero B, que la financiación ilegal estaban en el ADN del PP, de soltero AP. Que el PP se ha abastecido de dinero ilegal desde su origen y que lejos de existir una conjura de los tesoreros, todos coaligados en maquinación masónica en la tarea de buscar la ruina al PP, los administradores del dinero de AP/PP formaban parte de un engranaje basado en el manejo de dinero negro, en el trasiego de pesetas y euros sin pasar por el fisco, en un ir y venir de cheques y pagos, en trapicheo, en escaqueo del dinero a la Hacienda que deberíamos ser todos. Ante la difusión de los papeles que evidencian esta financiación ilegal desde el origen, hay que subrayar una vez más: ¡cuánto tiempo y esfuerzo cuesta demostrar lo obvio!
Los documentos publicados por este periódico certifican que desde que se fundó AP, y de su costilla se creó luego el PP, el dinero no controlado por Hacienda ha sido la base de la financiación de este partido: desde Fraga hasta Rajoy; de Hernández Mancha a Aznar; de Naseiro a Bárcenas; de Sanchis a Lapuerta y a los que hubieran seguido, de no publicarse, en enero de 2014, los papeles de Bárcenas, con B.
Hay un hilo conductor de corrupción que va desde la fundación de AP por Fraga al PP de Rajoy y que ayuda a entender a este partido y lo explica.
Un trasiego de pesetas y euros, un barrizal de empresarios que dan dinero “al partido” y luego se lo cobran en obras públicas; gentes que inyectan dinero a AP/PP de forma absolutamente interesada, para recibir todo a cambio; una economía paralela, fraudulenta, mentirosa; millones de pesetas y de euros sustraídos al fisco.
Las reacciones a la difusión de la evidencia de la contabilidad paralela certifican la verdad de los papeles desvelados por eldiario.es.
Así, va Hernández Mancha y dice que este periódico es una hoja parroquial que no lee nadie, y ese aparente rechazo del marco informativo es una forma asaz explícita de su aceptación: él, aunque sea nadie, se lo ha leído.
Hernández Mancha, que expulsó de AP a Gregorio Ordoñez –que luego sería asesinado por ETA–, cuando este era concejal de su partido en el Ayuntamiento de San Sebastián; Mancha, que hizo un papelón patético, sin encontrar sus propios folios, sus propias palabras, en un debate sobre el estado de la nación en el que fue laminado por Felipe González; Mancha, que luego de abandonar la política se dedicó a hacer negocios turbios en países turbios, dice que la información le suena a chino. (A chino le suena también al ministro de Interior, Fernández Díaz, el lío del ático del aún presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González).
Hernando, portavoz del PP en el Congreso, reniega del pasado de su propio partido y dice que él no sabe nada de lo que pudo ocurrir hace tantos lustros. Normal, no sabe nada de lo que ocurre ahora, Bárcenas, como para entrar en memorias.
Pero lo cierto es que empresarios que luego eran favorecidos con contratos públicos han soltado millones de pesetas y de euros a AP/ PP. Que ese dinero que deberían haber pagado al fisco para construir los hospitales, las escuelas, las carreteras…, todo eso que se dice en estos casos, se lo han embolsado en el partido de Rajoy; ha sido blanqueado, inyectado en las arcas de AP/PP con la herramienta de los tesoreros elegidos para esa tarea y no para otra.
Mientras Rus cuenta billetes en Valencia con voz cazallera y de fondo se escuchan comentarios tabernarios del tipo “trabajar es de tontos”, AP/PP queda retratada en su esencia corrupta, en su caja B, en su contabilidad B, en su financiación ilegal. Mariano callará.