Franco, pantanos, bulos y chips. Otro efecto no deseado de la DANA
Lamentablemente, la tragedia que ha provocado la DANA en Valencia ha fomentado un caldo de cultivo para esparcir todo tipo de mentiras y bulos en las redes sociales cuya única finalidad es intoxicar y enfadar aun más a la opinión pública. En la mayoría de los casos los responsables son elementos de la extrema derecha mediática y política, los mismos cachorros de Revuelta, Desokupa, España 2000, entre otros, que fueron a montarla a Paiporta.
Entre la retahíla de mentiras y bulos, uno que siempre encanta a las derechas es resucitar a Francisco Franco. Les encanta recordar los pantanos que inauguró el dictador para afirmar que tenemos agua gracias a su infinita bondad. Y que, frente a la “pertinaz sequía”, la política hidráulica del franquismo resolvió nuestros males. Olvidan que esa política fue defendida a principios del siglo XX por regeneracionistas como el geógrafo Ricardo Macías Picavea, o que el plan Badajoz fue una copia del diseñado por el ministro de Obras Públicas, el socialista Indalecio Prieto, durante la Segunda República.
Macías Picavea, discípulo de Julián Sanz del Río y de Nicolás Salmerón, era un convencido de la necesidad de una reforma agraria técnica, basada en convertir las tierras de cultivo en áreas de regadío para conseguir una mayor rentabilidad, mejorando la agricultura española y las condiciones de vida de los campesinos. En su obra 'El problema nacional. Hechos, causas, remedios' (Madrid, 1899) planteó estas cuestiones junto con una crítica demoledora al caciquismo y al sistema de la Restauración, coincidiendo con el mayor exponente de esta línea de pensamiento, Joaquín Costa. Desde el Plan General de Canales de Riego y Pantanos de 1902, conocido como Plan Gasset en referencia al ministro de Agricultura, Industria, Comercio y Obras Públicas, Rafael Gasset, hasta el Plan Nacional de Obras Hidráulicas de 1933, dirigido por Manuel Lorenzo Pardo y elaborado por el Centro de Estudios Hidrográficos, se realizaron muchos trabajos.
No hay nada nuevo bajo el sol. Franco sólo continuó esta política, más teniendo en cuenta que cercenó la Reforma Agraria republicana de 1932, que pretendió modificar la propiedad de la tierra y no basada únicamente en mejoras técnicas (Ricardo Robledo: 'La tierra es vuestra. La reforma agraria. Un problema no resuelto en España, 1900-1950', Pasado & Presente, 2022; Francisco Rodríguez Jiménez (coord.): El Plan Badajoz. Entre la modernización económica y la propaganda política).
Otras de las muchas obras hidráulicas que realizó el régimen dictatorial con gran bombo y platillo fue el Canal del Bajo Guadalquivir, para convertir en tierras de regadío 80.000 hectáreas, mayoritariamente de ricos terratenientes. Pero conviene subrayar que en esta descomunal obra trabajaron presos políticos explotados como bien señaló la monografía 'El canal de los presos (1940-1962). Trabajos forzados: de la represión política a la explotación económica' de Gonzalo Acosta Bono, José Luis Gutiérrez Molina, Lola Martínez Macías y Ángel del Río Sánchez (Crítica, 2004) y el documental Presos del silencio de Mariano Aguado y Eduardo Montero Saponi en 2004. Aunque conviene recordar que no fue la única obra pública en la que la dictadura franquista utilizó presos políticos bajo el sistema de Redención de Penas por el Trabajo. Esa práctica fue habitual durante todo el franquismo.
A continuación, señalan la importante riada de 1957 en la ciudad de Valencia, que llevó a desviar el cauce del río Turia, y vuelven a destacar la actuación providencial del “benefactor caudillo”. El Plan Sur fue una obra faraónica propia del desarrollismo franquista para transformar la ciudad y se ejecutó entre 1965 y 1972. Se desvió del cauce del río para sacarlo de la ciudad, perjudicando a la huerta sur. Según señaló Iván Portugués, autor de la tesis doctoral La metamorfosis del río Túria en València (1897-2016): de cauce torrencial urbano a corredor verde metropolitano, en este mismo periódico hace unos días esta obra sería impensable hoy en día por el gran coste económico, las enormes consecuencias medioambientales y el impacto sobre el territorio. De hecho, la marquesa consorte de Bornos, Esperanza Aguirre, que acudió de jovencita a jalear a Dwight Eisenhower al grito de “Ike” cuando el presidente estadounidense visitó la España franquista en diciembre de 1959, ha salido al paso para reivindicar al Franco. En concreto afirmó: “Gracias a Dios y al innombrable Francisco Franco, que desvió el cauce del Turia; si no, hubiera sido también Valencia capital”. Ella nunca defrauda defendiendo el nacionalcatolicismo y siempre a la vanguardia de la lucha contra el dominio socialista.
A todos los difusores de mentiras y bulos y/o defensores de Franco también se les olvida un pequeño detalle y es que los estragos de la costa española y, en particular del Levante, comenzaron con la dictadura franquista durante la etapa del desarrollismo, cuando las divisas del turismo fueron uno de los pilares de la economía española, junto con las remesas de los emigrantes que se fueron a Centroeuropa, y la industria con mano de obra sumisa y muy barata. El turismo de sol y playa que acuñó Manuel Fraga Iribarne en el lema: “Spain is diferent!” inició el destrozo del litoral español y fue el comienzo del turismo de masas que modificó el paisaje de las ciudades.
Además, los difamadores añaden la falsedad de que el gobierno progresista ha destruido presas y que eso ha intensificado los efectos de la DANA en Valencia. De ese modo cierran el círculo: Franco queda como el salvador del país una vez más y el Partido Socialista y Sumar como unos incompetentes y traidores.
Finalizo con una anécdota: el viernes 8 de noviembre, a la vuelta de la facultad, entro en una carnicería de mi barrio de Argüelles, en la calle Altamirano, y escucho estupefacta la conversación entre dos clientas. Dicen que la DANA ha sido provocada por el gobierno (de Sánchez por supuesto entiendo) porque no ha avisado y que el cambio climático es consecuencia de las antenas 5G porque lo dice hasta el BOE. Se declaran antivacunas porque te incorporan un chip, y se intercambian los móviles después de que una de ellas dice que es farmacéutica y da conferencias secretas en lugares clandestinos. Al escucharlas, entiendo mejor que un delincuente, ignorante y sectario como Trump haya sido votado por millones de ciudadanos. Y que un “experto” en vida extraterrestre sea para muchos españoles la principal fuente de información en la tragedia de Valencia.
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