El desacuerdo que hubo el pasado jueves entre los partidos sobre la reducción global de los gastos electorales ha vuelto a poner en tela de juicio si realmente hay voluntad política para recortar drásticamente la gran inversión que se realiza en las campañas electorales. La reunión se saldó con importantes discrepancias tanto sobre el techo de gasto como sobre el mailing o buzoneo con la propaganda de las candidaturas que reciben en sus domicilios todos los ciudadanos antes de la cita con las urnas.
¿Es posible realmente rebajar gastos en esta campaña del 26J? Todos los portavoces de los grupos parlamentarios reconocen que sí, aunque luego les cueste concretar en qué partidas. Ante esta pregunta lo primero que conviene saber es que las elecciones generales del pasado 20 de diciembre de 2015 costaron al Estado nada menos que 130 millones de euros, que desglosados fueron a parar -euro arriba o abajo- a las siguientes partidas: 48 millones de Correos, para el voto a distancia y envío de propaganda electoral; 12,8 millones en escrutinio y la difusión de los datos; otros 12,5 millones de logística, para urnas, cabinas,papeletas, locales y campañas de difusión; y 55,1 millones que se dejaron en total las diferentes administraciones públicas en todo el proceso. De esa cifra, Interior asegura que el despliegue de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado costó casi 13 millones de euros.
En las pasadas elecciones el límite de gasto para cada partido quedó establecido en 13,5 millones de euros. Para estas nuevas elecciones el Gobierno acaba de establecer un techo de financiación de algo más de 120 millones de euros. El PP fue el partido que más gastó el pasado 20D, rondando casi el tope con 12,7 millones de euros. La formación de Mariano Rajoy no ha ofrecido más datos, es decir, que no ha precisado posteriormente cuánto destinó a cartelería, vallas, banderolas, organización de mítines o para publicidad en medios. Tampoco desglosa sus gastos Ciudadanos, que invirtió en aquella campaña cuatro millones de euros.
Sí los ofrece el PSOE, que se gastó en total cerca de 9 millones de euros. Los de Sánchez afirman en su página web que destinaron 8.651.155,34 a “gastos electorales ordinarios”. Entre los datos que dan a conocer destacan los de publicidad, propaganda y relaciones públicas para los que destinaron 5.255.198,38 euros. Para publicidad en prensa y radio, 1.993.853,25 de euros y para publicidad exterior 2.012.892,79 de euros.
Podemos se gastó con las confluencias en Galicia, Cataluña y Comunidad Valenciana cerca de tres millones de euros. La formación de Pablo Iglesias también ofrece datos en su web.Por ejemplo, explica que en publicidad en prensa invirtió 16.000 euros; en radio 6.000 euros, mientras en redes sociales la cifra llegó a los 56.000 euros, mientras que en publicidad exterior destinó 8.500 euros. IU se gastó por su parte en la campaña 2,5 millones de euros.
Precisamente, uno de los puntos de discrepancias en la reunión de los partidos ha sido si se rebaja el gasto global permitido en las campañas o se reduce el gasto real que realizaron los partidos. El PP y el PSOE proponen reducir un 30% lo que cada formación invirtió en la campaña electoral del 20D. Podemos sugiere que el tope se establezca en tres millones de euros por cada partido, y Ciudadanos propone reducir a la mitad el límite actual, es decir, de 13 millones de euros, hasta 6,5 millones.
Con todo, la mayor fricción en la reunión de los partidos se centró en el buzoneo. En la actualidad, cada formación envía al domicilio de cada elector las papeletas de sus candidaturas. El Estado abona posteriormente al partido 0,18 euros por elector en cada una de las circunscripciones en las que haya presentado lista, tanto al Congreso como al Senado, siempre que obtenga votos suficientes para constituir luego grupo parlamentario. Esto supone un desembolso público de más de 50 millones de euros. Esta subvención estaba antes en 0,22 euros por elector pero se rebajó en las últimas elecciones a 0,18 euros.
El PP y el PSOE quieren que se sigan enviado cartas a todos los ciudadanos. Los socialistas, no obstante, están dispuestos a valorar nuevos cambios en el mailing y dejar la subvencion en 0,15 euros por elector, una rebaja . Podemos y Ciudadanos plantean que haya un único envío por parte de Estado con la propaganda de todos los partidos lo que ahorraría mucho dinero.
Subvenciones del Estado
Subvenciones del EstadoAdemás de devolver el dinero invertido en mailing y propaganda electoral, el Estado subvenciona a los partidos con 21.167,64 euros cada escaño que obtienen en el Congreso y en el Senado. Asimismo, en el Congreso se subvenciona con 0,81 euros cada uno de los votos obtenidos por cada candidatura mientras en el Senado la subvención es de 0,32 euros por cada uno de los votos obtenidos por cada candidato que obtenga escaño de senador.
Tras el 20D, según el Portal de la Transparencia, estas subvenciones supusieron para el PP 4.153.262,84 de euros; para PSOE, 3.083.128,36, más otros 320.574,19 euros para el PSC, el partido en Cataluña; aunque el portal no da cifras, se calcula que para Ciudadanos fue de 850.000 euros y para Podemos 870.000 (también, sin sus coaliciones autonómicas). IU-Unidad Popular recibió únicamente 247.207,02 euros. A estas cantidades hay que sumar lo que les devolvió el Estado por los gastos de envío de propaganda electoral. IU, al no conseguir grupo parlamentario, no pudo recuperar el gasto en buzoneo que realizó.
En lo único que hubo cierto entendimiento entre los partidos fue en eliminar la publicidad exterior aunque también hubo discrepancias sobre qué se considera publicidad exterior. El PSOE y el PP creen que todo lo que sean vallas, banderolas y carteles, mientras los partidos emergentes y los minoritarios consideran que no debe eliminarse toda la publicidad porque para ellos es necesaria, sobre todo en donde no tienen una gran implantación.
El próximo miércoles, día 11, los partidos volverán a sentarse en busca de un acuerdo que en estos momentos se antoja bastante complicado.