Cassandra defiende que sus tuits sobre Carrero Blanco “eran simplemente humor”
La tuitera Cassandra ha defendido este miércoles en la Audiencia Nacional que todos sus comentarios sobre Carrero Blanco eran en clave de humor, simples chistes que no tenían otra intención. “Eran expresiones que se llevan haciendo a lo largo y ancho de toda España durante muchísimo tiempo”, ha explicado. Se enfrentaba a una pena de más de dos años de prisión, pero la Fiscalía ha reducido su petición a un año.
Esta joven murciana de 21 años, acusada de humillación a las víctimas y enaltecimiento del terrorismo, ha insistido en los chistes que tuiteó se hacen habitualmente: “En multitud de sitios de internet, en el día a día, o por figuras de autoridad como mi profesor de Historia”. Ha insistido en que esos comentarios nunca pueden ser entendidos como enaltecimiento del terrorismo.
Durante su declaración ante el tribunal, Cassandra ha repasado los tuits por los que se le acusa de humillar a las víctimas y que borró de su cuenta tras la Operación Araña en la que fue detenida. Los ha analizado uno a uno, dejando claro en todo momento que eran expresiones humorísticas “en clave absurda”, o comentarios enmarcados en el debate de la aprobación de la Ley Mordaza.
“Kissinger le regaló a Carrero Blanco un trozo de la luna, ETA le pagó el viaje a ella” o “¿Carrero Blanco también regresó al futuro con su coche?” son algunos de esos comentarios. Sus explicaciones han llegado al absurdo cuando ha tenido que aclarar, por ejemplo, que cuando escribió “Spiderman VS Carrero Blanco” junto a una foto del atentado, quería hacer un chiste, porque “Carrero nunca se enfrentó a Spiderman, básicamente porque Spiderman no existe”.
Además, ha aclarado que la muerte en un atentado del que fuera presidente del Gobierno con Franco le es “irrelevante”. “Murió más de 30 años antes de mi nacimiento, la época que vivió fue muy diferente a la mía”, ha añadido. Ha explicado que nunca buscó humillar a las víctimas -como dijo la propia nieta de Carrero Blanco- y que nunca ha enaltecido o justificado un atentado: “Es algo condenable, no justificable”.
“Echaba de menos a ETA”
El agente de la Guardia Civil que llevó a cabo la investigación, y que ha declarado en calidad de testigo, ha asegurado que en otros mensajes de Cassandra se podía entrever el “deseo del retorno de la actividad terrorista, que echaba de menos a ETA, no solo había tuits relativos a la mofa”.
El abogado de la joven ha interrumpido el interrogatorio para recordar que estos tuits no son objeto del juicio. El fiscal ha seguido por esta línea, y el agente ha explicado también que cuando analizaron su teléfono móvil encontraron una imagen con el símbolo de ETA, aunque la acusada nunca la tuiteó.
Tras el testimonio de los guardia civiles y de los peritos que llevaron a cabo la investigación el fiscal Pedro Martínez Torrijos ha rebajado la pena a un año de prisión y siete de inhabilitación. Aún así, ha mantenido que Cassandra debe ser condenada porque sus comentarios suponen “menosprecio y descrédito a las víctimas”.
Ha añadido que la acusada era consciente de que sus comentarios podían ser delito, y aún así los publicó. “Menciona a Argala, a ETA (...) No solo hay humillación, de alguna manera en ese contraste se está ensalzando la propia actividad de la actividad terrorista ETA”, ha explicado durante sus conclusiones.
La víctima no se siente perjudicada
El fiscal ha despreciado la prueba presentada por la defensa, que incluye un carta de la nieta de Carrero Blanco en la que aclara que ella no se siente humillada. “El monopolio de la consideración de víctima no lo puede tener un familiar”, ha dicho, al tiempo que ha indicado que la persecución de estos delitos busca también proteger el orden público,
“Esa seguridad, esa dignidad colectiva consistente en rechazar esas conductas, se produce con independencia de que la víctima se sienta o no perjudicada”, ha añadido. Ha destacado también que no ha visto signos de arrepentimiento en Cassandra.
Por su parte, los abogados de la joven han insistido en la distancia entre el periodo en el que se produjeron los hechos y cuando se hicieron los chistes. Han apuntado también en que Cassandra está siendo juzgada por 13 tuits, cuando ha publicado más de 90.000. “No puede considerarse como una conducta habitual cuando es un tuit por cada 7.000”, han añadido.
Además, han pedido que su declaración en la fase de instrucción, apenas fue asistida por su abogado de oficio, al que Cassandra renunció hace unas semanas, y que ese letrado ha prestado asistencia jurídica a la Falange y a colectivos de extrema derecha. Según la joven, le manifestó también que era admirador de Carrero Blanco.