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Militantes de Ciudadanos de Madrid critican a la gestora en una reunión interna: “Nos han tomado por tontos”

La Gestora de Ciudadanos, reunida por primera vez en la sede del partido

Carmen Moraga

Las aguas siguen bajando revueltas entre un amplio sector de la militancia de Ciudadanos que no oculta su inquietud por la senda “continuista” que ha decidido tomar el partido tras la dimisión de Albert Rivera y el comienzo de la 'era Arrimadas'. El enfado se está dirigiendo contra la nueva gestora por los discursos autocomplacientes que algunos de sus miembros han pronunciado en las asambleas que se están celebrando en las agrupaciones del partido, convocadas precisamente por la nueva dirección para escuchar personalmente las “inquietudes” de la afiliación.

En la última de estas asambleas, celebrada este lunes por la tarde en un hotel de Madrid, varios de los asistentes criticaron a Manuel García Bofill -presidente de la gestora- y al vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, a los que acusaron de no haberse “enterado de nada” tras la derrota del 10N. “Nos han tomado por tontos”, le espetó a Bofill uno de los asistentes, con enfado.

Según el relato hecho a eldiario.es por varios de los presentes, los reproches más escuchados fueron por la ausencia de democracia interna, el nulo papel de los afiliados en las decisiones del partido, la falta de neutralidad de la dirección en los procesos de primarias y el empeño de que siga utilizándose el voto telemático en los procesos internos, que ha terminado bajo sospecha como ha ocurrido con el pucherazo en Castilla y León. A lo largo de la noche se palparon incluso momentos de cierta tensión cuando un grupo de afiliados blandió desde sus asientos unas cartulinas en las que reclamaba “voto secreto en urna”.

Los impulsores de la idea de realizar esta 'gira' por las agrupaciones para tomar el pulso a la militancia han sido Bofill y el secretario de Organización, el todopoderoso Fran Hervías, que lejos de haber dado un paso atrás después de su anunciada dimisión es nuevamente uno de los principales encargados de preparar las primarias y todo el proceso precongresual que concluirá el 15 de marzo con la celebración de la V Asamblea General extraordinaria, momento en el que se dirimirá quién sucederá a Albert Rivera y el nuevo modelo de partido. De momento solo se ha postulado para optar a las primarias Inés Arrimadas.

La semana pasada Bofill y Hervías viajaron hasta Aragón, y en próximas fechas irán a Sevilla, Málaga, Valencia y Murcia. A la asamblea de Madrid de ayer acudieron más de 400 afiliados. Pero además de Bofill y Hervías -que eran los únicos anunciados-, asistieron también Ignacio Aguado, Begoña Villacís, Miguel Gutiérrez, Joan Mesquida y el tesorero, Carlos Cuadrado, todos pertenecientes ahora al nuevo órgano transitorio de dirección. Solo tomaron la palabra Bofill, Aguado, Villacís y Cuadrado, este último para defender las cuentas del partido que aseguró haber dejado saneadas. Sus explicaciones no convencieron a todos ya que hubo quien le afeó “falta de transparencia” y sostuvo que se deben conocer también las retribuciones de los cargos orgánicos del partido -los de la gestora ahora-, al igual que se conocen los de los cargos públicos.

Según han explicado a eldiario.es asistentes a la citada reunión interna, hubo cerca de cuarenta peticiones de palabra y un intenso, y a veces tenso debate, algo inusual hasta ahora en Ciudadanos en donde esa norma, sin embargo, se rompió en el reciente Consejo General en el que críticos como Francisco Igea, abroncaron a Bofill por haber impuesto una lista cerrada y bloqueada con los nombres de la gestora, sin debate previo a su votación, que algunos exigieron, sin éxito, que fuera en urna y secreta.

En la reunión de este lunes en Madrid algunos de los asistentes no dudaron tampoco en encararse con Bofill y también con Aguado a los que reprocharon que no estaban siendo “neutrales” ante la sucesión de Rivera por apoyar a Arrimadas antes siquiera de saber si habría más candidatos. Varios intervinientes exigieron debates entre los aspirantes a primarias si al final hay más de una candidatura -los críticos no descartan presentar una alternativa- , pidieron acceso al censo para poder hacer campaña, y que el voto sea en urna y no telemático porque “no da garantías sino sospechas”. “No podemos hacernos trampas si queremos que nos voten”, lanzó otro afiliado.

Algunos sacaron a relucir una frase que supuestamente le dijo Hervías a Igea cuando se presentó contra Silvia Clemente en Castilla y León: que “pensara si debía seguir en el partido si perdía las primarias”. “¿Qué partido liberal es ese?”, preguntó el militante que tomó la palabra al secretario de Organización que, según cuentan, llegó casi una hora más tarde de la establecida -las 7 de la tarde- y no pronunció palabra en toda la noche.

Fue Bofill el que intervino para negar que se produjera 'pucherazo' en aquella comunidad ni en ninguna otra. El presidente de la gestora afirmó que el sistema informático para votar en primarias es “mucho más seguro” que ningún otro y sostuvo que las trampas solo se producen cuando el voto se hace en urnas.

Luego pidió “ejemplaridad” a los afiliados para que el partido transite con “tranquilidad” hacia la próxima Asamblea General extraordinaria de marzo. Uno de los reproches que los militantes le hicieron fue precisamente que esa “ejemplaridad” la tienen que demostrar los propios miembros de la gestora a partir del 21 de diciembre, fecha del nuevo Consejo General en el que se aprobará el reglamento precongresual. En opinión de los críticos la reunión que estaban celebrando este lunes debería haberse hecho después de aprobarse el reglamento del cónclave para poder enmendarlo.

En otro momento, Bofill rechazó también la posibilidad de celebrar referéndum internos para que los afiliados puedan votar las decisiones importantes -como la investidura de Sánchez-, alegando que según el modelo de partido de Ciudadanos es la Ejecutiva la que toma todas las decisiones.

Por su parte, Aguado defendió el trabajo de los últimos cinco años del partido y glosó la figura Hervías ante los ataques que ha sufrido, destacando el gran trabajo que había hecho en Organización.

Los halagos a Albert Rivera por parte de los miembros de la gestora que intervinieron fueron constantes, destacando lo dura que les resultó a todos su dimisión y lo que luchó e hizo por el partido.

También Villacís tomó la palabra para sumarse a esos halagos y para negar que la dirección no haya hecho “autocrítica” por la derrota del 10N, destacando que aunque solo tienen ahora 10 escaños “se están empleando muy bien”. “No se han enterado de nada o nos están tomando por tontos”, cuentan que resumió un afiliado que intervino tras escuchar a los tres dirigentes. En ayuda de los madrileños salió un cargo público afeando la falta de implicación que a su juicio demostró en la campaña una parte de la militancia.

También hubo críticas por el cambio de ideario en la IV Asamblea General del 2017 y se escuchó la exigencia de realizar esta vez “una asamblea ejemplar”. “No es posible una involución como la de 2017”, afirman que dijo otro de los muchos militantes que intervinieron. Tras cerca de cuatro “intensas” horas los asistentes que quedaban en la sala se fueron satisfechos de que al menos “por primera vez se nos haya escuchado y haya debate interno en Ciudadanos” a pesar de los silencios de Hervías, Gutiérrez y Mesquida que la mayor parte del tiempo lo pasaron consultando sus móviles desde la mesa presidencial.

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