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El complejo sistema electoral, clave para la alternativa en el Ulster
Belfast (R.Unido), 5 may (EFE).- Irlanda del Norte celebra este jueves unas elecciones autonómicas en las que su complejo sistema electoral, de voto único transferible (STV, en inglés), puede resultar clave para el avance de partidos minoritarios y modificar así el equilibro de poder en la Asamblea de Belfast, dominada hasta ahora por el bloque de unionistas protestantes y de nacionalistas católicos.
Su objetivo es asegurar que todos los sufragios cuenten y lograr una representación proporcional de las preferencias de los votantes, al contrario que el sistema aplicado en otros países, por el que el candidato más votado en cada circunscripción, aunque sea por la diferencia de unos pocos votos, es el triunfador único.
Según las encuestas, el nacionalista Sinn Féin y el todavía mayoritario Partido Democrático Unionista (DUP) recibirán en torno al 26 y 19 % de votos de primera preferencia, respectivamente, mientras que el Partido Alianza, liberal de centro y no sectario, podría superar el 16 %, hasta situarse como tercera fuerza.
Les siguen otras formaciones unionistas y nacionalistas cuyos votantes, normalmente, han otorgado sus siguientes preferencias en la papeleta a otros candidatos de su circunscripción de similar signo político.
La sociedad norirlandesa, no obstante, ha cambiado durante 25 años de proceso de paz, en los que ha emergido una nueva generación alejada de las etiquetas tradicionales, menos interesada en la reunificación de Irlanda a la que aspira el Sinn Féin o en la permanencia en el Reino Unido que defiende el ultraconservador protestante DUP.
Una parte del electorado también se ha cansado de las crisis institucionales que periódicamente hacen caer al Gobierno de poder compartido y se centran en asuntos relacionados con la sanidad, el coste de la vida o el medioambiente.
Por ello, parte del éxito de formaciones como la Alianza, Verdes o izquierdistas pasa en estos comicios por el número de transferencias que lograrán atraer de los grandes partidos.
Cada una de las 18 circunscripciones norirlandesas designa a cinco miembros para la Asamblea autónoma, compuesta por 90 diputados.
El votante recibe una papeleta con la lista de candidatos, enumerados por orden alfabético, en la que debe señalar la casilla de su elegido con el número “1”.
Si lo desea, puede designar a un segundo candidato con el número “2” y así sucesivamente, de manera que su voto podrá ser utilizado tantas veces como sea necesario.
Para resultar elegido, el candidato debe alcanzar una cuota o mínimo de votos necesarios que garanticen la elección. En Irlanda del Norte, el número de votos válidos se divide entre cinco para obtener la cuota necesaria para ser elegido.
Los candidatos que superen esa cuota en el primer recuento quedan automáticamente elegidos, mientras que para decidir quiénes completarán la lista de escaños por esa circunscripción es necesario proceder a un nuevo recuento.
Entonces, el número de votos por encima de la cuota que hayan recibido los ya elegidos se distribuye entre los demás de acuerdo con las segundas preferencias que figuren en las papeletas.
Los candidatos menos populares quedan eliminados progresivamente y sus votos se distribuyen entre las segundas preferencias.
Los recuentos terminan cuando cinco candidatos han sobrepasado la cuota o son los que quedan cuando los demás han sido eliminados.
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