Ada Colau promueve desde hace meses, junto a un grupo de activistas de Barcelona, un proceso político que, entre otras cosas, pueda generar una candidatura para las próximas elecciones municipales. La idea es que se confluya en una fórmula que vaya más allá del formato de frente de partidos y sea un movimiento ciudadanos con Colau como referencia pública.
Pocas personas concitan el aplauso público sin recatos de partidos de izquierdas, movimientos sociales o nodos activistas post15M como lo ha hecho durante los últimos años Ada Colau. La exportavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca ha recibido propuestas y ofertas de todo tipo para incoporarse a listas electorales en las últimas elecciones europeas. Siempre ha dicho que no. Hasta ahora.
Tras su dimisión como cara visible de la PAH, que adelantó eldiario.es, se han acelerado los acontecimientos: Colau ha conseguido atraer a una misma conversación a opciones en ocasiones distantes como EUiA, ICV, las CUP, Procés Constituent, Podemos, el Partido X, plataformas ciudadanas o sindicatos. Por ahora, son conversaciones, en algunos casos más avanzadas que en otros. Pero antes de final de este mismo mes de junio puede ser verse ya el principio de un proyecto que pueda echar a andar, más como una iniciativa ciudadana “que supere las lógicas de los partidos políticos”, nos dicen fuentes que participan en el proceso, que desborde las formas de “la vieja política” y desde luego no entendida como un “pacto de izquierdas”.
El diario catalán ara.cat señala a Colau directamente como promotora de un encuentro entre partidos de izquierdas y otros movimientos. La activista, en su línea de despojarse en lo posible de su protagonismo personal y dar más valor a los procesos colectivos, en declaraciones a eldiario.es, confirma que el proceso está abierto y ha insistido en que “hay que respetar” los “ritmos” de este tipo de movimientos y no centrar lo que está pasando en su figura. Promete, eso sí, “transparencia”.
Por mucho que Colau y su entorno traten de rebajar la importancia de su figura personal, ni siquiera en los entornos más activistas que mejor entienden y explican los valores de una nueva política menos personalista se niega que la capacidad de proyección mediática de Ada Colau es un valor indudable para una candidatura. Sobre todo tras las conclusiones que sacan los expertos sobre el efecto de Pablo Iglesias como multiplicador de la pegada de Podemos.
Sin embargo, a día de hoy nadie da por hecho formalmente que Colau vaya a ser cabeza de lista o si todas las siglas que se barajan desde hace meses están efectivamente comprometidas a ceder sus espacios de protagonismo a una nueva plataforma de confluencia.
El nombre de esa plataforma es, por ahora, Guanyem Barcelona (Ganemos Barcelona).
¿Por qué a unas municipales?
¿Por qué a unas municipales?Ada Colau es, según las encuestas de los últimos años, una de las personalidades políticas mejor valoradas en todo el estado. ¿Por qué, entonces, circunscribir esa fuerza a una candidatura específicamente de una ciudad?
La razón es, entre otras más estratégicas, ideológica: no solo en la PAH sino en otras actividades previas, Colau y la red de activistas en la que suele participar han tenido siempre una fuerte vinculación con el territorio, la ciudad, los movimientos de base y autónomos, la construcción política de abajo a arriba. Con ese currículum, dar el salto a una candidatura europea, por ejemplo, habría sido romper con la tradición política que ha hecho a Ada Colau quien es.
Las primeras reacciones políticas a esta noticia confirman el entendimiento entre diferentes agentes políticos de la ciudad. El cabeza de lista de ICV en las últimas elecciones municipales de Barcelona, Ricard Goma, ha mostrado su apoyo a la idea de una confluencia, aunque insiste en que el proyecto no está cerrado.
El día en que Ada Colau dejó la portavocía de la PAH dejó claro que no lo hacía “para irse a ningún partido político”, pero no descartaba entonces que pudiera participar en nuevos proyectos para entrar en las instituciones.