Lorena Ruiz-Huerta (Madrid, 1977) será ratificada este miércoles como nueva portavoz de Podemos en la Asamblea de Madrid. Sustituirá en el cargo a José Manuel López, cuyo relevo al frente del grupo fue acordado el pasado viernes por el nuevo Consejo Ciudadano del partido en la región. Ruiz-Huerta fue la número dos de la lista que presentó Podemos a las autonómicas en mayo de 2015 en una candidatura que precisamente encabezaba López.
El cambio en la portavocía ha recrudecido la guerra interna en el partido, que tiene en Madrid uno de sus principales frentes. La abogada, que ya formó parte de la anterior dirección de Podemos en la región con Luis Alegre, es consciente: “Yo entiendo que se hubiera hecho cuando se hubiera hecho siempre iba a haber gente que iba a pensar que no era el momento adecuado”.
La diputada cree que el motivo fundamental del relevo es la nueva estrategia política definida en la Asamblea Ciudadana del pasado mes de noviembre. “El objetivo común es ganarle las elecciones al PP de Cristina Cifuentes. Y también, porque es el proyecto político que ha resultado vencedor y era una de sus señas de identidad, al PSOE de Ángel Gabilondo”. Para ello, cree que un relevo en la portavocía era fundamental, aunque pretende seguir contando con López para la futura dirección parlamentaria, que todavía se está cerrando.
¿Cuáles son los motivos del relevo de José Manuel López?
Ha sido una decisión del órgano de dirección política de Podemos en la Comunidad de Madrid, que salió elegido en la última Asamblea Ciudadana celebrada hace mes y medio. En la primera fase, en la que se votaban documentos, el documento político que resultó vencedor fue de Juntas Podemos, del que yo formaba parte. Posteriormente se eligió al equipo de personas que debía liderar este proyecto y resultó vencedor este mismo equipo. Este Consejo Ciudadano ha considerado que para llevar acabo ese proyecto político, para construir una alternativa al Gobierno del PP de Cristina Cifuentes, había que relevar al portavoz en la Asamblea de Madrid.
¿Tan diferentes son los proyectos que exigen el relevo del portavoz en la Asamblea de Madrid?
Estamos en pleno proceso de discusión y nos quedan muchos debates que mantener. Dicho esto, es cierto que el equipo en el que se integraba José Manuel López defiende un modelo más vertical, tecnocrático y subordinado al trabajo institucional. El proyecto en el que me integro yo defiende un Podemos que no sea un partido clásico y tradicional sino lo que nosotros llamamos un partido-movimiento. Esto significa que debemos estar en permanente diálogo con el afuera: los movimientos sociales, las candidatura de unidad popular, los sindicatos, los círculos, etcétera.
Dicho esto, tanto José Manuel como su equipo y nosotros formamos parte de un partido único. Debemos seguir debatiendo y discutiendo pero somos integrantes de un mismo proyecto y el objetivo es común, ganarle las elecciones al PP de Cristina Cifuentes. Y también, porque es el proyecto político que ha resultado vencedor y era una de sus señas de identidad, al PSOE de Ángel Gabilondo. Queremos diferenciarnos claramente. Somos la alternativa al bipartidismo en la Comunidad de Madrid.
¿El proyecto político que representaba José Manuel López hacía que Podemos fuera un partido asimilado al PSOE?
El equipo que ha dicho claramente que debemos ser una alternativa tanto al PP de Cifuentes como al PSOE de Gabilondo somos nosotros. Es la apuesta clara, la que ha resultado vencedora.
Desde que Ramón Espinar y su candidatura ganaron las primarias de Podemos en Madrid ya se hablaba de la posibilidad de este relevo. ¿Por qué ha tardado tanto en producirse? ¿Había reticencias por su parte?Ramón Espinar y su candidatura ganaron las primarias
Desde que se constituyó la nueva dirección política vimos que era una urgencia construir esa alternativa al PP de Cifuentes de la que estoy hablando. Nuestra obligación es pensar y debatir sobre política. Es lo que está esperando la gente. Es una urgencia que no podía demorarse más.
Ahora bien, personalmente me parecía fundamental, y en eso he sido una pieza esencial, que José Manuel López terminara el periodo de sesiones. No era una buena decisión ni era considerado con un compañero que ha trabajado bien no permitir que terminara el periodo. El último pleno fue el 22 y el único día que nos quedaba hábil para no meternos en el periodo vacacional era el viernes 23. En enero habrá un pleno extraordinario el día 12 y por una cuestión de plazos no había más espacio. Yo entiendo que se hubiera hecho cuando se hubiera hecho siempre iba a haber gente que iba a pensar que no era el momento adecuado.
Durante las primarias, en un debate entre Ramón Espinar y Rita Maestre organizado por eldiario.es, Espinar aseguró que no había ningún acuerdo previo con Anticapitalistas para hacer este relevo. ¿Existía este pacto previo para que sustituyera a López como portavoz en la Asamblea?en un debate entre Ramón Espinar y Rita Maestre
No, no existía. Yo participé en el equipo Reinicia, que después se unió con el de Espinar, y existió un debate sobre los documentos políticos y organizativos. Pero este otro acuerdo que de pronto apareció en los medios de comunicación no solo no existió sino que se demuestra que no era cierto porque yo no me voy de portavoz al Senado ni Ramón va a ser portavoz en la Asamblea de Madrid.
Si todo sale como parece la votación de este miércoles en el grupo puede dar un resultado de 14 votos a favor y 13 en contra de su nombramiento. ¿Esta polarización del Podemos en Madrid es inamovible?
No lo es en absoluto. En nuestro grupo son escasas las ocasiones en las que hemos llegado a votar porque habitualmente adoptamos las decisiones por consenso. Y en ocasiones se modifican posiciones. Todo parte de que tenemos diferencias de visión política pero personas integrantes de uno u otro grupo votan o se pronuncian en sentido distinto. No son bloques estancos. No sé lo que va a pasar. No sé cuántos votos va a haber a favor y cuáles en contra. A lo mejor el resultado sorprende, estamos conversando sobre quiénes van a integrar la nueva dirección del grupo.
¿Seguirá López en la dirección del grupo?
Al Consejo Ciudadano le gustaría que así fuera y a mí personalmente también. Tiene mucho que aportar, ha acumulado una valiosa experiencia, tiene unos conocimientos técnicos necesarios y una buena cabeza. Yo confío en que esté en la dirección.
Decía antes que la intención del relevo es poner sobre la mesa una alternativa real al Gobierno de Cifuentes. ¿Ha fallado Podemos en su labor de oposición al PP en este año y medio?
Hay un cambio de coyuntura y de cambio de momento político. No creo que Podemos haya fallado. En esta primera etapa se ha constituido un grupo parlamentario desde cero, ponerlo en funcionamiento y sentar las bases de una nueva forma de hacer política. Ahora tenemos una hoja de ruta con un documento político que seguir, que tampoco existía hasta la fecha. Ahora hay que poner de verdad una estrategia que erosione a un Gobierno y a un grupo mayoritario que se está desmoronando. He perdido la cuenta pero Cristina Cifuentes acumula 14 dimisiones. Tiene tres diputados con problemas judiciales, dos por corrupción y el portavoz del grupo por un tema de acoso laboral. Esa imagen de regeneración y de nuevo PP de Cifuentes se demuestra que no es así. Nuestra función es empujar para señalar que este Gobierno se está desmoronando y no puede continuar.
Esta semana el Gobierno de Cifuentes prorrogará los presupuestos de 2016 ante la imposibilidad de sacarlos adelante. Pero la sensación es de que gobierna con cierta calma. ¿Cómo es posible?
Cifuentes es capaz de sacar sus medidas más importantes gracias a la inestimable ayuda de sus socios de Gobierno, Ciudadanos. Además, Cifuentes tiene una política de escaparate de boutique de moda cara con la que es capaz de vender una serie de medidas que son una pura cortina de humo. Esta señora y su equipo son maestros del marketing. No hay nada detrás que tenga que ver con lo que proclama, ni con la regeneración democrática ni representa un nuevo PP. Cifuentes ya estaba ahí hace 25 años al servicio del PP. Y sus políticas son absolutamente continuistas con respecto a Esperanza Aguirre.
Usted ya formó parte de la dirección de Podemos Madrid que salió de las primarias de febrero de 2015. La sensación es que el partido ha cambiado completamente desde entonces. ¿Cuál es su visión?
Yo no lo comparto. Podemos sigue siendo el mismo. Yo ya viví un Consejo Ciudadano en el que entraron dos listas que habían competido en la Asamblea Ciudadana y estaba repartido prácticamente al 50%. Siempre hubo tensiones. No está de más recordar que algunos meses después de que echara a andar aquel Consejo Ciudadano hubo nueve dimisiones. Tensiones y, en ocasiones, una cierta dificultad para mantener los debates en Podemos, siempre ha habido. Eso sí es una crítica que cabe hacer pero estoy muy convencida de que no es algo definitivo. Podemos todavía es muy joven, estamos aprendiendo muchas cosas y tenemos mucho que aprender con respecto a la manera de dirimir nuestras diferencias políticas.
¿Ninguna diferencia entre el Podemos de febrero de 2015 y el actual?
Quizá en lo que veo algunas diferencias es que, en los últimos tiempos, se debate más en las redes sociales y en los medios de comunicación. No me parece mal, pero se debate más que en los propios órganos y no en suficientemente buen tono. En ese sentido apelaría un poco a la responsabilidad a mis compañeros de una corriente y de otra, a que discutamos más en los órganos, a que tengamos mejor tono en las redes sociales y en los medios de comunicación. No digo que haya que terminar con eso, porque estamos dando una lección de cómo es un partido verdaderamente democrático y transparente a este país, donde los partidos políticos no han sido nada democráticos ni transparentes. La diferencia es que en Podemos nos mostramos como somos y eso nos hace también más vulnerables. Por eso creo que tenemos que cuidarnos un poco más, pero la ilusión sigue intacta.
¿Lo que está pasando ahora es consecuencia de las dimisiones de marzo de 2016? ¿Hay un hilo que une ambos hechos?
Si lo que me estás queriendo preguntar con esto es que si esto es una represalia...
No, una represalia no, solo que si hay un hilo que una aquellos acontecimientos con esto que está ocurriendo.
La historia es una concatenación de hechos causales en sí mismos pero lo que ha sucedido aquí es ni más ni menos una decisión política completamente natural de un órgano nuevo que ha salido elegido en una Asamblea Ciudadana y que ha decidido que, para poner en práctica la hoja de ruta nueva que ha salido aprobada, era conveniente probar un cambio en la portavocía.
Es importante que este hecho se acepte con naturalidad y como consecuencia lógica de un proceso democrático que no tiene por qué despertar mayor resquemor, ni levantar ampollas en nadie. Lo que pasa es que en este país es que hay poca cultura de aceptar que los órganos políticos pueden tomar este tipo de decisiones perfectamente legítimas porque estamos acostumbrados a que, en los partidos, los cambios de políticos se hagan a dedazo y esto no es nada más ni nada menos que un proceso natural consecuencia de una manera de funcionar democrática.