Primeras espantadas en el PP tras el batacazo del 24M
Dos días después del batacazo electoral sufrido por el PP en las elecciones municipales y autonómicas han empezado las espantadas de sus cargos. Las consecuencias del descalabro en cuanto a pérdida de poder han sido especialmente visibles en la Comunitat Valenciana, donde Alberto Fabra ya ha comunicado a los suyos que dejará la presidencia del partido en un próximo congreso, y en Baleares, donde José Ramón Bauzá ha anunciado lo mismo para después del verano. Desde Génova se da por hecho también que Rita Barberá no se quedará en la oposición en el Ayuntamiento. El alcalde de Valladolid en funciones, Francisco Javier León de la Riva, dice que sus opciones van “desde ser alcalde a renunciar”.
Las huidas de Fabra y Barberá no son las únicas que empiezan a prepararse entre los conservadores. Entre los que han salido vencedores del 24M también los hay quienes dudan ahora de tomar posesión de su cargo. Por ejemplo, Juan Vicente Herrera, presidente en funciones de Castilla y León, ha amagado con no someterse a la investidura el próximo 16 de junio y tutelar así su sucesión una vez lograda la mayoría, aunque a un escaño de ser absoluta.
El último en apuntarse a las dudas ha sido Javier León de la Riva, alcalde en funciones de Valladolid. El presidente del PP en la ciudad, Ramiro Ruiz, ha avanzado que el veterano alcalde tiene “todas las posibilidades abiertas” en cuanto a su futuro y quiere consultarlo con su familia. León de la Riva ha gobernado Valladolid con mayoría absoluta durante cinco legislaturas y solo este domingo la perdió: de sus 17 concejales se ha quedado con 12, por lo que la suma de partidos de la oposición podría arrebatarle el puesto.
A pesar de que Mariano Rajoy anunció este lunes que no considera que el resultado del 24M le obligue a hacer cambios en el Gobierno y en el partido, la respuesta no parece haber contentado a los barones, que sí ven necesario un cambio de política más allá de mejorar la comunicación. Uno de los más pesimistas fue Alberto Fabra, quien ha perdido la oportunidad de ganarse en las urnas la presidencia de la Generalitat que le dejó en herencia Francisco Camps.
El president en funciones se negó a confirmar que dejaría sus cargos con el argumento de que “no era el día adecuado” después de asistir al comité ejecutivo nacional convocado por Rajoy. Solo 24 horas después, anunciaba que abandonará la presidencia del PP en la Comunitat Valenciana cuando se celebre próximamente un congreso regional.
La imagen de un Fabra derrotado acompañando a Barberá después de comparecer ante la prensa unió en la desgracia a dos viejos enemigos. La alcaldesa de Valencia, que nunca ha mantenido buena relación con quien era su jefe, tampoco recogerá su acta de concejal electa para hacer su trabajo desde la oposición en el Ayuntamiento de la ciudad. Fuentes del PP abonan la teoría de que Barberá dejará la política a pesar de haber ofrecido “un pacto de Estado contra los radicalismos”.
Desde Génova se justifican afirmando que “dejarán la política aquellos compañeros que llevan mucho tiempo y no han logrado un buen resultado en estas elecciones”. La teoría cae por el lado de Baleares: Bauzá tiene 44 años y es presidente desde 2011.
