Exdirigentes de Ciudadanos rechazan la fusión con el PP y reparten las culpas por la debacle electoral
Continuidad o absorción por el PP. Ciudadanos se enfrenta a esa disyuntiva tras haber perdido el papel de partido bisagra que un día tuvo a nivel nacional y después de caer a la irrelevancia en Catalunya, donde en 2017 se proclamó vencedor de los comicios. Exdirigentes de la formación apuestas mayoritariamente por evitar la disolución –con alguna excepción– y trabajar por recuperar el espacio del “proyecto liberal” que un día lideró Albert Rivera.
Eso sí, no se ponen de acuerdo en el reparto de culpas: unos señalan a la ambición de Rivera y sus bandazos; otros, a la estrategia fallida de Inés Arrimadas, que evitó presentarse a la investidura en Catalunya y vació el partido en ese territorio para trasladarse a Madrid.
Ciudadanos cumple este mes de marzo su primer año bajo ese liderazgo de Arrimadas, pero el aniversario se ha visto empañado por el descalabro que sufrió en las elecciones de Catalunya, en las que de 36 escaños ha logrado ahora mantener solo 6. Ese 14F Ciudadanos, además de pasar a ser séptima fuerza parlamentaria, se quedó tres escaños por encima del PP -que se dio a su vez otro severo batacazo-, pero ambos partidos fueron superados por la extrema derecha de Vox, que ha irrumpido en el Parlament con 11 diputados.
Este pésimo resultado ha abierto la primera grave crisis interna que Arrimadas intenta frenar, tras negarse a realizar ceses ni cambios en el organigrama del partido, muy jerarquizado, como le pidieron en la tensa reunión de la Ejecutiva algunos dirigentes autonómicos y el sector crítico que ha surgido en Catalunya, que le ha amenazado con promover una Asamblea para dirimir el nuevo rumbo del partido.
Entre tanto, son varias las voces que han empezado a surgir fuera y dentro del partido opinando sobre los motivos por los que creen que Ciudadanos ha fracasado en Catalunya y planteando incluso la necesidad de que haya una confluencia con el PP de cara al futuro, que reunifique al centro derecha como única fórmula de ganar a la los nacionalistas y a la izquierda. La idea la está alimentando Pablo Casado que lleva tiempo en una operación para absorber a Ciudadanos, mientras la sombra de Albert Rivera vuelve a planear sobre el liderazgo de sus antecesora.
Esta redacción ha contactado con varios de los dirigentes que formaron parte del equipo de Rivera y que por un motivo u otro terminaron dimitiendo de sus cargos. Algunos incluso dejaron también la militancia después de la marcha del líder. No todos han querido opinar sobre el rumbo que ha de tomar la formación, pero los que lo han hecho proponen mayoritariamente continuar con el partido. Aunque hay excepciones. Algunos, como Juan Carlos Girauta, creen que la única solución pasa por la fusión con el PP.
Marcos de Quinto pide “que no se le eche la culpa a Rivera”
El principal análisis que hace el empresario y exdiputado por Madrid Marcos de Quinto es “que no se puede echar la culpa a Albert Rivera” de lo que le ha pasado a Ciudadanos en estas elecciones catalanas. “Albert dejó Ciudadanos en noviembre de 2019 y la expectativa de voto en julio de 2020 –según el CIS catalán– con Lorena Roldán como candidata era del 14,4% y 19 diputados”, recuerda. “Haber bajado al 5,4% y de 36 a 6 diputados no parece ser obra de Rivera, no”, replica.
“Creo que España necesita un partido liberal fuerte. Me preocupa que el exceso de tacticismo pueda llevar inconscientemente a Ciudadanos a una versión socialdemócrata light”, advierte De Quintos, para afirmar a continuación que “España necesita volver al constitucionalismo, a la sensatez y a recuperar la autoestima y el reconocimiento internacional”, y a su juicio eso “solo se logra con un centro-derecha sólido y no fragmentado, en el que quepa esa izquierda constitucionalista que puso en su día una línea roja al populismo y al independentismo”.
De Quinto finaliza: “Ojalá los personalismos y las cuitas personales de quienes respiran de la política no impida ese gran objetivo que es cambiar este gobierno nefasto”.
Juan Carlos Girauta: “Por supuesto que habría que ir a una fusión”
El exportavoz parlamentario de Ciudadanos señala que todo lo que está ocurriendo al partido “es un poco parte de lo mismo”. “Las elecciones en Cataluña solo podían ser un fracaso porque ese partido ya solo tiene el nombre de lo que fue. Y si la campaña fue grotesca, que lo fue, lo que hay que preguntarse es cómo sería una buena campaña de un partido sin ganas y sin ideas. Las gestorías no tienen épica, y la épica siempre fue el fuerte del partido”.
“El proyecto de Ciudadanos, más allá de lo que crean sus fundadores, que jamás tuvieron que ver nada con la vida orgánica del partido, es inseparable de la figura de Albert Rivera. Pero eso yo dimití de mis cargos orgánicos en el mismo instante en que lo hizo él”, rememora el exportavoz del partido, al que muchos le sitúan ahora cercano a Vox, el partido de extrema derecha con el que aboga por pactar.
En cuanto a un posible fusión con el PP, es contundente: “Sí, por supuesto que habrá que ir a una fusión. Quizá no de siglas, pero sí a una refundación del centro derecha español donde quepa todo el PP y tres cuartas partes de Ciudadanos. La otra cuarta parte siempre tiene el PSOE a mano. Y ese centro derecha refundado debe ir por su cuenta a elecciones, separado de Vox, para pactar después. Esa es la forma de optimizar el voto contrario al sanchismo. Lo demás es perder, perder y perder”.
Toni Roldán cree que el espacio de Ciudadanos “es más necesario que nunca”
El que fuera secretario de Programas de la Ejecutiva, cargo del que dimitió por discrepancias en la política de pactos de Rivera, dice que pese al batacazo en Catalunya “el espacio que ocupa Ciudadanos es más necesario que nunca, hay votantes huérfanos que lo necesitan”. “Ha habido avances en la buena dirección pero para que Ciudadanos pueda liderar ese espacio tiene que haber cambios ambiciosos”, afirma en conversación con elDiario.es.
En un entrevista con Nius Roldán se explaya más y opina sobre el futuro de Ciudadanos: “Creo que tenemos que pensar más en lo que es posible y no tanto en las políticas perfectas. Para eso necesitas un liderazgo político y mayorías grandes. Los incentivos en la política con el grado de fragmentación que hay son muy perversos. El coste de pactar es más alto si tienes un partido al lado que compite contigo con un mensaje más radical”.
Roldán recuerda que dejó el partido por que no estuvo de acuerdo que Rivera se negara a pactar con el PSOE para evitar nuevas elecciones. “Hubo una decisión, en mi opinión sectaria pero con un interés legítimo, por la que Albert Rivera trató de conseguir ser presidente. Yo estaba en política para cambiar España no para que Rivera fuera presidente. Es evidente que en la peor crisis económica en tiempos de paz podríamos haber tenido un Gobierno sólido y reformista”. “Con Ciudadanos habría ido mejor”, opina.
Xavier Pericay: “El partido tiene que cambiar por dentro y por fuera”
Uno de los dirigentes históricos del partido, Xavier Pericay, que comandó Ciudadanos en Baleares asegura que el “único análisis posible es que el partido ha dejado de ser útil para 952.000 ciudadanos que le votaron en 2017. Y esa caída no es en modo alguno comparable con la del 10 de noviembre de 2019; es mucho peor. Porque se trata de Cataluña, la parte de España donde el partido, en teoría, está más consolidado”.
El exdirigente balear añade que ignora si debe o no convocarse una asamblea extraordinaria, “pero de lo que no tengo la menor duda es de que el partido tiene que cambiar. A fondo. Por dentro y por fuera”, añade.
En cuanto a una fusión, cree que “supondría la desaparición de Ciudadanos y, por lo tanto, del único proyecto liberal que existe hoy en día en España y eso habría que evitarlo a toda costa”. “Lo que sí creo es que ambos partidos han de buscar una convergencia sobre la base de que no hay nada que negociar con un gobierno como el actual. Y ello no sólo por los partidos que lo forman y las políticas que está llevando a cabo; también, y no es un aspecto menor, por las alianzas parlamentarias en que descansa”, zanja Pericay.
Carolina Punset: “Ciudadanos se va a quedar como escombros del PP”
Carolina Punset, exportavoz de Ciudadanos en las Corts valencianas hoy asesora del Gobierno de la Generalitat para Asuntos Europeos, cree que los malos resultados en Catalunya “son el resultado de la traición del partido a sus propios ideales originales, puesto que nació siendo un partido de centro izquierda, no nacionalista, y acabó gobernando con PP y Vox”. A su entender, los bandazos ideológicos son lo que ha terminado “por decepcionar a todos los electorados”.
Sin embargo, cree que “solucionar la crisis a estas alturas celebrando una nueva Asamblea extraordinaria es intrascendente”. “Ciudadanos es un proyecto quemado y sin alternativas que tuvo figuras claves que pudieron dar impulso al proyecto pero terminaron abandonándolo por esa falta de criterio y la imposición de posicionamientos totalmente incoherentes”, afirma.
“Si la tabla de salvación de Ciudadanos es terminar con el PP, ya hemos visto lo que da de sí el proyecto. En su día dijimos que el partido se alimentaba de los escombros del PP y ahora lamentablemente va a quedar como escombros del PP. Tan triste como anunciado y esperado”. “La soberbia mata en política”, sentencia Punset.
Javier Nart: “Terminamos siendo en un partido inútil”
Javier Nart se remonta a la etapa de Albert Rivera y asegura que uno de los factores que ha llevado al partido a esta situación fue el hecho de que el exlíder del partido desdeñara un pacto con el PSOE “con un planteamiento erróneo y totalmente ajeno a lo que era el ideario de Ciudadanos, que era ser un partido útil a la ciudadanía. Pero al final terminamos siendo un partido inútil y la consecuencia fue este Gobierno Frankenstein patológico”.
Nart también cree que tras el triunfo en Catalunya en 2017 tampoco se supo gestionar bien ese éxito, al no presentarse Arrimadas a una investidura. “Había una experiencia y una calidad [en el grupo parlamentario] pero se terminó haciendo el ridículo con la moción de Lorena Roldán que se pasó, finalmente, al PP. Esos 36 diputados demostraron otra vez que no eran útiles porque fueron incapaces de tejer la más mínima alianza con otros grupos. Ser el principal partido en Catalunya sirvió para hacer una oposición pero no para hacer una posición”, sostiene.
“Las campañas no son de emborrachamiento de la ciudadanía, la ciudadanía no tiene la memoria del pez, tiene memoria larga y no son imbéciles, sabe lo que ha hecho cada partido. Los partidos no son el Corte Inglés que lo que importa es la campaña de primavera verano o invierno”, añade. Reconoce el trabajo de Rivera pero afirma después que “no hay nada más terrible que la persona que fue y piensa que sigue siendo”.
Mari Ángeles Fernández–Ramil: “Cuando un partido es derrotado, lo que es una anomalía es mantener las inercias”
La politóloga y exsecretaria de Programas de Galicia, que abandonó el cargo desengañada por la estrategia de Rivera, opina que uno de los fallos de la actual líder ha sido “empecinarse en continuar con un modelo orgánico que no logra conjugar la unidad con la diversidad, que le da la espalda al propio modelo territorial descentralizado del país y muestra evidente incapacidad para mantener y consolidar posiciones (pérdida de votos, de afiliados y de cargos)”.
“Cuando un partido es derrotado y, sobre todo, si ello sucede de forma estrepitosa y consecutiva, lo que es una anomalía es mantener las inercias y no hacer nada”. Sin embargo, cree que la hipotética fusión con el PP “puede suponer una tabla de salvación material para algunos dirigentes, sobre todo si provienen de esa formación, pero difícilmente seducirá a los que provienen de una matriz de izquierda no separatista”.
Orlena de Miguel: “Con el modelo que presentaba el equipo de Arrimadas, los problemas irían a peor”
Orlena de Miguel, exdirigente de Castilla La Mancha, coincide con Punset en algunas cosas, como en señalar que “los resultados reflejan el desamor de los electores catalanes con el partido al que habían confiado todas sus esperanzas de cambio hace tan sólo tres años. Critica también que Arrimadas no se presentara a la investidura y recuerda que algunos militantes ya advirtieron de que con el modelo que presentó a las primarias ”los problemas no sólo no mejorarían, sino que irían a peor“.
Pese a todo piensa que Ciudadanos debe seguir existiendo porque “nació para cubrir un espacio electoral que andaba ciertamente huérfano; el de esa ”tercera España“ que estaba harta de que la entretuvieran con batallas yermas mientras algunos aprovechaban el ruido para todo tipo de corruptelas. Y ese espacio sigue existiendo y, si no lo ocupa Ciudadanos, otro lo hará”.
Carina Mejías: “Arrimadas no ha sido capaz de demostrar que puede dirigir un partido”
La exportavoz en el Ayuntamiento de Barcelona no tiene duda de que uno de los factores del fracaso del 14F ha sido que Arrimadas decidiera marcharse a Madrid “por su interés personal, dejándolo todo y llevándose además a buena parte del equipo que había conseguido aquel gran éxto electoral en Catalunya en 2017 de 36 diputados”.
“Todo eso dejó huérfano a nuestro electorado y generó una decepción enorme. No hay para eso ninguna justificación”. Junto a esto, otro de los graves errores del partido fue, a su juicio, “olvidarse de la gente en las comarcas y en los municipios. La dirección no se ha trabajado nada la estructura territorial, que se ha ido debilitando. Muchos concejales se han ido marchando a los grupos mixtos o a otros partidos sin que nadie hiciera nada por impedirlo. La actividad interna organizativa ha sido un desastre y el responsable de eso es el candidato, Carlos Carrizosa”, cree Mejías, que tilda su campaña de vergonzosa.
“Arrimadas no ha sido capaz de demostrar que tiene cualidades para dirigir un partido”, añade entre críticas al equipo con el que se rodeó cuando accedió al liderazgo. Mejías, no obstante, opina que sería “un error que desapareciera Ciudadanos” si como algunos proponen se fusionan con el PP porque se volvería entonces “a estar otra vez en manos de los partidos minoritarios y de los nacionalistas”. “El proyecto de Ciudadanos tal y como nació, es un proyecto más que necesario en estos momentos para acabar o limitar el poder que tiene los nacionalistas y los populistas”, concluye.
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