El grupo anticrispación del Congreso se rompe tres días después de su creación tras abandonarlo Vox y el PP
PP y Vox, los dos partidos que más han tensado la cuerda en los plenos del Congreso a lo largo de estos meses de legislatura, han tardado menos de 24 horas en desmarcarse del grupo anticrispación, en el que estaban representados los principales partidos y creado a iniciativa del diputado vasco de Unidas Podemos, Roberto Uriarte, con idea de ayudar a rebajar la tensión política. Su principal contribución ha sido un vídeo navideño en el que diputados de partidos muy distintos deseaban felices fiestas a los ciudadanos.
El grupo que se bautizó como el 'Club del Cocodrilo' como homenaje al que impulsaron varios eurodiputados fundadores de la Unión Europea en los años ochenta, llegó a reunirse dos veces en la cafetería del Congreso antes de estas vacaciones y a él se unió en un principio un representante de cada partido con grupo parlamentario propio en la Cámara baja, salvo el PNV.
“No hay nada tan bonito como saber convivir y cooperar entre personas que pensamos diferente”, reivindicaban los parlamentarios en su grabación de promoción. No hubo que esperar a que terminasen las fiestas para que se diesen las primeras fugas. Los diputados de PP y Vox se fueron sin dar mayores explicaciones al día siguiente de que el vídeo empezara a difundirse en algunos medios.
Además del propio Uriarte al chat de este club se unieron “a título personal” María Guijarro, del PSOE; Fernando Gutiérrez, del PP; Inés Cañizares, de Vox; Joan Capdevila, de ERC; Sara Giménez de Ciudadanos, y Jon Iñarritu de EH Bildu. La buena sintonía entre políticos de partidos que se han estado tirando los trastos a la cabeza todo este tiempo causó extrañeza a más de uno pero fue recibida con muchas loas en las redes sociales. Pero tanto Fernando Gutiérrez, del PP, como la diputada de Vox Inés Cañizares dicen sentirse ahora “defraudados” porque creen que alguno de los diputados “no se han ajustado a lo acordado” y lo han utilizado “con fines políticos”.
Fuentes del PP aclaran a esta redacción que se refieren a Jon Iñarritu, de EH-Bildu, “que se desmarcó de la idea primitiva que era elegir una cita literaria a modo de felicitación navideña”. “Al ver la deriva que tomaba todo eso nuestro diputado ha decidido, también por voluntad propia, desmarcarse de ese grupo”, explican. Por su parte, desde la formación de extrema derecha aseguran que el papel de su diputada fue “de simple observadora”. El resto de diputados señalan sin embargo a las direcciones de PP y Vox como impulsoras del veto a la iniciativa.
Pese a esos portazos, el promotor de la idea, Roberto Uriarte, asegura que va a hacer todo lo posible por que el grupo sobreviva y se una a él a partir de ahora “todo aquel parlamentario que comparta ese espíritu de concordia, que tiene que estar por encima de las discrepancias políticas”. “Vamos a relajarnos un poquito pero en cuanto acaben las Navidades y comience otra vez la actividad parlamentaria quiero seguir adelante con la iniciativa anticrispación porque se está viendo claramente que esto ya está calando, ha tenido mucho éxito y ha sido muy viral, mucho más de lo previsto. La gente ha acogido muy bien la idea así que espero que podamos seguir reuniéndonos de nuevo fuera o dentro del Congreso”, asegura en conversación con elDiario.es.
Uriarte insiste en mostrarse “optimista” ante el futuro del grupo anticrisis. “No somos precisamente los políticos más conocidos sino gente bastante discreta, de segunda fila”, recuerda este dirigente quien admite que la idea surge al margen de las direcciones de sus partidos aunque todos ellos habían puesto en conocimientos de sus respectivas cúpulas sus intenciones sin que en principio se les pusieran traba alguna.
En el vídeo, que fue grabado por el propio Uriarte se entremezclan imágenes de la pandemia y del Congreso de los Diputados, mientras la voz en off del propio Uriarte afirma que la “crispación” que se ha visto en este “duro” 2020 “es sólo parte de la verdad”. “Es más fácil captar la atención de las cámaras sobreactuando y usando palabras gruesas. Hoy un grupo de diputadas y diputados queremos contarte otra parte de la verdad que igual es menos conocida, y es que en las comisiones, en las ponencias, se toman muchas decisiones sin necesidad de votar, por asentimiento, otras se aprueban por mayorías muy amplias, e incluso muchas veces por unanimidad”, añade. A continuación, aparecen otros cuatro diputados haciendo reflexiones propias o citando frases de personajes célebres. La socialista Guijarro cita a John F. Kennedy —“Si no podemos poner fin a nuestras diferencias, contribuyamos a que el mundo sea un lugar apto para ellas”—; el popular Gutiérrez, al filósofo Julián Marías —“No hay una perspectiva única de la realidad, la perspectiva, si es real, exige la multiplicidad”—; y Giménez, de Ciudadanos, a la escritora y activista Helen Keller —“El mayor resultado en la educación es la tolerancia”—.
Iñarritu, por su parte, asegura que, pese a la sobreactuación y teatralización en los plenos y en comisiones, “el tono bronco no es lo común”. Cierra el vídeo Uriarte parafraseando a Voltaire, a quien “se suele atribuir” esta reflexión: “No comparto tu opinión pero estaría dispuesto a dar mi vida por defender tu derecho a expresarla”.
La grabación fue subida después a Twitter por el diputado de Unidas Podemos. Ver las dimensiones que alcanzaba su difusión fue lo que al parecer suscitó el malestar en el PP y Vox, que aunque tenía un diputado en las reuniones no aparecía en el vídeo.
Uriarte está satisfecho con la repercusión de su idea. Según desvela, desde el otro día está desbordado a llamadas y mensajes de felicitación, “de fuera y de dentro de la política para animarnos a que sigamos”. “Yo estoy dispuesto a viajar hasta el último rincón del país para hablar con todo aquel que quiera conocer nuestra propuesta. Tenemos que impulsarla porque noto ese deseo por parte de la ciudadanía de que hagamos algo para aparcar la crispación”, insiste, mientras lamenta que los dos representante del PP y Vox hayan decidido renegar ahora de la idea. “Sin dar una sola explicación en el chat que creamos ni especificar nada, cuando nos reunimos dos veces en la cafetería sin ocultarnos, ante los ojos de todo el mundo”, se queja Uriarte, que pese a todo no quiere ahondar más en contra de esa decisión porque dice que cada cuál debe sacar sus conclusiones.
Del mismo modo opina Jon Iñarritu, de EH-Bildu, al que ambos partidos señalan como el detonante de sus espantadas. “Dejémoslo así. Yo no voy a entrar en ese tipo de declaraciones, aunque está claro que algunos de los que estaban han tenido que echarse para atrás por obvias razones en las que yo no quiero entrar”, comenta a elDiario.es. Iñarritu llegó al Congreso en la X legislatura (2011-2015) cuando el grupo de la izquierda abertzale se denominaba entonces Amaiur, y trabó amistad con varios diputados y diputadas de otros grupos, incluso del PP, a pesar de que al principio ni le dirigían la palabra. Entre otros, con la diputada del PP María Arenales Serrano con la que compartió clases de inglés en la Cámara Baja y luego coincidió con ella en el Senado. Su buena sintonía causó sorpresa incluso a la propia parlamentaria conservadora que al enterarse del grupo al que pertenecía Iñarritu llegó a preguntarle: “¿Y cómo es que me llevo tan bien contigo?”.
Un vídeo grabado y narrado por el propio Uriarte
El vídeo subido a las redes lo grabó el propio Uriarte que puso la voz “con ayuda de un joven compañero que sabe insertar música y audio” y hacer este tipo de montajes poco profesionales. Uno de los diputados que no sale es Joan Baldoví, de Compromís. Tampoco Iñigo Errejón ni ningún otro de los portavoces del Mixto o el Grupo Plural. “Contactamos solo de momento con los grandes grupos de la Cámara que tienen grupo propio pero ahora iremos ampliando a todo aquel que lo desee”, aclara Uriarte.
El diputado del grupo confederal de Pablo Iglesias, no obstante, sabe las reticencias con las que se puede encontrar de cara a otras propuestas del grupo “porque en privado hay una forma de actuar y otra luego en público”. “Espero que poco a poco la gente vaya perdiendo el miedo”, confía.
Una de las parlamentarias que sí se va a mantener en el grupo es Sara Giménez, de Ciudadanos. “Allá donde haya iniciativas buenas para los españoles, allá estará Ciudadanos. Lo más importante es el interés general de España y de los españoles, que son quienes nos pagan el sueldo para que solucionemos sus problemas”, responde al otro lado del teléfono. Giménez desvela que cuando recibió el correo electrónico de Roberto Uriarte, el pasado 1 de octubre, explicándoles que “quería crear un 'intergrupo' para mejorar el ambiente de trabajo en el Congreso”, no se lo pensó ni un minuto. “Acepté sin dudarlo porque considero necesario rebajar la crispación y promover el acuerdo en la vida parlamentaria, especialmente ante la pandemia de la COVID-19”, dice.
“Debo confesar que, en algunos plenos, ante determinadas intervenciones crispadas y prácticamente vacías de contenido, he sentido vergüenza. Uno de los principales motivos por los que entré en política fue para trabajar en mejorar la vida de las personas y especialmente de los grupos más vulnerables. Y a eso me dedico cada día, al margen del ruido y el politiqueo. Creo que formar parte de un grupo en el que parlamentarios de diverso color político promuevan el diálogo y el acuerdo es muy necesario, dado que hay materias que preocupan a la ciudadanía, como la salud, el empleo, llegar a fin de mes... que están por encima de la ideología y los colores políticos”. “La clase política tiene que empatizar con la sociedad y, para ello, tenemos que visibilizar el trabajo que realizamos fuera del enfrentamiento y la crispación, que en muchas ocasiones es desconocido”, asegura. “En Ciudadanos tenemos muy claro que a los diputados nos pagan para buscar soluciones, no para crispar”, zanja Giménez, que remacha: “Obviamente, me gustaría que continuara y que hubiese una participación parlamentaria lo más amplia y plural posible porque el objetivo del grupo es positivo y necesario en el momento actual”.
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