No estarán todos en la foto. Felipe González ya ha anunciado que no irá a la puesta de largo de Pedro Sánchez, pero lo que harán otros notables del PSOE es aún una incógnita. José Luis Rodríguez Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba no han confirmado todavía al secretario general su asistencia al 39º Congreso Federal, según indican fuentes oficiales del PSOE.
Es una tradición que los referentes del socialismo acudan a los congresos federales. Sánchez invitó a sus antecesores en el cargo. Por el momento, solo Joaquín Almunia ha confirmado su asistencia. Felipe González dijo inicialmente que acudiría; pero apenas 24 horas después cambió de planes. Un viaje a Colombia, donde es verificador del proceso de paz, ha frustrado su presencia.
El otro expresidente socialista permanece en silencio. En Ferraz aún no saben si acudirá al congreso. Zapatero, que está de viaje en Venezuela, fue uno de los principales embajadores de la candidatura de Susana Díaz. También Alfredo Pérez Rubalcaba la apoyó, aunque con menos apariciones públicas.
González, Zapatero y Rubalcaba estuvieron en la primera fila en el acto de presentación de la candidatura de Susana Díaz. Sánchez ha elegido ese mismo lugar –el pabellón 1 de Ifema– para la clausura del congreso del que saldrá su nueva dirección. Pero la foto no se repetirá con los mismos protagonistas, porque González ya ha excusado su ausencia. Esa imagen también se produjo en 2014, cuando Sánchez venció las primarias frente a Eduardo Madina. En aquel momento, Zapatero apostó por él, mientras que González optó por el vasco, próximo a Rubalcaba, que en su posición de secretario general saliente mantuvo un perfil público más bajo.
En el equipo de Sánchez muestran cierta estupefacción ante la posibilidad de que los exdirigentes socialistas declinen asistir al congreso, como es tradición, porque recuerdan que la fecha se sabe desde el 14 de enero, cuando la gestora propuso la fecha del 17 y 18 de junio al Comité Federal del PSOE, aunque se ratificó en una reunión de ese mismo órgano el 1 de abril. “Las agendas las tienen que tener libres”, argumentan fuentes próximas al secretario general.
Los 'susanistas' temen que en el acto que ha organizado Sánchez para la clausura –que no será en el mismo sitio en el que se desarrollará el congreso y que tendrá como novedad la presencia de miles de militantes y no solo los delegados del cónclave como ha sido siempre– reciban insultos o pitidos. “Si están en esa tesitura no ha sido por Pedro Sánchez, quien les mete en una campaña es Susana”, dicen en el entorno del secretario general. Los 'sanchistas' consideran que, por su posición institucional como “ex”, no deberían haberse metido “en el fango”.