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Pedro Sánchez mantiene en el aire la fecha para la disputa por el liderazgo con un ojo puesto sobre Susana Díaz

Susana Díaz y Pedro Sánchez durante un acto de campaña en Málaga en diciembre

Irene Castro

El PSOE pretende tener al menos una semana más de tranquilidad y disfrutar de las vacaciones antes de retomar las negociaciones para la hipotética investidura de Pedro Sánchez. El tiempo corre y tras la Semana Santa solo quedará un mes para conseguir los apoyos necesarios que le coloquen en Moncloa. Pero los socialistas tienen otro frente abierto: empieza la cuenta atrás para el 39º Congreso, en el que se decidirá el liderazgo del partido. Susana Díaz traslada a dirigentes afines su intención de pelear por la Secretaría General, aunque Ferraz cree que la presidenta andaluza no dará el paso finalmente.

Los socialistas están pendientes de los pasos que da su candidato para intentar sumar apoyos para la posible segunda investidura. De momento el escenario se les antoja complicado. El PNV se niega a negociar sobre la base del acuerdo rubricado con Ciudadanos, mientras que el PSOE asegura que es ese texto el que está “vigente” para la nueva ronda. También las fuerzas de izquierdas ven complicado lograr un acuerdo si el eje es el documento de un “Acuerdo para un gobierno progresista y reformista” que firma también Albert Rivera.

Pero a la vez que contemplan el escenario externo, el PSOE hace cábalas sobre qué pasará con el 39º Congreso que ya tienen convocado para que los militantes voten al secretario general y se elija una nueva dirección. Ese proceso arranca en menos de un mes y se solapa con el periodo que da la Constitución para que algún candidato logre la mayoría necesaria para ser presidente. El 14 de abril quienes aspiren a liderar el PSOE tienen que haber notificado su decisión.

Fueron los barones más críticos con Sánchez –encabezados por la federación andaluza– los que forzaron ese calendario al entender que retrasarlo –como proponía la dirección– favorecía que Sánchez se mantuviera en el poder. Querían tener la posibilidad de ir con un “proyecto renovado” a una posible repetición electoral. La discusión ahora está en que la campaña interna podría coincidir con los intentos del líder de llegar a Moncloa.

“A nada que se hubieran sentado con un calendario, esto se veía venir. Estamos en pleno proceso de negociación”, expresa un barón próximo a Sánchez. Esa es la opinión compartida por las fuentes consultadas por eldiario.es, incluso de quienes apoyan a la presidenta andaluza. Ninguna de las partes –ni Ferraz ni sus críticos– quiere ser la primera en dar su opinión. “El Congreso está convocado y se tiene que cambiar a propuesta de la Ejecutiva en un Comité Federal”, explican algunas de las federaciones más alejadas de Ferraz. El PSOE andaluz ya ha dejado claro que no se pronunciará hasta que lo hagan el resto de barones.

“La fecha del Congreso está decidida: es el 8 de mayo. Es una decisión colegiada que tomamos todos los compañeros”, expresó Sánchez en una entrevista en Hoy por Hoy Aragón. Pero la dirección mantiene la puerta abierta a retrasar la fecha, consciente de la coincidencia con las negociaciones. Sin embargo, algunos dirigentes sugieren que Sánchez tiene más posibilidades de presentarse en solitario si el proceso es antes de las elecciones.

¿Batalla o amago?

No obstante, Susana Díaz ha trasladado a dirigentes afines su intención de dar la batalla, pese a que destacados socialistas, dispuestos a apoyarla, se lo desaconsejan en este momento. La voz más contundente fue la de Felipe González en una entrevista en Canal Sur: “Si estuviera en la piel de Susana Díaz, no me presentaría en mayo a la Secretaría General”, dijo el expresidente. “No puedes ponerte a recoger avales si estás en medio del proceso de negociación”, expresa un parlamentario cercano a la presidenta andaluza. “Sería una locura que a dos semanas de que se sepa si hay elecciones o no nos pongamos a recoger avales”, agrega otro dirigente.

Podría suceder que haya dos candidatos para la secretaría general y que tuvieran que recabar apoyos antes de que termine el plazo para formar Gobierno. Incluso en el caso de que fuera imposible formar Gobierno, en el PSOE también existe la preocupación de que se dé imagen de enfrentamiento, asegurado si los contrincantes son Díaz y Sánchez, apenas dos meses antes de los comicios.

Desde el PSOE-A no niegan rotundamente que la presidenta andaluza vaya a dar el paso y ella mantiene la incógnita. Además, ha variado su discurso. Hace unos meses aseguró: “No me moveré de Andalucía”. Ahora introduce un matiz: “En estos momentos estoy centrada en Andalucía”. La dirección andaluza ha evitado manifestar su respaldo expreso a Sánchez como candidato en una hipotética repetición de las elecciones y han enviado el mensaje de que la presidencia de la Junta de Andalucía que ostenta Susana Díaz “es compatible” con la dirección nacional del partido, informa Olga Granado.

En Ferraz están convencidos, no obstante, de que Díaz no dará el paso de competir con Sánchez si se mantiene la fecha y piensan que la presidenta está midiendo sus fuerzas pero que su amenaza de coger el AVE definitivamente a Madrid será otro amago. Además, ven a Sánchez reforzado entre la militancia. “Son los militantes los que votan en las primarias”, recalcan. Sin embargo, desde los sectores más críticos recuerdan que los afiliados suelen seguir el criterio de sus líderes territoriales y están convencidos de que, entre ellos, el actual secretario general tiene menos apoyo: “Si Susana va, gana”.

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