Autonomías del PP piden restricciones a la movilidad que precisan del estado de alarma contra el que vota Casado
El presidente del PP, Pablo Casado, acusó el pasado miércoles al Gobierno de mantener el estado de alarma de manera injustificada: “No podemos prorrogar más sus poderes extraordinarios. Sería una irresponsabilidad. Hasta aquí hemos podido llegar”. Su partido votó por primera vez en contra de esa prórroga, que salió adelante gracias al apoyo de Ciudadanos.
Ahora, algunos presidentes autonómicos de ese partido plantean restricciones a la movilidad que solo pueden ejecutarse con el estado de alarma vigente. Es más, el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha llegado a decir que es precipitado que algunas comunidades salgan ya de ese estado de alarma con el que su partido quiere acabar cuanto antes. El de Murcia, Fernando López Miras, también sugiere que el Gobierno debería pedir una nueva prórroga, aunque con limitaciones.
El PP ha comenzó a distanciarse hace algunas semanas de la estrategia de Pedro Sánchez de mantener el confinamiento mediante el estado de alarma, un precepto constitucional que habilita al Gobierno a restringir movimientos -entre otras cosas- ante “crisis sanitarias, tales como epidemias y situaciones de contaminación graves”. El Gobierno lo aprobó el pasado 14 de marzo y desde entonces ha estado solicitando al Congreso prórrogas de dos semanas.
En la votación del pasado 6 de mayo el PP ya se decantó por la abstención con un discurso que apelaba al no, mientras Vox optaba por el votó en contra y la confrontación total con el Gobierno. En aquella ocasión, Casado argumentó que el estado de alarma permitía a Sánchez actuar con “arbitrariedad” y le daba “unos poderes excepcionales”. “Si no es capaz de encontrar en 15 días un plan B ajustado a la legalidad y al respeto a la libertad de nuestros compatriotas, no vuelva a pedir lealtad y unidad a la oposición”, advirtió.
Cumplió la amenaza el pasado día 20, cuando los diputados de su grupo pulsaron el 'no' en la votación de una nueva prórroga, junto a los de Vox, los de ERC y la CUP. “Evidentemente, se evitan contagios encerrando en casa a 47 millones de personas, igual que se evitan accidentes laborales y de tráfico así también”, fue uno de los argumentos empleados por el líder del PP para ese rechazo.
Sin embargo, en la gestión del día a día hay algunos presidentes del PP con responsabilidades de gobierno que no ven con malos ojos continuar con las restricciones que permite el estado de alarma. Es el caso del presidente de Galicia, Alberto Núñez-Feijóo, que combina en su discurso público el rechazo a esa medida constitucional con la apuesta de limitaciones a la movilidad que solo son viables con los poderes excepcionales que confiere el estado de alarma.
El presidente gallego, que celebrará elecciones el 12 de julio, quiere que su comunidad autónoma salga de esa situación en dos semanas. Sánchez comunicó a todos los presidentes autonómicos el pasado domingo que “si nada se tuerce” varias comunidades saldrán de esa situación en los próximos días, y Feijóo ya ha anunciado que “Galicia presentará su candidatura”. Según los datos de Sanidad, Galicia ha registrado nueve fallecidos en las últimas 24 horas.
No lo hará, eso sí, sin restricciones. Feijóo plantea que haya una limitación “de entradas de ciudadanos que vengan de territorios con situaciones epidemiológicas peores que la de Galicia”, una competencia que la Xunta ha admitido que no le corresponde y que solo depende del Gobierno central.
El ministro de Sanidad ha sido muy claro sobre este punto en varias de sus intervenciones. Illa ha defendido que “el estado de alarma es imprescindible para la desescalada y no hay alternativa. Hay que limitar la movilidad y la única forma de hacerlo es con el estado de alarma”. Y es que las comunidades autónomas pueden limitar el movimiento dentro de sus municipios, pero no pueden impedir desplazamientos de una comunidad a otra.
Las pretensiones de Feijóo chocan con su deseo -y el del partido- de acabar con el estado de alarma. Pero es que hay presidente populares que incluso ponen en duda que haya que suspenderlo ya. El el caso del presidente de la Junta de Castilla y León. Fernández Mañueco dio una rueda de prensa el domingo en la que dijo que Sánchez estaba hablado “con demasiada antelación” de acabar con el estado de alarma en algunos territorios.
“Hay que esperar para afrontar esa decisión”, dijo solo unos días después de que su partido votase para acabar con el estado de alarma. “Nuestra postura estará basada en la prudencia y sensatez. Cuando podamos salir definitivamente todo el mundo sabrá que lo hacemos con credibilidad”, añadió.
También el presidente murciano expresó que el estado de alarma se podría mantener en la parte relativa a la limitación de movimientos. Fernando López Miras ha pedido en reiteradas ocasiones a Sánchez que controle la movilidad para que no haya “regiones importadoras y exportadoras del virus” y recientemente ha planteado restricciones en la Fase 2 en la que entra la mayor parte de su comunidad autónoma.
Así, en la rueda de prensa posterior a la conferencia de presidentes autonómicos, López Miras se mostró favorable a que el Gobierno pida una nueva prórroga del estado de alarma si este se ciñe a la limitación de movimientos.
Casado insiste en que el Gobierno debe acabar con el estado de alarma y echar mano de las leyes sanitarias para controlar en la desescalada los movimientos de personas y así frenar posibles rebrotes. Sin embargo, un informe elaborado por la Abogacía del Estado sostiene que el precepto constitucional es la única vía para aplicar restricciones en todo el territorio nacional.
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