La veterana diputada del PSC Teresa Cunillera deja el Congreso pidiendo a los que se quedan que “estén a la altura”

Cunillera llegó al Congreso en 1982 como diputada por Lleida, y tras un paréntesis de diez años en los que trabajó en Moncloa con Narcís Serra y Felipe González, volvió a la Cámara en 1996, donde desde entonces ha representado a su provincia. Entre 2008 y 2011 ejerció como vicepresidenta primera de la institución y en los últimos cuatro años lo ha hecho como secretaria tercera.

La socialista catalana, que formó parte del equipo que trabajó para aupar a la Secretaría General del PSOE a Pedro Sánchez, ha decidido dejar la política y no concurrir a las elecciones del próximo 20 de diciembre. Por eso ha utilizado su última intervención parlamentaria para despedirse y dejar claro que “ha sido un honor” representar a sus paisanos de Lleida en el Congreso.

AMIGOS EN TODOS LOS “BANDOS”

También se ha congratulado de haber conocido al resto de diputados, subrayando que ha podido “hacer amigos” tanto en su “bando” como en los otros. “Ha sido muy grato conocer a gente que piensa distinto que yo, que combate ideológicamente mi pensamiento, y con los que he tenido buena relación personal”, ha comentado.

Cunillera ha destacado que, después de tantos años, se va “estando bien” consigo misma. “Espero haber estado a la altura de lo que se esperaba de mí y, de los que repiten, espero que estén a la altura de los que nos vamos”, ha añadido.

El presidente del Congreso, Jesús Posada, le ha dado la gracias por su labor parlamentaria y también el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, catalán como ella, le ha dedicado unas palabras poniendo de manifiesto la “amistad” que les une pese a la “profunda divergencia política” que les separa.