Los tropiezos de la campaña de Casado: del aborto a la bajada del salario mínimo

Banderas, España, golpistas, etarras, manos manchadas de sangre... Obsesionado con la irrupción de Vox, Pablo Casado ha optado por una campaña de trazo grueso y de durísimos ataques a sus rivales políticos, fundamentalmente Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, además de los partidos independentistas. Tan convencido está de su estrategia que el día que presentó su programa electoral –el pasado martes en Catalunya– él mismo consiguió tapar la noticia con una grave acusación: aseguró que el presidente del Gobierno prefiere “las manos manchadas de sangre que las manos pintadas de blanco”.

Sus arremetidas siguen en aumento desde aquella comparecencia en la que llamó traidor, felón, irresponsable, incapaz y desleal a Sánchez, al que en los últimos días vincula directamente con la banda terrorista ETA. En esa caza del titular, la parte del programa electoral queda relegada a un segundo plano porque la idea fuerza de la estrategia de Casado solo es una: desalojar a Sánchez de La Moncloa. Pero en lo que a propuestas se refiere, el candidato popular acumula sonoros tropiezos.

Este miércoles, Pablo Casado ha vuelto a desdecirse de sus declaraciones. En esta ocasión, en cuestión de horas. “¿Si usted es presidente del Gobierno, deshará esa subida? ¿Intentará rebajar el Salario Mínimo Interprofesional?”, le preguntó el periodista Carlos Alsina en una entrevista en Onda Cero. La respuesta del líder del PP fue la siguiente: “Lo que haré es cumplir, ahora que hablamos de cumplimiento de negociaciones, la negociación que llegó el Gobierno con acuerdo de la patronal y los sindicatos para subir el salario mínimo a 850 euros en el año 2020 y, además, respetando la subida que ya hicimos el año pasado de un 4% y del año anterior un 8%”.

eldiario.es ha confirmado con fuentes del Partido Popular que el presidente de la formación se refería a aplicar esa bajada del SMI para 2020 antes de publicar esta noticia.

La respuesta del presidente del PP sitúa el SMI en los 850 euros el próximo año por lo que, dado que este 2019 el salario mínimo está fijado en los 900 euros mensuales, cumplir la medida supondría bajar esta remuneración mínima 50 euros al mes. Su aplicación, además, sería algo inédito: ningún Gobierno ha reducido nunca el SMI en España. Por la relevancia del anuncio, eldiario.es contactó con fuentes del Partido Popular, que confirmaron que Casado se refería en sus palabras a dejar el salario mínimo en 850 euros el próximo año.

Una vez publicada la información, menos de una hora después, Casado reculaba ante un grupo de periodistas que le preguntaron por el tema. “Pero, ¿quién ha dicho que yo voy a bajar el SMI? ¿Estamos en la fake news de la semana ya? ¿Ya qué nos falta? Las mujeres embarazadas, los inmigrantes... Es el cliché de la izquierda. Yo no he dicho eso, revisen las declaraciones”, ha afirmado.

Tras la concreción de su respuesta sobre “cumplir” con el acuerdo de los 850 euros al mes en 2020 y la confirmación posterior de Génova a este medio, Pablo Casado modificó el discurso: “Yo lo que he dicho es que nosotros nada más llegar al Gobierno nos sentaremos con la patronal y los sindicatos, lo que debería haber hecho Sánchez. Y que la izquierda no me va a dar lecciones de política social ni de subir el SMI porque lo hemos subido el año pasado un 4%, el año anterior un 8%”.

A lo largo del día, el líder del PP se ha vuelto a referir al tema en un acto organizado por el diario ABC, en el que no ha explicado su propuesta sobre el SMI de 2020, pero sí su voluntad de reunir a los sindicatos y la patronal para discutir esta subida, algo que no hizo el Ejecutivo socialista en este último incremento del 22%. “Difícilmente se puede bajar algo que está aprobado”, añadió Casado.

Los secretarios generales de los sindicatos mayoritarios CCOO y UGT han salido a responder al líder del PP con contundencia. Unai Sordo (CCOO) ha advertido de que el SMI de 900 euros “no puede tener marcha atrás” y que, de lo contrario, “habrá conflicto social”. Pepe Álvarez (UGT) ha tachado de “broma de mal gusto” el anuncio de Casado: “Esto es como una especie de carrera de tontos. Lo dicen y no lo dicen. Pero lo han dicho”. Álvarez ha añadido que “la España de hoy no es la España de hace cuatro años” y ha advertido de que “vamos a estar enfrente de cualquier atentado contra los derechos de los trabajadores y trabajadoras de este país”.

Hace unas semanas, el aborto fue el protagonista de la polémica en la que se enredaron los populares. En este caso fue el número dos de Casado por Madrid, Adolfo Suárez Illana, el que se empantanó también ante las preguntas de Carlos Alsina en una entrevista en Onda Cero, al comparar la interrupción voluntaria del embarazo con “los neandertales”. En sus declaraciones insistió en que “lo que no es un embrión, es un tumor” y “si usted no lo toca, acaba siendo un paisano con barba como usted o una mujer maravillosa como la que tenemos enfrente”.

Llegó a poner de ejemplo una ley “que se acaba de aprobar” en Nueva York y que, aseguraba, “permite el aborto después del nacimiento”. Horas después tuvo que recular, reconociendo que en la ciudad estadounidense le había desmentido esa información. “He hablado con abogados de Nueva York y me han confirmado que la afirmación de esta mañana no era correcta”, apuntó.

Casado también tuvo que reaccionar ante una de las propuestas que incluía su Ley de Apoyo a la Maternidad, que apostaba por retrasar los trámites de expulsión de las mujeres inmigrantes sin papeles en el caso de que diesen a sus hijos en adopción. Después de que esta medida se hiciese pública, el líder popular alegó que era una fake news.

Las declaraciones del líder popular sobre los derechos de las mujeres han generado controversia en varios momentos. En febrero, llegó a vincular el aborto con las pensiones: “Creo tenemos que hacer un análisis de qué sociedad estamos construyendo y sobre todo, que eso a la izquierda se le da muy mal, si queremos financiar las pensiones y la salud, debemos pensar en cómo tener mas niños y no en cómo los abortamos”, dijo.

Ese mismo mes había abogado por recuperar la ley del aborto de 1985 asegurando que en España había “barra libre” para abortar hasta la semana 22 de gestación gracias a la ley de plazos vigente. Semanas después terminó cambiando de opinión descartando en una entrevista en La Sexta que fuese a recuperar esta normativa, en caso de que el Tribunal Constitucional avalase el articulado actual. Su partido ha llevado ante estos magistrados la ley que está en vigor. Finalmente, su equipo ha decidido no incluir esta cuestión en el programa electoral teniendo en cuenta el debate interno que genera y los recientes quebraderos de cabeza que ha provocado al líder del PP.