Venezuela se convierte en la capital de la precampaña española
A poco más de un mes de las próximas elecciones generales, el telediario de mediodía de TVE abrió sus informaciones el miércoles desde Venezuela con dos directos y tres crónicas de sus periodistas. La cadena pública, al igual que muchos de los periódicos de este miércoles, ha considerado que la tensión política y social que vive el país sudamericano es el principal tema de interés para los españoles que pretenden estar informados.
Venezuela se ha convertido en el epicentro de la precampaña electoral española, después de haber ocupado buena parte de los debates parlamentarios de la corta legislatura en la que nadie consiguió un pacto para gobernar. La explicación de todo el interés que la vida política venezolana genera en la agenda de temas española no es otra que Podemos.
Desde su nacimiento, a la formación que lidera Pablo Iglesias se le ha recriminado la relación que varios de sus actuales dirigentes mantuvieron con el Gobierno de Chavez, hasta el punto de que en buena parte del debate político hablar de Podemos es lo mismo que hablar de Venezuela.
En los últimos meses, varias medios de comunicación conservadores han acusado a Podemos, a partir de fuentes policiales y del Ministerio de Interior, de haber recibido financiación del Gobierno de Caracas. El Tribunal Supremo ha rechazado por falta de pruebas las denuncias recibidas en ese sentido.
En el Partido Popular es ya un clásico la utilización de este discurso que seguirán usando sin descanso hasta la jornada electoral. No en vano, frente a las tradicionales precampañas en las que las formaciones hablaban de sus programas, los populares acaban de convocar un foro de debate sobre “gobiernos extremistas” que se celebrará a partir del jueves en Palma de Mallorca.
Sin embargo, al PP le ha salido un firme competidor en el intento de asimilar a Podemos con Venezuela. Ciudadanos ha decidido pasar a la ofensiva y anunciar un viaje exprés a Caracas de Albert Rivera.
Rivera tiene prevista una estancia de apenas 36 horas, a propuesta de los grupos de la oposición a Nicolás Maduro. El líder de Ciudadanos ha comunicado a Exteriores su decisión de viajar y desde el Ministerio se le ha informado sobre la difícil situación que va a encontrar a su llegada. La actitud del líder de Ciudadanos ha molestado especialmente en el Partido Popular: “Nadie debería hacer campaña en un país extranjero. Hay que ser más prudentes”, señalan fuentes del grupo parlamentario.
Coincidiendo con la escalada de tensión, el ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, ha ordenado la vuelta del embajador español a Venezuela con la justificación de que hay que “dar protección” a la colonia de españoles residentes en el país. El diplomático fue llamado a consultas por el Ministerio cuando Maduro lanzó varios ataques contra Rajoy.
El Partido Popular también ha intentado provocar un viaje a Venezuela en el que han querido implicar a todo el Congreso de los Diputados. La propuesta fue llevada a debate durante la Comisión de Exteriores del 15 de abril, seis días después de que el Gobierno ordenara al embajador en Caracas que abandonase el país. La iniciativa obtuvo los votos favorables de PP, PSOE y Ciudadanos. El PP pretendía designar a Celia Villalobos como representante en ese viaje sobre el que todavía tendrá que decidir la mesa de la Diputación Permanente.
Durante el debate, Podemos presentó una enmienda en la que se advertía de que “la excesiva utilización de la situación política venezolana en el debate político español” ha dañado las relaciones bilaterales entre ambos países.
Durante el último pleno del Congreso, previo a la disolución de las Cortes, los conservadores impulsaron un debate sobre la situación en el país sudamericano. En la tribuna de invitados, se reservó plaza para el padre del opositor Leopoldo López –encarcelado desde febrero de 2014–, que estuvo acompañado de varios miembros de los grupos contrarios a Maduro. En aquella sesión plenaria los argumentos que empezaban por Venezuela terminaban necesariamente en Podemos.
Mientras tanto, en Podemos buscan nuevas fórmulas para sortear la cuestión venezolana. El número tres de la formación, Pablo Echenique, intentó este miércoles equiparar a Maduro con Mariano Rajoy: “Creo que el señor Maduro está haciendo lo mismo que hace Mariano Rajoy, que es hablar de otro país para no hablar del suyo”.
La presencia española en el conflicto venezolano no se limita al candidato a la presidencia de Ciudadanos. El expresidente Zapatero se encuentra ya en Caracas para intentar mediar entre el Gobierno y la oposición. Sobre el terreno, Zapatero ha comprobado cómo Nicolás Maduro acusaba a España de participar en una “conspiración internacional” contra su Gobierno. Antes de viajar, Zapatero pidió permiso a Exteriores y, con posterioridad, informó a Ferraz de sus planes.
En Podemos, no ven con malos ojos la mediación ofrecida por Zapatero. Según Echenique, “la intención de Zapatero es buena y creo que no deberíamos hacer arma política de esta situación tan grave que están viviendo muchos países latinoamericanos”.