La crisis de Venezuela plantea el primer gran reto internacional para Sánchez después del 28A
La crisis de Venezuela se está convirtiendo en el primer gran problema para Pedro Sánchez tras las elecciones del 28A. La presencia del opositor Leopoldo López en la embajada de España en Caracas ha complicado el equilibrio diplomático de nuestro país, a pesar de la intervención del ministro Josep Borrell, advirtiendo de que la legación diplomática “no se convertirá en un centro de activismo”. De puertas adentro, la postura de Exteriores pidiendo que López actúe con prudencia tampoco ha gustado en Partido Popular y Ciudadanos.
En medio de la tensión, afloran las primeras críticas internas a la decisión de limitar el uso que López pueda dar de su presencia en la residencia del embajador. El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha acusado este viernes al Gobierno de “despreciar la lucha por la libertad” de Venezuela hablando de “activismo político”.
Desde el PP se han manifestado en la misma línea. La candidata de Casado por Catalunya, Cayetana Álvarez de Toledo exige un apoyo “sin fisuras” al nuevo inquilino de la embajada española. En declaraciones a Europa Press, Álvarez de Toledo ha asegurado que lo que hace López no es “activismo político” sino “el más esencial y admirable activismo democrático”. Los populares piden “máxima presión” frente al régimen de Maduro.
El último en pronunciarse sobre la tensión internacional ha sido el presidente del PP, Pablo Casado. Desde su cuenta en Twitter, ha acusado al Gobierno de “limitar la libertad de expresión” de quienes luchan contra el régimen de Maduro.
Fuentes diplomáticas aseguran que “la situación es muy tensa” y que con sus palabras, Borrell quiere evitar que la presencia de López en la embajada española pueda comprometer la postura de España. “Por eso se le ha pedido que modere sus comunicaciones”, aseguran.
España se ha apresurado a aclarar desde el primer momento que López no está acogido en condición de asilo político, sino como invitado de la embajada. Un tribunal venezolano ha ordenado la detención del opositor pero en Moncloa dan por seguro que no habrá ninguna operación para vulnerar la soberanía española en los terrenos de su embajada.