Villarejo dispuso de un DNI falso en los ochenta pese a estar fuera de la Policía: abogado José Javier Hidalgo
La excepcionalidad en la que se desarrolló la carrera policial de José Manuel Villarejo durante cuatro décadas se prolongó durante su década en excedencia, entre 1983 y 1993. elDiario.es ha tenido acceso a un documento inédito: el carnet de identidad que el Ministerio del Interior expidió a Villarejo en julio de 1984 con un nombre y profesión falsos pese a haber dejado el la Policía el año anterior.
El Documento Nacional de Identidad permite además conocer la imagen del policía en la primera mitad de los ochenta, al menos la que utilizó para retratarse en ese DNI expedido por la Dirección General de Seguridad bajo el nombre de José Javier Hidalgo Estévez, de profesión abogado. Villarejo posa de medio perfil, con pelo moreno y gafas de cristal ahumado.
El policía, en prisión provisional desde noviembre de 2017, será juzgado este viernes por los presuntos delitos de calumnias y denuncia falsa a raíz de una entrevista en el programa Salvados en el que acusó al entonces director del CNI, Félix Sanz Roldán, de amenazas de muerte a Corinna Larsen, la antigua pareja extramatrimonial de Juan Carlos I. Larsen declarará en el juicio que trasladó esos hechos a Villarejo en 2015 en una comparecencia por videoconferencia desde Londres.
Hasta ahora habían trascendido tres identidades falsas de Villarejo, las mismas que tenía cuando se jubiló en el verano de 2016, pero ninguno de esos tres DNI coinciden en el nombre y el número con este que hallaron hace tres años los investigadores en el registro del ático del comisario en la localidad malagueña de Estepona, válido hasta 1989.
El DNI que muestra hoy elDiario.es fue expedido con José Barrionuevo como ministro del Interior, Rafael Vera de secretario de Estado de Seguridad y Rafael del Río como director general de la Policía, puesto que este comisario desempeñó durante casos como los GAL o la desaparición del Nani.
Los datos que aparecen en documento también son falsos: Villarejo nació en 1951, y no en 1949; es natural de la localidad cordobesa de El Carpio y no de Badajoz, como reza en el DNI. Sin embargo, Villarejo juega con algún dato cierto, como es el día de su nacimiento, el 3 de agosto.
El comisario aseguraba en un documento fechado en 2016 que en la década que va de 1983 a 1993 colaboró “de manera totalmente desinteresada” en la investigación de la corrupción policial en Madrid y a nivel nacional en investigaciones relacionadas con “el tráfico de drogas, el contrabando de oro, brillantes y otras piedras preciosas”, así como en corruptelas en el seno del Servicio Fiscal de la Guardia Civil relacionadas con el contrabando de tabaco. Además, Villarejo se atribuye en esa época su infiltración en “círculos periodísticos independentistas” y conseguir así la desarticulación de comandos de ETA “preparados para atentar en el extranjero”.
Durante esos diez años, y pudiéndose servir de la identidad falsa que le había facilitado el Ministerio del Interior durante el Gobierno de Felipe González, Villarejo realizó trabajos de detective privado. También alumbró el tejido empresarial que le hizo rico y que tras su regreso a la Policía puso a disposición de distintas investigaciones, según defiende. En su historial consta que en esa década atropelló a un peatón en 1983 y que tuvo otro accidente de tráfico tres años después, si bien no aparecen datos más precisos en su expediente.
De aquella época destaca su condena por un montaje al servicio de la Iglesia de la Cienciología. Villarejo fue condenado por haber utilizado a un toxicómano para que mintiera e implicara en un robo a un pintor que había puesto en marcha un centro de rehabilitación que la Cienciología consideraba que le hacía la competencia, según publicó Abc el 18 de noviembre de 1990. El caso llegó hasta el Tribunal Constitucional, que revirtió la condena y absolvió al policía. La confirmación de la condena hubiera evitado que regresara en 1993 al Cuerpo de manos el subdirector operativo de la época, Agustín Linares.
Manuel Villar, Francisco Hidalgo, José Javier Esteban
Villarejo se retiró el 4 de agosto de 2016 con tres DNI falsos a nombre de Manuel Pérez Villar, Francisco Hidalgo Estévez y José Javier Esteban Alonso. Al día siguiente a su jubilación, el Ministerio del Interior dio de baja las tres “identidades supuestas” del policía. El caso de Villarejo encendió las alarmas en el Ministerio del Interior cuando se produjo el relevo en el Gobierno y Fernando Grande-Marlaska, ordenó detener la expedición de estos DNI hasta que no se reformara su regulación. En ese momento, Interior mantenía operativas alrededor de 900 identidades falsas.
La identidad a nombre de Francisco Hidalgo había caducado el 20 de enero de 2016, pero Villarejo no la devolvió hasta el momento de su jubilación, ocho meses después. Respecto a la de José Javier Esteban, el comisario dijo a sus superiores que la había extraviado, pero el DNI con indentidad falsa apareció en el registro de su vivienda en Boadilla del Monte (Madrid) el día de su detención.
Hasta la instrucción dictada en 2018, las identidades falsas se regían por otra de 1997 que Villarejo incumplió reiteradamente. “Estos DNI -decía la instrucción del Gobierno de Aznar- se concederán con carácter absolutamente restringido y exclusivamente para servicios concretos y determinados, en los cuales la revelación de la verdadera identidad podría poner en peligro su integridad física y el curso de las investigaciones, quedando totalmente prohibida su utilización para fines ajenos al servicio”, rezaba en su tercer punto.
Villarejo utilizó la identidad de Manuel Pérez Villar para intentar recabar el testimonio de Javier de la Rosa en el caso Pujol en plena operación Catalunya y su socio, Rafael Redondo, también imputado en el caso Tándem, utilizó un carnet expedido a Villarejo a nombre de José Javier Hidalgo en uno de los millonarios encargos a Cenyt, la empresa de ambos, para cuya elaboración el policía se servía de su condición de funcionario público, según publicó Vozpopuli.
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