El I Congreso Nacional de Networking Inclusivo busca romper barreras y normalizar la relación entre empleo y discapacidad

El Palacio Provincial de la Diputación ha sido escenario de la presentación del cartel del I Congreso Nacional de Networking Inclusivo y Accesible, que se celebra en Conil el 1 y el 2 de junio, organizado por la entidad Humana & Mente, Comunicación Saludable. En esta presentación, a la que ha asistido medio centenar de representantes de entidades participantes o colaboradoras del Congreso, han intervenido el diputado de Bienestar Social, David de la Encina; la directora del Congreso, Ana María Sanjuán; la Consejera de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, Rocío Ruiz; el alcalde de Conil, Juan Bermúdez;  y el director de Andalucía Emprende, Juan Manuel Polaina.  

El Congreso persigue ofrecer oportunidades laborales a personas con discapacidad a través del networking, es decir, fomentar un trabajo en red y entornos accesibles donde todas las personas puedan tener oportunidades, aunque tengan una discapacidad. Y sobre todo romper barreras, para poder acercar a empresas y personas con discapacidad y conocer el valor añadido que éstas aportan. “Ofrecemos un proyecto de innovación social”, ha explicado la directora del Congreso Ana María Sanjuán, que ha señalado que el objetivo es “cambiar la mirada empresarial hacia la discapacidad. Lo que no se conoce se teme. Por eso hay que acercar esta realidad a las personas que la desconocen”.  

De la Encina ha felicitado a los promotores de este Congreso Nacional por la idea y al resto de colectivos implicados por secundarla, se ha mostrado muy satisfecho porque la Diputación colabore como patrocinadora y ha resaltado el valor que supone “romper estereotipos y clichés en torno a la discapacidad y demostrar que desde la provincia de Cádiz se pueden hacer grandes eventos”. El diputado se ha congratulado de la cantidad de personas e instituciones implicadas en hacer realidad este Congreso, “hemos tejido una gran alianza”. 

La consejera Rocío Ruiz se ha sumado a la petición de un cambio de mentalidad en torno a la discapacidad y ha abogado por implementarla en la gestión de las instituciones: “Las políticas públicas deben ser integrales y transversales, y centrarse en las personas, rompiendo el muro de la ignorancia y los prejuicios”. Para ello ha señalado la importancia de practicar la escucha activa con la ciudadanía y ha destacado los valores que trasladan las personas con discapacidad, “sobre todo, la esperanza”.  

Otro de los alicientes del Congreso es su singular ubicación, un paraje de gran atractivo, como es la Costa de la Luz en Conil, tal y como ha recordado su alcalde, Juan Bermúdez, que además ha agradecido el papel activo que desempeñan varias asociaciones de discapacidad en su localidad y en esta cita. El Congreso tendrá lugar en el Hotel Ilunion Calas de Conil.

Esta idea con alcance nacional, que surgió antes de la pandemia pero va a ver la luz en junio, se completa con un trabajo previo que viene desarrollándose en lo que va de año y que comprende la celebración de diferentes sesiones formativas y de coaching, como la jornada que impartirá la fisioterapeuta Alba Jiménez esta tarde en la Diputación, sobre ‘Movimientos sociales y discapacidad; discapacidad y mujer’. 

El Congreso se basa en el networking, una herramienta cada vez más extendida entre autónomos y pymes con el objetivo de potenciar una red de contactos a la vez que se da a conocer un negocio. El programa incluye diversas dinámicas de networking inclusivo, sesiones de coaching, dinámicas activas, ponencias y testimonios de empresas y de personas con discapacidad. 

En España se calcula que son 3,8 millones de personas las que sufren algún tipo de diversidad funcional, según datos del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI). Sin embargo, solo el 25,9% de ellas tenían un trabajo en 2019, por el 66,9% que representaban las personas sin discapacidad. Peores aún son los datos si hablamos de jóvenes y mujeres con discapacidad, cuya tasa de empleo apenas es del 10% en el primer caso, mientras que en el segundo esta tasa es un 32,3% menor que el de las mujeres sin discapacidad. Unos datos que tratan de mejorarse con esta iniciativa.