El pinzón Cebra o Diamante Mandarín es un pequeño pájaro que vive en algunas islas indonesias y en Australia del tamaño de un gorrión y con un llamativo pico rojo y carrillos anaranjados. Sus machos son muy cantarines y a veces se tienen como animal de compañía; han sido introducidos en países como Puerto Rico y Portugal.
Lo interesante es que las regiones del cerebro de las aves relacionadas con el canto son paralelas a las que regulan nuestra capacidad de hablar, por lo que pájaros como el pinzón Cebra se usan en los laboratorios para estudiar los mecanismos cerebrales de nuestro lenguaje.
Y a través de este tipo de estudios un equipo de la Universidad de California en San Diego ha conseguido un hito: predecir qué va a cantar el pájaro antes de que lo cante a partir sólo de señales cerebrales. Leer su mente en tiempo real.
Para ello se usan electrodos situados en la adecuada región del cerebro que capturan señales eléctricas para que sean procesadas por un sistema de Inteligencia Artificial; tras 'entrenar' al sistema informático podían reconstruir lo que iba a cantar el ave hasta 30 milisegundos antes de que lo hiciera a partir tan sólo de esas señales cerebrales.
Estaban así literalmente leyendo la mente del pinzón cebra: captando lo que iba a hacer antes de que lo hiciera. Y aunque parezca una anécdota es de gran importancia, porque se trata de un paso muy importante hacia la futura conexión cerebro-ordenador, algo que podría revolucionar no sólo la vida de las personas que necesitan prótesis sino la sociedad completa: imaginemos conducir sin volante o pilotar un avión sin necesidad de mandos de vuelo.
Un empeño en el que ya trabaja gente como Elon Musk y que hoy es un poco menos imposible gracias al pinzón cebra y su canto.
Imagen de Luis Miguel Bugallo Sánchez (Lmbuga Commons) (Lmbuga Galipedia) Publicada por/Publish by: Luis Miguel Bugallo Sánchez - Trabajo propio, CC BY-SA 3.0
Sobre este blog
@Retiario estudió biología pero siempre quiso aprender y contar historias reales. En tiempos remotos fue paleontólogo, pero desde hace décadas es periodista y profesor de periodismo. Cree en la ciencia, la tecnología y el poder de la humanidad para cambiar las cosas para bien, si se aplica. Pasa la mayor parte de su tiempo en Internet y es un firme defensor de la pluma (y la red) frente a la espada.
