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La brecha de género aumenta en las aulas, aunque el Gobierno asegura que la corregirá con un examen

Los chicos rinden más en matemáticas, las chicas en lectura.

Daniel Sánchez Caballero

La brecha educativa entre chicos y chicas crece. A favor de ellas en Lectura y a favor de ellos en Matemáticas, según datos del último informe de la OCDE a partir de información de PISA. El Gobierno lo admite y califica de “lamentable” esta situación, pero también reconoce que no tomará medidas específicas contra esta deriva: la LOMCE lo arreglará todo evaluando a los alumnos en 3º de Primaria.

La secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, ha sostenido este jueves que la ley Wert detectará los retrasos en el aprendizaje y elevará, con carácter general, el rendimiento de todos los alumnos. Asunto solucionado, según el análisis de la mano derecha del Ministro de Educación, José Ignacio Wert.

El informe, llamado El ABC de la desigualdad de género en educación, ahonda la tendencia marcada en otros anteriores y revela que, en general, las chicas rinden más en los estudios que los chicos. Un ejemplo: en el último informe PISA un 14% de los chicos no alcanzó el nivel básico de rendimiento en lectura, matemáticas ni ciencias. Las chicas con el mismo problema fueron un 9%.

Pero el texto también destaca que entre 2003 y 2012 las diferencias en el rendimiento entre hombres y mujeres de 15 años se han agrandado porque el grupo que lo hacía mal en cada materia ha bajado sus resultados en este periodo. A ellas se les atascan aún más las matemáticas (han pasado de 476 puntos a 471) y a ellos la lectura (de 474 a 467). La organización trata esta vez de explicar estas disparidades. Su análisis apunta a las diferentes actitudes ante el estudio, la confianza y las expectativas de los alumnos y alumnas.

No habla de capacidades ni preferencias por ramas de conocimiento según el género (aunque la estadística sí señala que ellas optan más por las áreas de salud y educación y ellos por las ingenierías y ciencias). Pero sí establece un factor diferencial medible entre ellas y ellos: los chicos dedican una hora menos a la semana a realizar deberes, y la estadística demuestra que cada hora de estudio en casa supone cuatro puntos más en el examen de PISA.

El factor de los videojuegos

La OCDE sostiene que no se puede hablar de condiciones “innatas” para explicar estas diferencias y ofrece cuatro posibles razones para justificarlas. El secretario general adjunto de la organización, Stefan Kapferer, ha explicado que casi tres cuartas partes de los varones “juegan a videojuegos todos los días”, mientras ellas apenas alcanzan el 25%. “Tiene un impacto en la Secundaria”, aventuró.

Con la lectura pasa al revés. Ellas leen por diversión periódicos y novelas, “libros reales”, según Kapferer. Sus pares masculinos optan por los cómics, circunstancias ambas que explicarían que ellas rindan más en la lectura. También influye, dice la OCDE, la actitud ante la enseñanza. En general un 80% de los alumnos tiene una actitud positiva cuando acude al instituto. Pero los datos aseguran que un 15% de los varones cree que las clases son “una pérdida de tiempo”, porcentaje que en las mujeres no llega a la mitad del de los chicos.

El factor que juega más a favor de los alumnos es la confianza, por eso rinden mejor en matemáticas, asegura la organización. Ellos tienen más, y “se dan más libertad para equivocarse, para practicar procesos de prueba y error que resultan fundamentales para adquirir mayor conocimiento y comprensión de las Matemáticas o de las Ciencias”, según el informe. Un 50% de las chicas declara que no son buenas en matemáticas. Por el contrario, ellas tienen expectativas más altas que sus compañeros: un 70% de las mujeres prevé trabajar en un puesto de prestigio como directora o similares porcentaje que en los chicos se queda en el 50%.

La OCDE señala que reducir esta brecha “no es sólo cuestión de los Gobiernos”. Kapferer admitió que “las políticas educativas son responsabilidad” del Ejecutivo, pero afirmó que está también en los padres, los profesores y la sociedad en general colaborar en ello. El secretario general adjunto explicó que los padres tienen más expectativas de que sus hijos estudien una carrera de ciencias, ingeniería o matemáticas a que lo hagan sus hijas (hasta 30 puntos de diferencia según el país). A los profesores les pidió que eliminen sus sesgos, como asumir “que a las chicas se les da mejor la lectura”. En este punto, Gomendio incidió en que los maestros más exigentes con los alumnos y que les piden más autonomía consiguen un mejor resultado.

Culpas al sistema educativo anterior

Gomendio admitió que es “lamentable” que la brecha se agrande en ambas direcciones, y subrayó que se da sobre todo en los estudiantes con peor rendimiento. Según Gomendio, las razones a las que se debe “no están claras”, pero el hecho de que el rendimiento esté estancado se debe a “un problema con el sistema anterior, que no evaluaba ni detectaba los problemas” de los alumnos.

¿Y qué hará el Gobierno para solucionar esta situación? La número dos de Educación respondió que “la reforma educativa [la LOMCE] plantea evaluaciones externas en 3º de Primaria [a partir de este mismo curso] con las que se pretende detectar de forma temprana los problemas de chicos y chicas, sobre todo en matemáticas y lecturas, para dar los apoyos necesarios en el caso de que hagan falta”. También aludió al programa por el que el Ministerio becará a recién titulados para dar apoyo en clase a los profesores.

¿Pero va a tomar Educación alguna medida específica? “Son esenciales las evaluaciones desde edades tempranas y los programas de apoyo para reducir la brecha de género o cualquier otro problema”, ha insistido Gomendio. Sobre la posibilidad de algún plan concreto, la secretaria de Estado ha admitido que no se pondrá en marcha ninguna medida específica y señaló que la LOMCE por sí misma arreglará la situación: “La comparación de países con bajo y alto rendimiento señala que con un alto rendimiento se superan todas las brechas.

El modelo educativo de la LOMCE introduce un montón de cambios, cambia las reglas de juego tomando como referencia en parte los informes de la OCDE y la situación en países con un alto rendimiento. No se va a poner en marcha ninguna medida específica, se pone en marcha un cambio total que va a mejorar el rendimiento y va a reducir casi todas las brechas, un cambio como este es capaz de mejorar el rendimiento de todos los alumnos“, ha explicado para zanjar, a su parecer, todo el debate.

La secretaria de Estado también admitió que “no hay evidencia científica” de que la educación diferenciada (que separa a niños y niñas) aumente el rendimiento en clase. Este es el argumento que utilizan algunos colegios para segregar a sus alumnos en clase según el sexo, y que la LOMCE específicamente ampara al argumentar que separar a chicos y chicas no será un impedimento per se para suscribir un concierto. Kapferer, de la OCDE, fue un poco más allá y sostuvo que esta opción pertenece al pasado “y es muy difícil volver atrás a este escenario”.

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