El candidato a rector de la universidad pública Rey Juan Carlos, Javier Ramos, el promocionado por el actual rector Fernando Suárez y según éste por la Comunidad de Madrid, defendió en un juicio en mayo de 2013 el despido de seis profesores contratados fijos en el departamento de David Ríos, el profesor crítico que había puesto una demanda contra el rector Pedro González-Trevijano.
Ramos negó ante el juez que hubiera una campaña contra el departamento, pese a que él mismo lo había admitido y relatado tres años antes a otro profesor, como prueba una grabación publicada por eldiario.es.
En este nuevo audio, Ramos está en el juicio contestando a uno de los abogados de los seis profesores que han llevado su despido a los tribunales. Para empezar, el ahora candidato a rector justifica la decisión de la universidad, pese a que los despidos se produjeron en su escuela (él entonces era decano de Telecomunicaciones), a que era la primera vez que se despedía a personal fijo y a que la medida se concentró en el departamento del reconocido enemigo del rectorado.
Se escucha a Ramos justificar la decisión diciendo que no fueron los únicos despidos y que se hicieron ajustados a ley con toda la documentación pertinente.
Sin embargo, la universidad acordó tres meses más tarde readmitirlos a todos, reconociendo el despido improcedente.
Ramos ha respondido a eldiario.es a través de un portavoz que fue llamado como “perito” para dar una explicación “técnica” de “cómo se asigna la docencia”. Preguntado por lo que se escucha en el audio, que no es una explicación técnica, señala que “se ratifica en todo lo que dijo ante el juez y nos remitimos al comunicado que hicimos”. En él, circunscribe las grabaciones sobre las represalias contra Ríos al ámbito de la ironía y la parodia.
En este nuevo audio, grabado en 2013, el abogado pregunta a Javier Ramos en el juicio: “¿Usted le dijo al señor [Antonio Alonso] Ayuso como director del departamento en alguna ocasión que iba a destrozar, desmantelar, quitar el departamento o términos parecidos?”. Ramos responde contundente: “No”. El abogado pregunta si hubo una campaña de desmantelamiento. Ramos insiste en que no y añade que la pregunta incluso le ofende.
“Hundido en el fango”
Dice esto ante el juez pese a que en una grabación anterior publicada por eldiario.es admitió lo contrario, lo que podría constituir un presunto delito de falso testimonio. En esa cinta se puede escuchar al candidato contar a un profesor que van a desmantelar el departamento de David Ríos por su enemistad, y solo se evitará “si el departamento pone una pancarta que diga 'David Ríos hijoputa'”. También cuenta que el rector quiere ver al departamento “hundido en el fango”.
Estos seis despidos que se tratan en el juicio tuvieron lugar el 2 de agosto de 2012. Algunos profesores se enteraron de que les habían echado porque vieron el finiquito al sacar dinero del cajero, como publicó en su momento El País. No fueron los únicos en el departamento de Ríos (Estadística e Investigaciones Operativas). Allí había 14 personas fijas y acabaron con seis personas (la URJC acabó acordando la readmisión de todos). En 2012 el departamento desapareció, como otros de la universidad, tras varias fusiones.
En su explicación en el juicio, Ramos insiste en que los despidos no han sido arbitrarios: “No es posible realizarlos sin los informes preceptivos, sin las aportaciones de la junta de facultad...”. Sin embargo, el jefe del departamento en ese momento, Antonio Alonso, confirma a eldiario.es que no hubo ningún informe preceptivo de su escuela y que la decisión no pasó por la junta de gobierno de la URJC. Se hizo sin esos informes a los que aduce Ramos ante el juez.
Uno de los despedidos y readmitidos, que prefiere no dar su nombre, cuenta que no les extrañó que Ramos –en aquel momento su decano– defendiera al rector en vez de a ellos: “Perdía a seis empleados, pero haciendo lo que le pedían, ganaba, y ahora se ha visto que ha llegado a candidato”.
Aunque todos fueron readmitidos, este profesor recuerda que fue una época de gran tensión y que esa guerra les pilló en medio: “Fue una venganza. Para nosotros fue un trauma y un desembolso de dinero, un mal trago”.