Errores de cálculo y partidas ausentes en la memoria económica de la reforma educativa de Wert
¿Dónde está la partida de la FP Dual que permite a los alumnos compatibilizar estudios y trabajo? ¿Cómo es posible que la LOMCE (Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa) contradiga las propias estadísticas que la web del Ministerio de Educación ofrece? ¿Por qué en dos meses el presupuesto de una ley se ha quintuplicado?
Cuando el Ministerio de Educación presentó el 3 de diciembre el borrador de anteproyecto de reforma de la LOE (Ley Orgánica de Educación) para transformarla en la LOMCE, la acompañó también de un presupuesto inicial de 60 millones de euros. Pero dos meses más tarde, el 23 de enero, cuando ese borrador contaba con una memoria económica específica y llegó a las Comunidades Autónomas su coste se había multiplicado por cinco. De los 60 millones iniciales pasó a costar 408. Y no sólo eso, sino que la memoria requería además de un esfuerzo económico reseñable por parte de las autonomías para poder ser implantada. Llegaba además con algunos elementos de base que la ponían en entredicho
Nuevos itinerarios: ¿sin costes o a cambio de 229 millones?
¿A qué se debía el incremento del presupuesto? El Ministerio asegura que tiene que ver con gastos que no se habían incluido en un primer término, y que la anticipación del itinerario de 4º de la Eso a 3º costará más de lo previsto inicialmente. En la primera memoria ventilaban este aparado asegurando que “no supondrían coste adicional el adelanto de la atención específica de diversificación curricular al segundo curso de la ESO”. Pero al intentar hacer las cuentas no resultaba tan sencillo. En concreto sólo esta parte de la reforma se lleva la mitad del presupuesto, 229 millones.
Miguel Recio, responable de estudios de CCOO, explica cómo pudieron pasar de cero a 229 millones en dos meses: “En diciembre no se dieron cuenta de que para dividir los itinerarios en 3º de ESO necesitaban más profesores para grupos más reducidos, y eso encarece tremendamente la enseñanza. En los centros docentes al haber más opciones en 3º de ESO la oferta se diversifica. En diciembre esto no se contó porque era una memoria muy débil”, asegura.
Error estadístico en el punto de partida
Otro de los aspectos que hacen esta ley “débil”, según Recio, es que el principal argumento que utilizan para sacarla adelante –“la reducción del abandono escolar temprano”– lo justifican con unas estadísticas que contradicen las que el Ministerio de Educación cuelga en su propia web. En concreto, en el análisis de las debilidades del sistema (página 23 de la actual memoria económica), sobre el abandono escolar al acabar la Secundaria, el documento trabaja en varias ocasiones con unas conclusiones que no encajan con las estadísticas de abandono educativo temprano que ofrece el Ministerio.
En concreto, el proyecto de ley trabaja con la premisa de que casi un 30% de los alumnos que abandonan no tenía título de ESO y que eso condiciona que sigan estudiando tras salir del instituto: “La población que obtiene el título de Graduado al finalizar la ESO suele continuar estudios posteriores”, aseguran y luego añaden: “Un 25,9% finalizaría su escolarización ordinaria sin el título, impidiéndoles el acceso a estudios secundarios post-obligatorios, estudios cuya finalización se considera un objetivo prioritario europeo”. Sin embargo, si consultamos las estadísticas de abandono escolar temprano que recogen en su web, el 13% de alumnos que abandona sí tenía título, en 2011, por ejemplo.
“Esta reforma se hace con la excusa de reducir el abandono temprano. Pero si este diagnóstico falla, tenemos un problema, porque ese fallo arrastra todo lo demás y las soluciones que propones no resolverán el problema real que tienes”, explica Recio. El error radica, según este especialista estadístico, en que han utilizado como referencia datos provenientes de estadísticas educativas en las que no figura este dato.
Pero el único estudio que analiza y desagrega exactamente cuántos de los que abandonaron tenían un título es la EPA (Encuesta de Población Activa), que es lo que el propio Ministerio ofrece en su web. “Creen que la mayoría se va porque no logra el título y buscan intentar fomentar que lo consigan, pero lo que ocurre, según la otra estadística, es que cuando titulan se van del sistema porque no hay alternativas que les convenzan y para solucionar eso deberían fomentar más plazas de FP de Grado Medio”, señala.
Pequeños errores de cálculo que podrían duplicar coste
Otro de los errores que, según Recio, comete la memoria es que al calcular el precio de la implantación de la FP Básica, la alternativa para los alumnos con dificultades para titular (que hoy se denomina PCPIP) se han “olvidado” de que se trata de una medida en una etapa obligatoria y por tanto debería poderse cursar en todos los institutos, sean o no de FP. En la memoria han contabilizado simplemente ponerla en marcha en poco más de los 2.000 centros que hoy imparten PCPIP, pero deberían haberla contemplado en los más de 7.000 institutos y centros privados que ofrecen FP en España. “4º ESO es obligatoria y tienes que tener las materias básicas en todos los centros. Y esos costes, lo más caro de la reforma, no los han tenido en cuenta”, dice el sindicalista.
Este olvido, según Recio, supondría un incremento del presupuesto enorme. “Si han calculado que la implantación en los 2.000 centros que tienen PCPIP supone 111 millones, extrapolando el coste de la implantación, supondría más de 300 millones extra ponerla en marcha en todos los centros que imparten ESO”, asegura Recio.
La partida ausente
Pero la memoria de la ley cojea también en partidas ausentes, como la FP Dual. El ministro la vendió como la solución de su Ministerio al desempleo, e incluso muchas Comunidades del PP la han puesto en marcha por su cuenta, como en Cantabria. Permite hacer prácticas y recibir formación en empresas, simultaneando trabajo y estudios. Pero curiosamente no hay ni una sola referencia a esa partida de FP en la memoria económica.
¿Un ahorro menor del calculado?
Además, según la memoria económica el Ministerio calcula que con la compactación del Bachillerato se ahorrarán casi 5.000 profesores y se embolsarán 140 millones de euros. Pero Recio, también director y profesor en un instituto madrileño, opina que estos cálculos son muy optimistas. “Creen que los alumnos se moverán de instituto y se concentrarán en los centros que ofrezcan las materias que les interesan, pero los chavales a esa edad prefieren adaptarse a lo que el centro en el que están les ofrezca y no van a poder suprimir tatos grupos como quisieran”, concluye.