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Defensa readmite a las opositoras excluidas de las pruebas por tener un tatuaje visible con el uniforme femenino

La aspirante a militar que ha conseguido que cambie la norma de tatuajes, Estela Martín

Laura Galaup

El Ministerio de Defensa ha estimado el recurso presentado por dos aspirantes mujeres, entre ellas Estela Martín, excluidas en el proceso selectivo de oposición al cuerpo militar en la especialidad de psicología por llevar tatuajes. El departamento dirigido por Margarita Robles ha emitido hoy un comunicado en el que informa que les otorga la razón y decide readmitirlas en el proceso selectivo del que fueron excluidas.

La semana pasada Defensa ya anunció que procederá a cambiar las bases sobre tatuajes para eliminar “cualquier duda o margen de discrecionalidad” por parte de los órganos de selección. De esta forma en futuras convocatorias se expresará que “los tatuajes, argollas, espigas e inserciones, automutilaciones o similares no serán visibles vistiendo el uniforme de las Fuerzas Armadas común para la mujer y el hombre”.

“Defensa subraya así su firme compromiso con la igualdad de mujeres y hombres en los Ejércitos y, para ello, como ya se acordó, se modificarán las bases de las futuras convocatorias de oposiciones eliminando cualquier duda o margen de discrecionalidad por parte de los órganos de selección”, apuntan en el comunicado.

Martín se presentó a las pruebas el 19 de junio. Tras dos años preparándolas, habiendo dejado su puesto de trabajo para centrarse exclusivamente en las pruebas, fue expulsada sin poder examinarse. Le comunicaron esta decisión en la primera criba, las pruebas físicas. Ya preparada para saltar a la piscina, el presidente del tribunal la descartó porque tenía un tatuaje en el tobillo que era visible con el uniforme femenino de gala, que conlleva el uso de zapatos de tacón en el caso de la militar opte por la falda.

“Estaba ya con el bañador, el gorro y las chanclas. Estaba sentada en el bordillo esperando mi turno, vino y me dijo que no podía seguir”, relató a eldiario.es. Mientras esta joven se marchaba del recinto deportivo, los hombres aspirantes a la plaza con tatuajes pudieron permanecer. “Se lo dije y contestó que a mí mi jefe de unidad me puede obligar a llevar falda”, aseguró.

Esta joven denuncia que el oficial tomó esta decisión interpretando de “forma arbitraria” la orden DEF/1756/2016, que determina las normas de uniformidad de las Fuerzas Armadas. El articulado textual de esta normativa asegura que “en formaciones con armamento el personal femenino usará pantalón. En formaciones sin armamento el jefe de unidad podrá autorizar el uso optativo de falda”. Y se reseña que “en los uniformes femeninos el uso del pantalón o la falda será optativo”.

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