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PISA remarca las diferencias internas: Madrid retrocede, el norte rinde más y Ceuta y Melilla siguen entre las peores

Los datos muestran que a menor inversión en educación se obtienen peores resultados en la prueba.

Daniel Sánchez Caballero

Las 17 españas se manifiestan en PISA con toda su crudeza. O quizá sería más ajustado hablar de tres españas: el rico y bien parado norte, el más pobre y no tan bien parado sur y un pelotón de regiones intermedias. Ceuta y Melilla son caso aparte (para mal).

Los resultados de PISA 2018 (las pruebas se nombran en función del año en el que se hacen los exámenes, no cuando se publican) insisten en la tendencia que ya se observó en la anterior edición: las diferencias entre regiones son estadísticamente significativas. La OCDE lo advierte con carácter general: las diferencias suelen ser más grandes dentro de cada país que cuando se comparan distintas naciones.

“En todos los países y economías, la diferencia de rendimiento entre el 5% de estudiantes que mejores resultados saca y el 5% peor es más grande que la diferencia media entre el país con mejores resultados y el que peor tiene”, explica la OCDE.



Así, de los resultados en las comunidades autónomas destaca la caída registrada en Madrid, que ronda los 20 puntos tanto en Ciencias como en Matemáticas. La región ronda los 485 puntos en las dos pruebas, prácticamente el mismo dato que España a nivel nacional, cuando en ediciones anteriores estaba más cerca de los países punteros de Europa que de la media. En el otro lado, aunque no es novedad, Castilla y León sigue estando entre las mejores de España y Europa.



El consejero madrileño, Enrique Ossorio, se puso el pasado viernes la venda antes de la herida cuando pidió a la OCDE que no publicara los resultados porque los problemas con la prueba de lectura habían afectado, aseguró, a los demás.

Eso acabó sucediendo en el caso madrileño: los resultados han caído. Pero PISA no está de acuerdo con Ossorio: si pensara que los resultados no son válidos no los habría publicado, como hizo con los de lectura.

Este supuesto efecto de caída también se ha detectado en otras comunidades, aunque menos. Castilla y León, Aragón, Navarra y Catalunya se han dejado una decena de puntos larga, un descenso a tener en cuenta, pero no del nivel de Madrid. Galicia, sin embargo, mantiene sus resultados bastante estables respecto a la pasada edición rondando los 500 puntos en ambas pruebas. Está entre las mejores.

En general, el panorama que devuelven los resultados de PISA responde a una lógica muy clara: el norte, rico y que gasta más en Educación, rinde bien, por encima de la media y al mismo nivel de los países del norte de Europa, que llevan la voz cantante en cuanto a PISA y el viejo continente se refiere (ver gráficos).

El sur, más pobre y que invierte menos en el sector, obtiene peores resultados y por debajo de la media tanto de España como de la OCDE. Capítulo aparte en este apartado supone, de nuevo, Madrid, que está a la cola de gasto por alumno, pero se encuentra a mitad de la tabla en cuanto a resultados.

Y luego están Ceuta y Melilla, dependientes del Ministerio de Educación, que destacan por sus bajos resultados (apenas por encima de los 400 puntos) y se sitúan en un nivel inferior tanto a España como país como al resto de las regiones. Las dos ciudades autónomas están, en PISA, al nivel de países con los resultados más bajos, como Turquía.

Por arriba, en Ciencias destacan Galicia, Castilla y León o Asturias, con resultados por encima de la media. Canarias, Andalucía y Extremadura tiran de la media hacia abajo, pero se mantienen dentro de una distancias que estadísticamente no es muy relevante (menos de 15 puntos). En Matemáticas la situación es parecida: Navarra, Castilla y León y el País Vasco copan el top 3; las tres peores son las mismas que en Ciencias.

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